Procrastinar significa no hacer caso al famoso dicho de “lo que puedas hacer hoy, no lo dejes para mañana”, y puede que te hayas descubierto haciéndolo en más de una ocasión. Es una actitud que se camufla entre la rutina y hace que posterguemos para después cuestiones que podemos hacer ahora. Y lo hacemos sin una aparente negación, sino enredados en otras labores como leer el correo, realizar llamadas o cualquier otra cosa antes de enfrentarnos a la tarea que realmente tenemos encima de la mesa y que va volviéndose más y más urgente según pasa el tiempo.