A menudo ignoramos pequeñas señales que nuestro cuerpo nos envía, sin sospechar que pueden ser el reflejo de un problema más profundo. La hinchazón de pies, una molestia frecuente y aparentemente inofensiva, podría estar relacionada con el funcionamiento de nuestros riñones. Cuando estos órganos vitales no logran filtrar líquidos de manera eficiente, el cuerpo retiene más agua de la necesaria, dando lugar a edemas y otras complicaciones. Entender la conexión entre la salud renal y la hinchazón es clave para prevenir problemas mayores y mejorar nuestra calidad de vida.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Hemos de estar atentos a nuestros pies y si de forma continua presentan edema pueden ser un signo de que hay algún fallo en los riñones
Pies hinchados, una señal de alerta
Como anticipábamos, uno de los síntomas de los problemas renales es la hinchazón de pies y también de los tobillos, tal y como nos detallan desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).
“Hay muchas personas que no le dan importancia a tener los pies hinchados, sin embargo, si se da con una frecuencia elevada es muy importante acudir al especialista, porque pueden ser un indicativo de alguna disfunción de salud relevante”, apunta Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
“Según datos de la Sociedad Española de Nefrología, en torno a un 15% de la población padece problemas renales y un gran número puede no saberlo. Por eso, hemos de estar atentos a nuestros pies y si de forma continua presentan edema pueden ser un signo de que hay algún fallo en los riñones y no eliminan el exceso de fluido que se acumula en el cuerpo, que es lo que genera la hinchazón”, ha continuado el especialista.
Síntomas que tenemos que tener en cuenta
Por todo ello, es muy importante prestar atención a los posibles síntomas o señales de alerta que pueden aparecer en nuestros pies y que estén relacionados con un fallo renal. Desde el ICOPCV alertan, en primer lugar, de la aparición de calambres musculares en las piernas, que son debidos a desequilibrios en los líquidos y electrolitos derivados de una mala filtración, por daño en los nervios por la acumulación de toxinas o por problemas de flujo sanguíneo. Si estos aparecen, hay que consultar al especialista para valorar las posibles causas y tomar las medidas oportunas.
Pero es que, además, en el caso de los pacientes sometidos a hemodiálisis hay que tener en cuenta que se ven afectados a problemas en los pies muy similares a los que padecen las personas diabéticas. ¿Cuáles son? Se trata de alteraciones de la sensibilidad, neuropatías, ausencia y/o debilidad de pulsos, alteraciones de ITB, puntos de hiperpresión, sequedad en la piel y daño en los nervios y los vasos sanguíneos de los pies que los predisponen a un mayor riesgo de sufrir problemas graves en los pies como heridas o úlceras que pueden complicarse mucho y podrían desembocar en una intervención para amputación.
Hay que tener especial cuidado con las uñas porque, al tener las piernas y pies hinchados, tienen mayor predisposición a encarnarse
La importancia de cuidar la salud de los pies
“Hemos de concienciarnos de la importancia de cuidar los pies de los pacientes renales y de que periódicamente se sometan a protocolos de exploración y seguimiento del pie por parte de un podólogo para que controle sus niveles vasculares, sensitivos y alteraciones biomecánicas, si surgieran. Por supuesto, esto es especialmente relevante en pacientes con tratamiento de hemodiálisis para prevenir posibles ulceraciones”, ha explicado el podólogo Jorge Escoto.
Así, indica que en estas revisiones podológicas hay que tener especial cuidado con las uñas porque, al tener las piernas y pies hinchados, tienen mayor predisposición a encarnarse. Y no solo eso: al tener mayor sequedad habrán de eliminar hiperqueratosis, que coinciden con los puntos de hiperpresión. En el caso de que se considere oportuno, se realizarán a medida plantillas o dispotivos ortésicos para aliviar la presión a la planta o a los dedos.
Otras patologías que pueden hacer que se hinchen los pies
Hay que tener en cuenta, eso sí, que no solo los problemas renales pueden afectar a nuestros pies. Desde el ICOPCV apuntan que hay otras muchas patologías que pueden estar detrás de los pies hinchados como son las enfermedades cardiovasculares, insuficiencia venosa crónica, trombosis venosa profunda, pericarditis, hipertensión pulmonar y diabetes, por ejemplo. Por eso, ante la aparición de este signo de alarma, es importante consultar con nuestro médico para valorar posibles causas de dicho edema o hinchazón.