Seguro que has visto las imágenes recientes del rey Felipe con el rostro visiblemente quemado por el sol tras su jornada en la nieve. De hecho, ha iniciado su discurso en el foro económico español Wake Up, Spain! pidiendo disculpas por su aspecto y recordando que "esto es lo que te ocurre cuando uno no se protege adecuadamente del sol".
Y es que quemarse en la nieve es una escena bastante habitual, aunque no deseable, cuando practicamos esquí sin la protección solar adecuada. Aunque parece que en invierno el sol no pega tan fuerte, ¡cuidado!. Según Mar Santamaria, responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, “en las estaciones de esquí la radiación ultravioleta es especialmente peligrosa por varios motivos: la altitud y la nieve”.
Es frecuente que muchas personas, especialmente aquellas que no esquían habitualmente, asocien el protector solar exclusivamente con el verano. Sin embargo, la realidad es que la exposición solar durante la práctica de deportes de invierno puede ser tanto o más dañina que en la playa. Mar Santamaria lo tiene claro: “Las estaciones de esquí están ubicadas en zonas altas donde la atmósfera filtra menos los rayos UV. Cada 1.000 metros que ascendemos, la radiación aumenta entre un 10% y un 12%".
Y hay otro factor clave del que muchos no somos conscientes. “La nieve refleja hasta el 80% de la radiación solar. Eso quiere decir que, además de los rayos directos del sol, recibimos los que rebotan desde el suelo, afectando zonas del cuerpo inesperadas, como la barbilla, los labios, las orejas e incluso la parte inferior de los ojos”, advierte la experta.
La nieve refleja hasta el 80% de la radiación solar. Eso quiere decir que, además de los rayos directos del sol, recibimos los que rebotan desde el suelo, afectando zonas del cuerpo inesperadas, como la barbilla, los labios, las orejas e incluso la parte inferior de los ojos
Radiación ultravioleta en invierno: más peligrosa de lo que parece
Por otro lado, puede que en invierno notes frío, que esté nublado o incluso que nieve un poco. Eso no significa que estés a salvo de quemarte. Mar Santamaria insiste en que "la radiación UV sigue siendo intensa, incluso en días nublados. Por eso es imprescindible que protejas tu piel correctamente cada vez que subas a la montaña".
El riesgo de no protegerse adecuadamente no es solo una quemadura superficial. Exponer la piel sin protección a estas radiaciones puede provocar daños importantes, acelerando el envejecimiento cutáneo, y lo más grave, aumentando considerablemente el riesgo de cáncer de piel. Entonces, ¿cómo debes usar exactamente el fotoprotector en la nieve para evitar pasar por una situación incómoda como la del rey?
¿Cómo debes usar bien el protector solar en la nieve?
Mar Santamaria nos da unos consejos claros y sencillos para mantener la piel protegida en tus escapadas invernales:
- Aplica suficiente fotoprotector antes de salir: no basta con una cantidad mínima. "Un truco práctico es usar la medida de los dos dedos. Aplica una línea generosa de crema solar en tu índice y medio, y extiéndela bien por todo el rostro", explica la experta. Hazlo al menos 20 minutos antes de empezar a esquiar, para que tu piel esté bien protegida desde el inicio.
- Reaplica la protección solar con frecuencia: no confíes en una sola aplicación. Según Mar Santamaria, "es fundamental reaplicar el protector solar cada dos horas como máximo". Los formatos en stick son muy cómodos y fáciles de llevar en el bolsillo del abrigo. Además, permiten una aplicación rápida y sencilla en las zonas más expuestas.
- Presta atención a las zonas sensibles: "nariz, labios, cicatrices recientes o manchas cutáneas son especialmente vulnerables", advierte Santamaria. Para los labios, opta siempre por bálsamos labiales específicos con factor solar alto, ideales para prevenir la sequedad y las quemaduras que suelen aparecer rápidamente en estas condiciones extremas.
- Utiliza siempre gafas de sol homologadas y con protección alta: no olvides que los ojos también sufren la radiación ultravioleta. Una buena protección ocular evita problemas serios, como la fotoconjuntivitis o la conocida como "ceguera de la nieve", que resulta muy dolorosa. E insiste en que la salud visual puede verse muy dañada por la exposición directa a la radiación solar en ambientes con nieve, siendo peligroso para la salud ocular no protegerse correctamente.
