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mujer tocándose las manos junto al teclado del ordenador© Getty Images

El síntoma que muchos pasan por alto y podría indicar que padeces reuma

Las enfermedades reumáticas pueden comprometer significativamente la funcionalidad y la calidad de vida del paciente, generando dolor, rigidez, deformidades y pérdida de movilidad en articulaciones como las de los dedos, la muñeca y el codo


20 de marzo de 2025 - 18:00 CET

Lo primero que tenemos que aclarar es qué es lo que se conoce popularmente como reuma. “Es un término coloquial que engloba diversas enfermedades reumáticas que afectan las articulaciones, los músculos, los tendones y el tejido conectivo. En términos médicos, no es una patología específica, sino un concepto general que puede incluir condiciones como la artritis reumatoide, la osteoartritis, la gota, el lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades autoinmunes o inflamatorias”, nos cuenta el doctor Alessandro Thione, especialista en Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética y Cirugía de la mano.

El experto nos explica que en el caso de la mano, las enfermedades reumáticas pueden comprometer significativamente la funcionalidad y la calidad de vida del paciente, generando dolor, rigidez, deformidades y pérdida de movilidad en articulaciones como las de los dedos, la muñeca y el codo. “Es fundamental un abordaje multidisciplinario que incluya tratamiento médico, rehabilitación y, en casos avanzados, procedimientos quirúrgicos para mejorar la función y aliviar el dolor”, nos comenta.

Muchas patologías reumáticas afectan directamente a las articulaciones, los tendones y los tejidos blandos de la mano

El dolor en las manos, un síntoma que hay que tener en cuenta

Sin duda, uno de los síntomas que más puede alarmarnos es el dolor en las manos, que bien puede indicar un síntoma de una enfermedad reumática. “De hecho, muchas patologías reumáticas afectan directamente a las articulaciones, los tendones y los tejidos blandos de la mano, causando inflamación, rigidez, deformidades y disminución de la función”, nos comenta el doctor.  

Así, entre las enfermedades más comunes que pueden manifestarse con dolor en las manos se encuentran:

  • Artritis reumatoide: una enfermedad autoinmune que provoca inflamación crónica en las articulaciones, afectando con frecuencia las manos y causando deformidades progresivas si no se trata adecuadamente.
  • Osteoartritis: un proceso degenerativo del cartílago articular que genera dolor, rigidez y pérdida de movilidad, especialmente en articulaciones como la base del pulgar.
  • Gota: causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, provocando episodios de inflamación y dolor intenso.
  • Lupus eritematoso sistémico: una enfermedad autoinmune que puede afectar las articulaciones de las manos, generando dolor e inflamación.
  • Esclerodermia y otras enfermedades del tejido conectivo: que pueden producir rigidez y alteraciones vasculares en las manos.

“Ante la presencia de dolor persistente en las manos, acompañado de hinchazón, rigidez matutina o pérdida de movilidad, es recomendable acudir a un especialista en reumatología o cirugía de la mano para un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno”, nos cuenta.

¿Qué otros síntomas pueden acompañar al dolor de manos?

No solo puede aparecer dolor en las manos, sino que hay otras señales de alarma. Así, el dolor en las manos asociado a enfermedades reumáticas suele ir acompañado de otros síntomas que pueden ayudar a orientar el diagnóstico. 

  • Muchas veces, los pacientes también experimentan rigidez matutina, una sensación de dificultad para mover los dedos después de un período de reposo, lo que es especialmente característico de patologías inflamatorias como la artritis reumatoide.
  • Además, puede haber hinchazón en las articulaciones, acompañada de enrojecimiento y calor, signos de inflamación activa.
  • A medida que la enfermedad avanza, algunos pacientes notan pérdida de fuerza y movilidad en las manos, lo que puede interferir con actividades cotidianas como sujetar objetos o escribir.
  • En enfermedades más avanzadas, pueden aparecer deformidades articulares progresivas, lo que genera limitaciones funcionales.
  • Por otro lado, algunas patologías reumáticas no solo afectan las articulaciones, sino que también pueden manifestarse con síntomas generales como fatiga persistente, fiebre, malestar general o, incluso, pérdida de peso.
  • En ciertas enfermedades autoinmunes, como el lupus o la esclerodermia, pueden aparecer cambios en la piel, como úlceras, endurecimiento cutáneo o el fenómeno de Raynaud, que provoca cambios de color en los dedos con la exposición al frío o el estrés. 

