A Victoria de Marichalar no le asustan los retos. Así se ha puesto de manifiesto en su paso por El Desafío, de cuya quinta edición, que echó el cierre el pasado viernes, se ha convertido en finalista. La hija de la infanta Elena ha sorprendido a todos no sólo por su capacidad de conectar con el público, también por haberse enfrentado a pruebas muy extremas, que en su mayoría ha concluido con buena nota.
Su “bautizo” televisivo en este talent show ha sido comentado en todo el mundo. De hecho, la revista francesa Point de vue ha dicho de ella que es “aventurera de corazón”. Y desde luego lo ha demostrado. Victoria ha tenido que entrenar duro para salir airosa de los desafíos, en dos de los cuales se alzó con el triunfo.
Uno de ellos fue la coreografía de ballet con la que se convirtió en ganadora de la octava gala. “No he hecho ballet nunca”, confesó la sobrina de Felipe VI, que estaba muy nerviosa antes de realizar la prueba. Ahora sabemos que la sobrina de Felipe VI sí que se ha acercado de alguna manera a la danza, al llevar un tiempo practicando una de las rutinas fitness de plena tendencia y que cada vez tiene más adeptos, especialmente entre el público femenino: el barré.
Se trata de una disciplina que aúna el yoga, el pilates y la danza, y que mediante ejercicios cortos y controlados, ayuda a tonificar el cuerpo. Una de sus grandes ventajas respecto a otros deportes es que puede ser practicado independientemente de la condición física, incluso estando embarazada o en post parto.
El barré o ballet fit, como también se le denomina, se practica con una barra de madera —como las de los estudios de danza— adaptada a todos los niveles. “De bajo impacto, pero con mucha fuerza, resistencia y cardio”, aseguran en Casa Barré, el espacio donde Victoria de Marichalar acude a ejercitarse. Desde allí, se describe también como “una actividad que no solo es visualmente atractiva, sino que contribuye a la corrección de la postura, al aumento de la flexibilidad y la resistencia y del equilibrio trabajando la coordinación, además de ayudar a regular y reducir los niveles de estrés”.
Victoria suele ir a las clases junto a su mejor amiga Rochi Laffón, que como la hija de la infanta Elena practica también la equitación y es una consumada amazona. Otras de sus compañeras de estudio son la modelo Laura Cordón, la diseñadora Blanca Bleis y la influecer Bea Gimeno.
No en vano ya se conoce esta práctica como el entrenamiento de las famosas. Al otro lado del Atlántico, por ejemplo, entre las adeptas a esta mezcla de ballet, pilates y yoga se encuentran Jennifer Aniston, Jessica Alba, Kendall Jenner, Taylor Swift, Sofía Vergara, Alessandra Ambrosio y Miranda Kerr. Y en España, algunas de las “barré girls” son la modelo y empresaria Eugenia Silva, las actrices Paula Echevarría y María Pedraza y la presentadora Raquel Sánchez Silva.