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Borja Vilaseca, escritor© Penguin Random House

Día Mundial de la Felicidad

Borja Vilaseca, escritor: 'El cortisol, la hormona del estrés, te aleja mucho de la felicidad'

Hablamos con el autor del libro 'Ser feliz es fácil' sobre si nos hemos llegado a obsesionar con la búsqueda de esta emoción


20 de marzo de 2025 - 7:00 CET

Hoy seguro que escuchas que se habla de felicidad. Cada 20 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Felicidad, una emoción, un sentimiento al que todos aspiramos en mayor o menor medida. Sin embargo, si nos paramos a pensar en los datos, cada vez más personas padecen problemas como depresión, estrés crónico o ansiedad, que están reñidos de manera muy clara con lo que entendemos por felicidad. Sin embargo, algo no encaja, pues más del 80% de los españoles declara abiertamente ser feliz, puntuando de media su felicidad en más de un 7,5 sobre 10, según varias encuestas realizadas por la consultora en investigación de mercado Ipsos y por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). De todo ello hemos querido hablar con Borja Vilaseca, profesor y escritor, referente del ámbito del autoconocimiento, quien ha publicado recientemente su libro Ser feliz es fácil (Vergara).

¿Piensa que nos hemos llegado a obsesionar con el hecho de buscar la felicidad a toda costa?

Hoy en día hay una paradoja: hay una infelicidad tremenda por todas partes que se manifiesta en forma de ansiedad, estrés, depresión, vacío existencial y, sin embargo, nunca ha habido tanta obsesión por la búsqueda de la felicidad, que lamentablemente se ha convertido en hedonismo. 

Al final la queremos ya y eso ha convertido esta búsqueda en adicción a la dopamina, placer instantáneo, que te proporciona la gratificación a corto plazo. Pero eso no colma, eso no llena, eso no es felicidad. Y por eso, por más que la buscamos obsesivamente, cada vez somos más infelices.

mujer feliz saltando con globos en la mano© Getty Images

¿Puede la búsqueda constante de la felicidad ser incluso contraproducente?

Sí, por supuesto eso es contraproducente porque la felicidad no la vamos a encontrar fuera de nosotros mismos, sino que es una consecuencia de un trabajo personal, profundo, de cuidar nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro espíritu y nuestro sistema nervioso, que es un poco el viaje que propone el libro a través del amor propio.

La felicidad no la vamos a encontrar fuera de nosotros mismos, sino que es una consecuencia de un trabajo personal, profundo

Borja Vilaseca

Sin embargo, hay quienes afirman que no estamos hechos para ser felices todo el tiempo, ¿cuál es su opinión?

Partimos de que el cerebro humano no está hecho para ser feliz. Está hecho para sobrevivir. Y realmente cuando se habla de felicidad, se tiene una concepción muy equivocada, de que todo nos vaya bien, de que estemos en un estado casi eufórico. 

La felicidad empieza con la ausencia de sufrimiento. Y la felicidad es el estado de satisfacción interno cuando tu organismo, tu condición humana, está armonizado y sientes un bienestar, una paz, una tranquilidad interior que no tiene ninguna causa externa, y en ese sentido es un estado bastante natural que se puede sostener con el paso del tiempo. 

Ahora bien, que los seres humanos estemos siempre plenamente armonizados y que nos sintamos bien y satisfechos con nuestra condición humana todo el rato, realmente eso lo veo utópico, porque siempre hay movimientos emocionales y estados transitorios, tránsitos. Pero sí que podemos experimentar estados de bienestar mucho mayores de los que estamos experimentando hoy en día. Y para ello necesitamos educación emocional y educación espiritual.

mujer sonriente montando en bicicleta© Getty Images

El título del libro ya es toda una declaración de intenciones y, como usted mismo apunta, una provocación. ¿Realmente es fácil ser feliz?

El título del libro es una provocación. Hablar de felicidad hoy en día es blasfemia, porque la gente es muy infeliz y no sabe cómo cambiarlo, porque la sociedad y el sistema promueven toda una forma de vivir que es contraproducente para ser feliz. Pero realmente ser feliz es fácil. Es decir, si tú adquieres conocimiento y sabiduría sobre cómo funciona tu cuerpo, sobre qué es la mente, sobre cómo vivir conectado con el espíritu, sobre cómo regular tu sistema nervioso y lo pones en práctica con disciplina, ser feliz es fácil, porque ser feliz es nuestra verdadera naturaleza. Es lo que somos en esencia. Es lo que surge de nuestro interior cuando estamos conectados con el ser, con nuestra esencia. 

