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mujer pensativa sentada en el sofá© Getty Images

Día Mundial

Cáncer de cuello uterino: la importancia de la detección temprana y de la vacunación para salvar vidas

Hablamos con una doctora sobre lo que ha supuesto la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en la prevención de este tipo de cáncer


26 de marzo de 2025 - 7:00 CET

Si hay un tipo de cáncer en el que la vacuna por fin es un hecho y ha supuesto, sin duda, un antes y un después, ese es el de cuello de útero o cérvix. Precisamente por eso es tan importante seguir conmemorando, cada 26 de marzo, el Día Mundial de la Prevención del Cáncer del Cuello Uterino, una jornada que nos recuerda la importancia de la detección temprana y la vacunación para salvar vidas. Aunque es un cáncer prevenible, sigue teniendo una elevada prevalencia en muchas partes del mundo (el 95% de las muertes por este cáncer ocurren en países de ingresos bajos y medianos, debido a la falta de acceso a programas de vacunación y detección precoz). 

Así, no podemos perder de vista que es el cuarto tipo de cáncer más común entre las mujeres a nivel mundial. Solo en España, En 2024, se diagnosticaron más de 2.000 casos nuevos, con una incidencia de 9.1 casos por cada 100.000 mujeres. Gracias a la vacunación y cribado, la tasa ajustada por edad en España es de 4.5 casos por cada 100,000 habitantes, por debajo de la media europea.

Sobre este tipo de cáncer y sobre la importancia de la prevención hemos tenido la ocasión de hablar con la doctora Ana Conde, especialista en Ginecología del Servicio de Oncologia Ginecológica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten.

Estamos ante el cuarto tipo de cáncer más común entre las mujeres a nivel mundial

¿Cuáles son los factores de riesgo principales para desarrollar cáncer de cuello uterino?

El factor de riesgo más importante para desarrollar un cáncer de cuello uterino es la presencia del virus del papiloma humano, el cual se adquiere a través de relaciones sexuales. Una paciente que haya tenido más relaciones sexuales, más parejas sexuales tiene más probabilidades. Pero una persona que haya tenido una única pareja sexual en su vida también puede tener cáncer de cuello uterino. Al mismo tiempo, existe un pequeño porcentaje de casos que son VPH independientes.

¿Es un tipo de cáncer frecuente, cuál es su prevalencia?

A nivel mundial es un cáncer muy prevalente. Es en torno al cuarto cáncer más prevalente en las mujeres, pero en nuestro medio, en España, la prevalencia es menor, ya que tenemos estrategias, como los cribados con la citología, las pruebas de detección del virus del papiloma humano, que hacen que podamos detectar lesiones premalignas, con lo que podemos tratarlas y así evitar que se desarrolle un cáncer. Ahora mismo estamos alrededor de 2.000 casos al año.

El factor de riesgo más importante para desarrollar un cáncer de cuello uterino es la presencia del virus del papiloma humano

Doctora Ana Conde, especialista en Ginecología

¿Cómo influye el virus del papiloma humano (VPH) en el desarrollo de esta enfermedad?

El virus del papiloma humano es el causante de más de 95% de los cánceres de cuello de útero. Cuando una mujer está expuesta a una infección por el virus del papiloma humano, si esta infección es transitoria, el cuerpo puede eliminarlo y no tenemos ninguna repercusión. Pero si esta infección es persistente, se generan una serie de alteraciones en las células que hace que se desarrollen lesiones premalignas que, de no ser detectadas y de no ser tratadas con tiempo, con años de evolución, acaban desarrollando un cáncer de cuello uterino.

¿Es una enfermedad que se puede prevenir?

Es una enfermedad que se puede prevenir, ya que tenemos estrategias de vacunación poblacional adolescente, con edades en torno a los 12 años a mujeres y hombres, con lo cual se previene el desarrollo de la infección de los genotipos más agresivos. Y existe otra estrategia de prevención del cáncer en cuanto al uso de citología y detección de virus del papiloma humano, lo que nos permite detectar esas lesiones premalignas y tratarlas de manera que evitemos el desarrollo del cáncer.

De ahí la importancia de recordar a las mujeres que acudan a su cribado con citología o determinación del virus del papiloma humano. De manera que, si tenemos una lesión de bajo o de alto grado, podamos hacer el adecuado seguimiento o el adecuado tratamiento, y de esta forma podamos prevenir la aparición de cáncer de cuello uterino o detectarlo en el estadio más precoz posible.

mujer joven poniéndose la vacuna del virus del papiloma humano (VPH)© Getty Images

¿Qué ha supuesto la vacunación contra el VPH en la prevención del cáncer de cuello uterino?

La vacunación está suponiendo una disminución tanto de las lesiones premalignas como del cáncer de cuello uterino, muy importante para las mujeres. Pero también hay que recordar que el VPH está relacionado con otros cánceres, como puede ser el cáncer anal o el cáncer de garganta, los cuales también se van a ver beneficiados en esa disminución de la prevalencia.

