Es inevitable que el bronceado veraniego nos haga vernos más favorecidas. La razón es que conseguimos un tono más uniforme en la piel que disimula irregularidades, varices, etc. y como resultado nos vemos más estilizadas. Por descontado que hablamos de un bronceado natural y sano que hemos conseguido cuidando al máximo nuestra piel. Este bronceado, que disimula ojeras y mejora la apariencia de la celulitis, no se consigue solo con una exposición al sol moderada y controlada con la fotoprotección adecuada. Nuestra alimentación importa, y mucho, para conseguirlo.