Selena Gómez acaba de desvelar el motivo por el que este verano no pudo hacer promoción de su nuevo disco: la cantante fue sometida a un trasplante de riñón debido a una complicación derivada del Lupus Eritematoso Sistémico (LES) que padece. “Me enteré de que necesitaba recibir un trasplante de riñón debido a mi Lupus y he estado recuperándome. Era lo que necesitaba hacer por mi salud en general”, reconoce la actriz en un texto en el que lamenta la poca información que hay a nivel general sobre el lupus. Además, agradece a su familia y al “increíble” equipo de médicos que se han encargado de su caso “todo lo que han hecho antes y después de la cirugía”.
Pero ¿por qué se le ha producido esta complicación? ¿Cómo de probable es que un paciente con lupus pueda desarrollar una enfermedad renal que termine en trasplante? Y ¿cómo debe cuidarse el paciente con lupus después de la cirugía para que el nuevo órgano no vuelva a ser atacado por su propio sistema inmune?
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¿Por qué el lupus deriva en enfermedad renal?
La explicación es sencilla. Partimos de que la misión de los riñones es limpiar (filtrar) toxinas y desperdicios de la sangre y ayudar a controlar la presión arterial, y de que el lupus es una enfermedad del sistema inmunitario en la que las células y tejidos sanos son atacados por error, lo que, si no se trata adecuadamente, produce una inflamación de los órganos como piel, riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y el cerebro.
A largo plazo, los riñones de algunos pacientes con lupus se inflaman tanto que no pueden trabajar adecuadamente. Esta condición se llama nefritis lúpica. Sin embargo, tal y como aclara el doctor Eduardo Martín Escobar, responsable de formación de la Organización Nacional de Trasplante (ONT), “no todos los pacientes con lupus desarrollan complicación renal, no es un porcentaje elevado”. Este experto señala que “la prevención de la enfermedad renal es el propio tratamiento del lupus, las medicinas que disminuyen la actividad inmunológica, la fabricación de los anticuerpos que producen el daño en los órganos de los pacientes con lupus”.
Síntomas para advertir la presencia de enfermedad renal
Algunas personas con lupus pueden advertir que padecen enfermedad renal porque manifiestan dolor en el costado, orinan de un color más oscuro que de costumbre, suben de peso (a causa de líquido extra) y tienen hinchado la parte alrededor de los ojos, las manos y los pies. “Uno de los síntomas más característicos es la hipertensión. Es lo que llamamos un síndrome nefrítico, el cual se manifiesta con orina oscura y la hipertensión. A veces se producen edemas”, apunta el doctor Martín.
El experto subraya que este síndrome nefrítico también se produce por otra serie de enfermedades, como por anginas por estreptococo, por lo que harían falta datos analíticos que confirmasen el daño renal para realizar un diagnóstico. “Tienen que cumplirse una serie de criterios: clínicos (que haya determinados síntomas del lupus) y analíticos (como los anticuerpos antinucleares), pero no hay una prueba concreta”, explica.
El trasplante, la mejor solución para la enfermedad renal en lupus
Algunos pacientes con lupus tienen enfermedad renal moderada, por lo que lo único que necesitan es tener un continuo cuidado con su salud: llevar a cabo cambios en sus estilos de vida, y visitar a su doctor con regularidad para medir su presión arterial y hacerse exámenes de laboratorio para así observar la enfermedad y ajustar el tratamiento. No obstante, aún con cuidadosa observación y tratamiento, los riñones a veces dejan de funcionar lo suficientemente bien para hacer su trabajo. A esto se le denomina fallo renal y “es consecuencia de un fallo progresivo”, apunta el responsable de Formación de la ONT.
Si el doctor sospecha que esta enfermedad renal existe, someterá al paciente con lupus a una biopsia del riñón para determinar el nivel de inflamación y el daño. El tratamiento recomendado, sea diálisis o un trasplante de riñón, dependerá de los resultados de la biopsia del riñón y de los síntomas.
El doctor Martín Escobar lo explica: “En base a la capacidad del riñón de eliminar las sustancias de desecho, existen cinco etapas. En la quinta etapa de la insuficiencia renal crónica se necesita tratamiento sustitutivo que es, riñón artificial (diálisis) o trasplante. El trasplante es la mejor opción en estos casos de insuficiencia renal en lupus, sobre todo en pacientes jóvenes”. “El riñón artificial limpia algunas de las sustancias, pero el riñón hace más cosas: fabrica la hormona que impide la aparición de la anemia y regula la calcificación de los huesos”, añade.
¿Existe la posibilidad de que el nuevo riñón sea atacado por el lupus?
El hecho de recibir un trasplante de riñón no significa, ni mucho menos, que el problema haya sido resuelto para siempre. “Uno de los riesgos en estas enfermedades inmunológicas es que pueda haber una recidiva de la enfermedad, es decir, que el sistema inmunológico del paciente con lupus vuelva a atacar al órgano sano recién trasplantado”, lamenta el doctor. En este caso, el experto hace hincapié en que el paciente mantenga una buena adherencia al tratamiento del lupus.
“La ventaja aquí es que el tratamiento para prevenir el rechazo del trasplante renal es muy similar al tratamiento del propio lupus, es decir, que no supondría una medicación adicional sino una adaptación de la medicación que ya se toma para el lupus”, concluye.