¿Se puede detectar una mentira solo con mirar a alguien? ¿Podemos fiarnos de una mirada huidiza o de un gesto nervioso para saber si nos están engañando? Esto es algo que muchos de nosotros nos preguntamos porque saber si nos están mintiendo podría ahorrarnos muchos disgustos. Pero no es tan fácil como parece. Así nos lo manifiesta Pilar Guerra, psicóloga clínica y coach ejecutiva: "el lenguaje corporal aporta información, pero no es una herramienta definitiva para descubrir a un mentiroso. Es solo una pieza del rompecabezas”, nos explica.
A menudo, recurrimos a la intuición para sospechar que algo no encaja en lo que nos dicen. Nos apoyamos en lo que vemos: un gesto raro, un cambio de postura, algún tic nervioso o no mirarnos a los ojos. Pero ¿hasta qué punto estas señales son fiables? Pilar Guerra nos ayuda a comprender mejor cómo funciona la comunicación no verbal cuando hay engaño de por medio.
El lenguaje corporal aporta información, pero no es una herramienta definitiva para descubrir a un mentiroso. Es solo una pieza del rompecabezas
La incoherencia en el discurso o los gestos puede ser una señal
Uno de los primeros signos que suelen llamar la atención es la incoherencia entre lo que alguien dice, su discurso, y la conducta.
Asimismo, movimientos como tocarse insistentemente la cara, frotarse la nariz, cruzar los brazos de forma repentina o mover los pies con excesiva frecuencia pueden interpretarse como signos de tensión. Sin embargo, Guerra insiste en que todos estos indicios, por sí solos, no son concluyentes. Por lo que no podemos decir que una persona que está haciendo gestos nerviosos nos está mintiendo. Pilar nos aclara por qué.
No todo nerviosismo es señal de mentira
Es fácil caer en la trampa de pensar que quien está nerviosa, miente. Pero las cosas no son tan simples. “Hay personas más ansiosas, más gesticuladoras o más introvertidas que otras. Por eso, el contexto y la línea base de comportamiento de cada persona son esenciales”, advierte la experta. No podemos analizar una conducta sin tener en cuenta cómo actúa normalmente esa persona.
Esto es especialmente importante cuando se trata de identificar a alguien que miente. Lo que puede parecer sospechoso en una persona puede no serlo en otra. “Algunas personas son expresivas por naturaleza, otras no. Y esto no significa que estén ocultando algo”, señala Pilar.
Evitar la mirada puede deberse a timidez, incomodidad o incluso a motivos culturales. Y al contrario, hay mentirosos que mantienen la mirada fija como estrategia para parecer sinceros
¿No mirarte puede ser señal de que te están mintiendo?
El contacto visual es uno de los grandes mitos en la detección del engaño. Se dice que quien no mira a los ojos, miente. Pero Pilar Guerra desmonta esta creencia. “Evitar la mirada puede deberse a timidez, incomodidad, baja autoestima, o incluso a motivos culturales. Y al contrario, hay mentirosos que mantienen la mirada fija como estrategia para parecer sinceros”.
Por tanto, no se trata de observar un solo gesto o una sola señal. La clave está en la coherencia del conjunto. ¿Lo que dice tiene lógica con lo que hace? ¿Su voz y su cuerpo van al mismo ritmo que sus palabras?
Fíjate en las microexpresiones faciales
Uno de los campos más interesantes dentro del análisis del lenguaje corporal son las microexpresiones. Se trata de reacciones faciales muy rápidas, involuntarias, que pueden revelar emociones ocultas. “Aunque son difíciles de detectar sin entrenamiento, las microexpresiones nos pueden dar pistas”, afirma Pilar.
Una sonrisa forzada, unas cejas fruncidas o un destello de sorpresa que desaparece en milésimas de segundo pueden delatar una emoción que no encaja con el discurso. Eso sí, la interpretación de estas señales requiere experiencia, y siempre deben analizarse junto al resto de la conducta.
Algunas personas desarrollan técnicas para intentar engañar sin ser descubiertas: imitan gestos del interlocutor para generar cercanía o apelan a emociones fuertes como la tristeza para desarmar a quien escucha
Mentirosas entrenadas y estrategias de distracción
¿Y si la persona que miente es consciente de lo que está haciendo y sabe cómo ocultarlo? Pilar Guerra reconoce que algunas personas desarrollan técnicas para intentar engañar sin ser descubiertas. Imitan gestos del interlocutor para generar cercanía, desvían la atención o incluso apelan a emociones fuertes como la tristeza para desarmar a quien escucha.
Estas técnicas no siempre son eficaces, pero demuestran que no se puede confiar únicamente en lo que vemos. De nuevo, la importancia de observar todo el conjunto vuelve a estar presente.
Se puede aprender a detectar el engaño, pero no es magia
Aunque no existe un manual infalible para detectar mentiras, Pilar Guerra asegura que sí se puede entrenar la capacidad de observación. Hay que fijarse en los detalles. Y para eso, lo mejor es practicar observando a las personas en diferentes situaciones.
Aprender cómo se comporta normalmente una persona es la mejor forma de detectar si algo cambia. Y ese cambio, en el contexto adecuado, puede ser una pista de que algo no se está diciendo con sinceridad.
Observa el conjunto para detectar una mentira
Para terminar, la experta en psicología insiste de nuevo en que "no podemos sacar conclusiones basándonos solo en gestos o posturas". Hay que sumar el tono de voz, el contenido del discurso, la situación en la que se produce la conversación y las posibles motivaciones del interlocutor.
Así, detectar una mentira es más un ejercicio de interpretación que una ciencia exacta. Requiere atención, sensibilidad y, sobre todo, no caer en la trampa de prejuzgar por un gesto aislado.