Más del 80% de las personas sufrirán acné en algún momento de su vida y, aunque lo más frecuente es que lo hagan entre los 14 y los 17 años, no es una condición exclusiva de la adolescencia. No es raro ver bebés de menos de un mes con acné, y aún menos a mujeres adultas con este problema que, pese a no tratarse de una enfermedad grave en la mayor parte de los casos, es capaz de provocar graves trastornos en la autoestima de quien lo padece.