En el amor no todo es color de rosa, ni el amor todo lo puede. A veces, pese al cariño, la admiración o los años compartidos, una pareja simplemente no logra funcionar. Las dinámicas se vuelven tóxicas, los malentendidos se acumulan y los miembros se distancian. Lo más frustrante es que muchas veces no es falta de amor lo que provoca la crisis, sino la forma en que ese amor se desarrolla o se vive. Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos afectivos, lo ha visto una y otra vez en su consulta. Y por eso acaba de publicar Te quiero pero no funciona (Plataforma Editorial), un libro práctico en el que plantea cómo reconstruir una relación desde la empatía, el diálogo y, sobre todo, el compromiso mutuo.
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Girona nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de estar en pareja, más allá de la idealización o los mandatos sociales. Nos presenta tres conceptos clave que toda pareja debería revisar para mejorar su convivencia: el contrato de la pareja, la distribución del poder y el fortalecimiento del 'nosotros'. Tres pilares que, bien entendidos, pueden ser el secreto mejor guardado de las parejas que funcionan.
Hablamos con este experto en vínculos para que nos explique en detalle qué podemos hacer para transformar nuestra relación de pareja y lograr un vínculo duradero y satisfactorio para ambos.
Crecimos escuchando uno de los grandes mitos del amor. El que si la pareja se quiere superará todos los problemas y las dificultades que se presenten. El mito de que "el amor todo lo puede" circula en la sociedad y lamentablemente no es verdad
En tu libro explicas que el amor no siempre alcanza para sostener una relación. ¿Qué crees que nos cuesta más aceptar de esa idea?
Nos cuesta aceptar esa idea porque crecimos escuchando uno de los grandes mitos del amor. El que si la pareja se quiere superará todos los problemas y las dificultades que se presenten. El mito de que 'el amor todo lo puede' circula en la sociedad y lamentablemente no es verdad. Ojalá lo fuera. Lo que dice la realidad de las parejas es que, por supuesto, se tienen que querer pero el funcionamiento, la vida cotidiana, el hecho de saber que el otro me da por lo menos lo mínimo que espero de una relación de pareja, es igual o más importante que quererse.
¿Qué es el contrato de pareja?
Todas las parejas tienen un contrato, este no es un contrato como cuando alquilamos un piso, no se firma un día a una hora. Este es un contrato tácito que se va formando en los primeros tiempos de la relación. Este contrato implica qué le va a dar cada uno al otro, qué espera cada uno del otro. Este contrato no es para siempre, más tarde o más temprano, uno de los dos va a necesitar que ese contrato se revise, se renegocie y se cambien cosas. Porque no somos los mismos que hace cinco años cuando empezamos, por ejemplo. Vamos necesitando cosas diferentes de nuestra pareja en distintos momentos de la vida. Una pareja en crisis no es otra cosa que una pareja renegociando su contrato, a veces se logra y a veces no.
El problema es que muchas parejas establecen al comienzo un contrato que no le sirve a una de las dos partes y a partir de eso se comienza a generar malestar dentro de la pareja y se va acumulando un desgaste que seguramente va a desembocar en una crisis
Para ti es un concepto clave. ¿Qué pasa cuando una pareja nunca llegó a establecer ese contrato? ¿Se puede construir desde cero aunque haya desgaste?
El contrato se establece al principio sí o sí. El problema es que muchas parejas establecen al comienzo un contrato que no le sirve a una de las dos partes y a partir de eso se comienza a generar malestar dentro de la pareja y se va acumulando un desgaste que seguramente va a desembocar en una crisis. Muchas parejas tienen un contrato en donde uno de los dos (muchas veces el hombre en un vínculo heterosexual) tiene más derechos y menos obligaciones que el otro (muchas veces la mujer). Estas diferencias constituyen una pareja asimétrica, o sea, una pareja muy poco pareja. Cuanto más ese contrato sea asimétrico desde el comienzo, más difícil será renegociar y cambiar cosas en otro momento de la relación.
¿Cuáles son las señales más claras de que ese contrato necesita ser revisado o actualizado?
En general, es el que la está pasando mal en la pareja el o la que pide la revisión del contrato, y esto muchas veces sucede porque uno de los dos comienza a sentirse incómodo dentro del vínculo. Comienza a sentir que la pareja no le da lo que está buscando y necesitando en ese momento. Muchas veces, lo que al principio de la relación era positivo, con el paso del tiempo y los cambios de cada uno, comienza a verse de manera negativa. Eso indica que se necesita renegociar el contrato de la pareja.
Muchas veces uno de los dos siente que pone más que el otro. ¿Cómo influye esa percepción en la distribución del poder dentro de la relación?
Lamentablemente, es muy habitual tener esa sensación dentro de una pareja y cuando eso sucede el que pone menos automáticamente tiene más poder del que pone más por eso de los derechos y las obligaciones. El más poderoso dentro de la pareja suele tener menos obligaciones y más derechos que el otro que tiene menos poder y por ende tiene más obligaciones y menos derechos.
Esto genera una asimetría dentro de la relación que más tarde o más temprano, desencadenará una crisis en la pareja si eso se sostiene en el tiempo. Dicho sea de paso, es sano que en una relación, el que se siente incómodo pida cambios, lo malo sería seguir siempre igual a base del sufrimiento de uno. El problema es que algunos integrantes que tienen más poder dentro de la pareja no están dispuestos a ceder y redistribuir el poder que circula dentro del vínculo. A ninguno de los dos le servirá tener todo el poder durante poco tiempo, sino que lo mejor será que cada uno tenga una porción menor de poder durante mucho más tiempo.
A simple vista parece muy mal lo que hace el que tiene más poder, pero es importante destacar que el otro, el empleado, permite que eso suceda. Hay responsabilidades compartidas en las parejas asimétricas.
¿Qué síntomas muestran que el poder está mal distribuido, aunque la pareja no lo reconozca abiertamente?
En esas parejas se hace todo lo que quiere el poderoso o la mayoría de las cosas. Nos mudamos al barrio que quiere ese, enviamos a los niños al colegio que eligió ese o pintamos las paredes de la casa del lugar que le gusta al que tiene más poder. Se termina dando una lógica jerárquica, es como si hubiera un jefe y un empleado. A simple vista parece muy mal lo que hace el que tiene más poder, pero es importante destacar que el otro, el empleado, permite que eso suceda. Hay responsabilidades compartidas en las parejas asimétricas.
¿Y qué puedes decirme del fortalecimiento del 'nosotros' como clave para mejorar la relación de pareja?
Finalmente, el fortalecimiento del 'nosotros' hace referencia a la importancia de crear un sentido de unidad dentro de la relación. Aunque cada miembro debe mantener su identidad individual, es necesario fomentar un vínculo común basado en intereses y objetivos compartidos. Esto permite que la pareja se enfrente a las crisis y crezca como un equipo.