Un estudio publicado en 'The Lancet' con datos de Reino Unido comprobó que las mujeres que se habían vacunado a los 12 y 13 años tenían un 87% menos de tumores de cérvix que quienes no la habían recibido. Otro estudio en 'The New England Journal of Medicine' arrojó similares resultados en Suecia. Sin duda, la vacunación en este tipo de cáncer ha marcado un antes y un después, ¿no cree?

Las vacunas que teníamos hace unos años prevenían la infección entre los genotipos 16 y 18, que son los genotipos de mayor riesgo, los cuales causan el 90% de los cánceres de cuello de útero. Y existía una vacuna que también cubría los condilomas, que los generan genotipos de bajo riesgo. La vacuna que tenemos actualmente cubre frente a siete genotipos de alto riesgo y frente a dos genotipos de bajo riesgo causantes de condilomas. Se está ofreciendo la posibilidad de una vacunación voluntaria a mujeres de mayor rango de edad que deseen de manera voluntaria protegerse frente a este virus. Asimismo, a una paciente a la cual le realizamos una conización por una lesión premaligna, se le ofrece la posibilidad de vacunarse, de manera que una vez que su cuerpo haya conseguido eliminar la infección, bajemos drásticamente la posibilidad de que la vuelva a contraer.

El síntoma al que le tenemos que prestar más atención es el sangrado durante las relaciones sexuales

Doctora Ana Conde, especialista en Ginecología

¿Qué grupos de edad son los más recomendados para recibir la vacuna?

La vacuna está cubierta por parte de la Seguridad Social en mujeres y hombres adolescentes en torno a 12 años. Pero cualquier mujer e incluso cualquier hombre que desee prevenir la infección puede vacunarse de manera voluntaria. Cuando una mujer lo hace de manera voluntaria, se recomiendan tres dosis. Normalmente se aplica una dosis ahora, otra los dos meses y otra a los seis meses.

¿Cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de la enfermedad?

El síntoma al que le tenemos que prestar más atención es el sangrado durante las relaciones sexuales. Pero ante cualquier tipo de sangrado anómalo entre reglas debemos recomendar una visita al al ginecólogo.

¿Cómo se confirma el diagnóstico de la enfermedad?

El diagnóstico de la enfermedad normalmente se realiza mediante una exploración en consulta ayudados por el espéculo. Si vemos un cáncer macroscópico o un cáncer a simple vista, habrá que realizar una biopsia. Y si la paciente nos es remitida por una alteración en la citología, será necesario realizar una colposcopia, que es una técnica que consiste en la exploración del cuello del útero, ayudados por unos líquidos y un microscopio y se hacen biopsias dirigidas de zonas sospechosas. Una vez realizada la biopsia, será el patólogo el que nos confirme si existe o no lesión y si existe la enfermedad.

¿Cuáles son los avances más recientes en el tratamiento del cáncer de cuello uterino?

Normalmente los tumores iniciales son tratados con cirugía y los tumores localmente avanzados suelen tratarse con quimio y radioterapia. Últimamente las indicaciones de la cirugía son cada vez más precisas, de manera que en tumores más pequeños y en pacientes de menor riesgo podemos usar técnicas quirúrgicas menos invasivas. Y en cuanto a quimioterapia, se está asociando la inmunoterapia para tratar estos cánceres más avanzados. 

Hay estrategias que hacen que podamos prevenir la aparición de cáncer de cuello uterino o detectarlo en el estadio más precoz posible

Doctora Ana Conde, especialista en Ginecología

¿Cuáles son las principales complicaciones derivadas del cáncer de cérvix?

En el caso de un cáncer no tratado, debemos tener en cuenta que cualquier cáncer puede metastatizar a otros órganos. Además, a nivel local, si continúa el crecimiento en el cuello uterino, pueden ocurrir desde sangrados a dolor, y si sigue creciendo, afectación de la vejiga y del recto, provocando fístulas. 

En el caso de un cáncer de cérvix que esté tratado, debemos tener en cuenta los posibles efectos secundarios de cada tratamiento. En cuanto a la cirugía, la mujer puede tener al principio dificultades al orinar o una vagina algo más corta. En cuanto a los tratamientos de quimio y radioterapia, pueden aparecer desde parestesias de la quimioterapia a mayor sequedad vaginal o una vagina también más acortada, debido a los efectos de la radioterapia. Pero normalmente todos son efectos secundarios que podemos intentar mitigar y tratar. 

Por último, en cuanto a pacientes con recidivas pélvicas, a veces requieren de cirugías más agresivas que incluso pueden implicar que tengamos que llegar a extirpar la vejiga y el recto. Estos son casos muy excepcionales.

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