El asunto es que ya digo que la sociedad actual promueve una forma de entender al ser humano y de vivir la vida que nos lleva a todo lo contrario. Por eso, ser feliz no es fácil en la sociedad y en el sistema de hoy en día, pero no porque no lo sea, sino porque las creencias con las que hemos sido adoctrinados nos llevan a vivir de tal forma que hacemos imposible la felicidad.

Es una contradicción que afirmemos que somos felices cuando, a la vez, somos una sociedad cada vez más medicada para tratar problemas de salud mental como depresiones o cuadros de ansiedad, ¿no cree?

El problema en nuestra sociedad es que lo que se promueve es el alivio, no la curación. Ser verdaderamente feliz es doloroso al principio, porque implica sumergirte en lo profundo de tu vacío existencial, abrazar el dolor, confrontar tus sombras, sanar heridas de infancia, cuestionar creencias limitantes. Todo eso es incómodo al principio y, por eso, cuando la realidad aprieta y las personas se sienten mal y sufren, lo que buscan son ansiolíticos y antidepresivos que te proporciona la industria farmacéutica. Y todo eso no cura. Todo eso causa alivio. 

Entonces, por eso, en general estamos como estamos. Pero si tú te metes en lo profundo del trabajo personal y autoconocimiento, es verdad que a corto plazo es doloroso conocerse y sanarse, pero a medio y largo plazo puedes experimentar esa verdadera felicidad de la que estamos hablando. Lo que pasa es que la gente en general es muy cómoda y no quiere pagar el precio que implica ser verdaderamente feliz.

La gente en general es muy cómoda y no quiere pagar el precio que implica ser verdaderamente feliz

Borja Vilaseca

¿Se puede aprender a ser feliz, o hay personas que nacen más felices que otras?

Se puede aprender a ser feliz porque se puede aprender a conocerse a uno mismo y saber lo que necesitas. Y cada persona tiene su particularidad. Hay algunas que seguramente genéticamente tienen más predisposición que otras y, por tanto, seguramente más facilidad, pero todos compartimos la condición humana. 

Insisto, si tú cuidas tu cuerpo con buena alimentación, con ejercicio físico y descansas, este estará armonizado. Si tú practicas la meditación, observas tu mente, cuestionas los pensamientos, tu mente estará armonizada. Si tú practicas una vida interior, espiritual, una relajación profunda, pues también estarás más conectado con el espíritu. Y todo esto afectará a la regulación de tu sistema nervioso y todo eso contribuirá a que te sientas mejor contigo mismo. Pero evidentemente, cada persona es un mundo y cada persona tiene sus particularidades, pero sí que compartimos una condición humana. 

¿De qué manera afectan las expectativas personales a nuestra felicidad?

Las expectativas afectan muchísimo y, por ejemplo, en el caso de España, el gran problema para la felicidad es la envidia. La gente se compara mucho y mira lo que el otro tiene y crea unas expectativas de lo que se supone que debería ser mi vida o de cómo se supone que debería ser mi pareja o lo que se supone que yo debería tener. Y se montan una película en la cabeza de lo que creen que necesitan para ser felices. 

Paradójicamente, esas expectativas son fuente de mucha desdicha y sufrimiento. Con lo cual, la felicidad también tiene mucho que ver con aceptar lo que es, con estar en paz con lo que sucede, con no poner resistencia, con dar gracias por lo que tienes y por valorar muchísimo aquello que sí está funcionando en tu vida. El ser humano tiende siempre a querer lo que no tiene, a esperar aquello que no ha sucedido todavía. Y entonces ahí te haces muy infeliz a ti mismo.

Se habla incluso de la felicidad tóxica, ¿qué opina sobre este concepto?

No sé muy bien lo que significa felicidad tóxica, pero sí que semánticamente se utiliza muy mal la palabra felicidad. La felicidad no tiene ninguna causa externa, jamás podrá venir de fuera. La felicidad es un estado interior del ser humano, que tiene que ver con la conexión con el ser, con nuestra esencia, estar muy presente, vivir conscientemente, aquí y ahora. 

Nos hemos conformado con sucedáneos de felicidad, que muchas veces son parches que te proporcionan placer, comodidad, euforia o que te ayudan a aliviar por momentos el malestar y el sufrimiento. Y eso es pseudo felicidad. Es posible que se refiera a eso el concepto de felicidad tóxica. 

Lo que no es felicidad no puede colmar tu anhelo de felicidad, que es tu naturaleza esencial. Y por tanto, cuando algo te aleja del sufrimiento, te vuelves adicto un poco a eso. Hay mucha gente que es adicta al placer a corto plazo, a dopamina, y eso sí que genera una vida muy disfuncional a medio largo plazo, como por ejemplo el consumo de redes sociales: a corto plazo te aportan dopamina, pero luego te vuelves adicto y te vas enajenando y eso causa mucha disfunción. 

tres amigas sentadas en el suelo de casa, muy sonrientes y felices© Getty Images

¿Cómo podemos identificar y superar los obstáculos que nos impiden ser felices?