- Cuida tu piel después de esquiar: tras horas expuestos al frío, al viento y al sol reflejado en la nieve, la piel necesita recuperarse. "Al terminar la jornada, limpia tu rostro y aplica una crema nutritiva o un bálsamo emoliente para reparar la piel y evitar que se reseque en exceso", aconseja Mar Santamaria. Si alguna zona está muy agrietada, una fina capa de vaselina antes de acostarte te ayudará a recuperarte más rápidamente.
Si nos aplicamos correctamente el protector solar "en la cantidad suficiente, que esto es importante, no solo unas gotitas", o si utilizamos el stick solar "no solo en unas áreas dejando otras desprotegidas que también están en contacto con la radiación solar", estaremos cuidando adecuadamente la piel y evitaremos la quemadura solar. Como insiste, "es importante renovarlo cada dos horas, especialmente en la montaña. El momento ideal para hacerlo es cuando hacemos una parada para tomar algo, hidratarnos con agua o comer algo", aconseja Mar Santamaría. La experta recalca que renovar la protección es esencial, "incluso más a menudo si el sol pica fuerte en la montaña, porque a mayor altitud la radiación solar incide con más fuerza sobre la piel".
Hay que derivar al médico cuando la quemadura solar alcanza una intensidad elevada, molesta mucho o incluso duele, si la zona está inflamada, o aparecen síntomas generales como fiebre o malestar general
¿Y si ya te has quemado?
Quemarse la piel mientras esquías es algo que suele ocurrir con frecuencia. No solo porque no te has puesto bien el protector solar, sino porque quizá te has olvidado reponerlo. Y si ya ha pasado, ¿qué hacer? "Lo primero que tenemos que hacer es aprender la lección", explica Mar, destacando la importancia de evitar que una quemadura solar vuelva a repetirse. La piel acumula el daño producido por el sol año tras año, así que lo esencial es la prevención.
Pero si ya te has quemado, Mar recomienda como primer paso "aplicar frío local", que puede ser con un paño mojado en agua fría o incluso rociando la zona afectada con agua termal para aliviar la incomodidad inicial. A continuación, la hidratación es fundamental: "Utiliza algún sérum con ácido hialurónico porque retiene la hidratación y aporta muchísima hidratación a la piel". También sugiere cosméticos minimalistas que contengan ingredientes reparadores para restaurar la función barrera alterada por la quemadura.
En la nieve, estas quemaduras suelen ser leves porque la zona expuesta es reducida (normalmente el rostro, las orejas o zonas pequeñas). Por eso, la mayoría de las veces bastará con hidratación local y productos calmantes para reparar la piel. Sin embargo, advierte que la zona afectada estará especialmente vulnerable y sensibilizada, por lo que hay que seguir aplicando protección solar una vez la piel se calme, para no agravar el daño.
Para no quemarnos es conveniente llevar un fotoprotector pequeño, preferiblemente en formato stick. Son prácticos, no hace falta quitarse los guantes, y podemos aplicarlos fácilmente en cualquier pausa mientras esquiamos
¿Tengo que ir al médico si me he quemado la cara esquiando?
"Hay que derivar al médico cuando la quemadura solar alcanza una intensidad elevada, molesta mucho o incluso duele, si la zona está inflamada, o aparecen síntomas generales como fiebre o malestar general". En esos casos es imprescindible consultar a un profesional sanitario porque podría ser necesario el uso de medicamentos específicos como pomadas antisépticas o antiinflamatorias.
La preguntamos a la experta cuánto tiempo puede tardar en recuperarse la piel quemada por el sol y nos responde que depende del grado de la quemadura, “pero que estas quemaduras leves típicas del invierno suelen mejorar en unos días”. Eso sí, insiste en que aunque la zona se vea mejor, es esencial continuar cuidándola: "Sigue aplicando cosméticos hidratantes, calmantes y reparadores que contengan ácido hialurónico, centella asiática o ceramidas para restaurar la función barrera, evitando siempre productos irritantes como perfumes o alcohol".
Finalmente, para evitar que esto vuelva a ocurrir, Mar recomienda llevar siempre un fotoprotector pequeño, preferiblemente en formato stick: "Son prácticos, no hace falta quitarse los guantes, y podemos aplicarlos fácilmente en cualquier pausa mientras esquiamos".