Las asociaciones de pacientes reciben cada vez más reclamaciones de padres con niños diabéticos que tienen que dejar de ir al trabajo para hacerles la prueba de la glucosa o ponerles la insulina porque los profesores no se atreven y no existen otros recursos.
Las asociaciones de pacientes reciben cada vez más reclamaciones de padres con niños diabéticos que tienen que dejar de ir al trabajo para hacerles la prueba de la glucosa o ponerles la insulina porque los profesores no se atreven y no existen otros recursos.