La ansiedad o los estados de estrés agudos están producidos por situaciones que nos llevan al límite, o vivencias que nos sumergen en un estado de presión incómodas o insoportables. Aunque en ocasiones los motivos de esta ansiedad puedan ser externos y ajenos a nuestro control directo, sí podemos minimizar esa sensación irrefrenable de ahogo, presión en el pecho, mareo, calor, hormigueo y visión borrosa.