Al final los obstáculos que hay detrás de la posibilidad de ser felices son todos aquellos que te alejan de la felicidad, todo aquello que te acerca al sufrimiento. Para mí el gran obstáculo es el ego. Es identificar este yo ilusorio con el que estamos identificados. Creemos que somos un 'yo con patas' y que este yo está separado de la realidad y que este yo tiene muchos deseos, necesidades, expectativas. Entonces todo el rato es yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, mí, me, conmigo. 

Ese es el principal obstáculo de la felicidad. Cada vez somos más egocéntricos, más narcisistas y eso para mí es lo que nos está alejando de la felicidad esencial. Entonces yo creo que con humildad, con honestidad, con valentía debemos observar cada vez que cosechamos un resultado insatisfactorio, cada vez que hay conflicto en nuestra vida, es que algo no funciona. Y en vez de caer en el victimismo, que es la filosofía dominante, pararse, reflexionar, cuestionarse y ver realmente en qué me estoy equivocando, qué puedo aprender, cómo puedo crecer, madurar espiritualmente.

¿Cómo integras las filosofías orientales y la neurociencia en tu enfoque sobre la felicidad?

Para mí, las filosofías orientales y también, por citar algunas más occidentales como el estoicismo, son fundamentales para aprender a ser felices. Un ejemplo es la meditación. Y hay que tener una complicidad con la vida, confiar en la vida. Entender que la vida es un viaje pedagógico en el que que siempre, siempre, siempre, podemos aprender, crecer, evolucionar, aprovechar lo que nos pasa para sanar. Evolucionar para tener una actitud y una mentalidad más resiliente. Y amar la vida. Eso es algo que nos enseña mucho la espiritualidad. 

Y luego, por otro lado, la neurociencia, muy importante para entenderse todo el sistema nervioso, todos los neurotransmisores, y entender que el cortisol, la hormona del estrés, te aleja mucho de la felicidad. En cambio, la serotonina te da mucha paz, mucha serenidad. Entonces saberlos utilizar en tu favor a la hora de crear tu estilo de vida es fundamental para aprender a ser felices. Cuerpo, mente, espíritu. Y yo añado sistema nervioso. Si cuidas estos cuatro componentes de tu condición humana, independientemente cómo sea el decorado tu vida, te vas a sentir muchísimo mejor contigo mismo y desde ahí, tu actitud frente a tus circunstancias será mucho más optimista, constructiva y sabia. Si empezamos por ahí, todo va a empezar a cambiar a mejor, a mucho mejor. 

Portada del libro 'Ser feliz es fácil' de Borja Vilaseca© Vergara

¿Cuál es tu consejo más importante para alguien que se siente atrapado en la rutina diaria y busca ser más feliz?

Para mí el consejo más sabio sería conócete a ti mismo. Invertir en autoconocimiento, en educación emocional, en educación espiritual. Todo lo que sea leer libros como este, escuchar charlas por YouTube, hacer alguna formación, empezar con el Eneagrama, que es una herramienta de autoconocimiento bestial. Es decir, es que el conocimiento está ahí. Entonces la gente no es feliz porque no sabe, pero no sabe porque no quiere, porque no está buscando. Entonces hay que empezar a buscar, a tener conocimiento de calidad y luego aplicarlo. Entonces, a un año vista, cómo puede cambiar tu vida a nivel emocional si empiezas a trabajar. Y por supuesto también a través de la psicoterapia.

Nos hemos conformado con sucedáneos de felicidad, que muchas veces son parches que te proporcionan placer, comodidad, euforia o que te ayudan a aliviar por momentos el malestar y el sufrimiento

Borja Vilaseca

¿Qué te inspiró a escribir este libro sobre la felicidad?

Me inspiraron dos cosas. Una fue mi madre antes de morir, sus últimas palabras fueron que tuviera compasión con la sociedad. Y el libro es un homenaje también a cómo relacionarte con personas descentradas a través de la compasión. 

Además, también surge a raíz de una situación personal complicada como es un divorcio. En medio de ese proceso tan doloroso es cuando ha salido una flor muy bonita como este libro. Para mí personalmente, como siempre digo, escribir es mi terapia y me ha hecho mucho bien escribirlo, porque incluso en un momento de mi vida tan oscuro y tan adverso, he podido verificar que ser feliz es fácil. Y como siempre hago, escribir es algo que me transforma esperando que transforme a los lectores también.

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