“Ante la presencia de estos síntomas, es fundamental acudir a un especialista para obtener un diagnóstico preciso y definir un tratamiento adecuado que ayude a controlar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente”, nos comenta el especialista.

mujer madura con dolor de manos© Getty Images

¿Cómo se diagnostica la artritis reumatoide en sus primeras etapas?

El diagnóstico temprano de la artritis reumatoide es clave para evitar el daño articular irreversible y preservar la funcionalidad de las manos. “En sus primeras etapas, esta enfermedad se diagnostica a través de una combinación de la historia clínica, el examen físico y pruebas complementarias. Desde el punto de vista clínico, el paciente suele presentar dolor articular persistente, acompañado de rigidez matutina prolongada y cierta inflamación en las articulaciones de las manos y muñecas”, nos dice el doctor.

Es característico que la afectación sea simétrica, es decir, que los síntomas aparezcan en ambas manos de manera similar. En la exploración física, se evalúa la sensibilidad y la inflamación de las articulaciones metacarpofalángicas y las interfalángicas proximales, además de la limitación de movilidad.

¿Qué pruebas específicas se utilizan para confirmar las enfermedades reumáticas?

El especialista nos explica que a partir de los hallazgos clínicos, el médico puede solicitar estudios de laboratorio, como el factor reumatoide (FR) y los anticuerpos anti-CCP, que suelen estar elevados en la mayoría de los casos, aunque su ausencia no descarta la enfermedad. “También se pueden observar signos de inflamación sistémica, como un aumento en la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR).  Los estudios de imagen, como la radiografía, pueden no mostrar alteraciones significativas en las primeras etapas, pero la ecografía articular y la resonancia magnética son herramientas útiles para detectar signos iniciales de sinovitis o erosiones óseas tempranas”, detalla.

Lo que es clave es que un diagnóstico precoz permite iniciar un tratamiento adecuado con fármacos modificadores de la enfermedad, lo que ayuda a frenar su progresión y mejorar la calidad de vida del paciente. “Por ello, ante la presencia de síntomas sugestivos, es fundamental acudir a un especialista en reumatología o cirugía de la mano para una evaluación oportuna”, indica.

El diagnóstico temprano evitar el daño articular irreversible y preservar la funcionalidad de las manos

Tratamientos para el dolor de manos

Teniendo esto en cuenta, nos preguntamos qué tratamientos están disponibles para el dolor de manos causado por artritis reumatoide. “El tratamiento del dolor de manos causado por artritis reumatoide depende de la etapa de la enfermedad y del grado de afectación articular. En las fases iniciales, el enfoque principal es médico, con el objetivo de reducir la inflamación, controlar el dolor y prevenir el daño articular. Para ello, se utilizan fármacos modificadores de la enfermedad, como el metotrexato, los biológicos y los inhibidores de JAK, que ayudan a modular la respuesta inmunitaria y a frenar la progresión del daño articular. Además, el manejo del dolor puede incluir antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y corticoides en casos seleccionados”, comenta el doctor.

Cuando la enfermedad avanza y el daño estructural se vuelve irreversible, indica que pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas para mejorar la funcionalidad y reducir el dolor. “Entre los procedimientos disponibles en cirugía de la mano, se encuentran la sinovectomía, que consiste en la eliminación del tejido inflamado dentro de la articulación para reducir la inflamación y el dolor; la artrodesis, que fija la articulación en una posición estable para eliminar el dolor en casos severos; y la artroplastia, en la que se reemplaza la articulación dañada con una prótesis para restaurar el movimiento”, apunta el Alessandro Thione.

Otras opciones a las que también hace referencia incluyen la reconstrucción de tendones en casos de roturas secundarias a la inflamación crónica, así como procedimientos para corregir deformidades en los dedos, como la desviación cubital o las deformidades en cuello de cisne. “En cualquier caso, la decisión de realizar una cirugía depende del grado de afectación articular, la respuesta al tratamiento médico y las necesidades funcionales del paciente. Un enfoque multidisciplinario, que combine reumatología, fisioterapia y cirugía de la mano cuando sea necesario, permite ofrecer la mejor calidad de vida a los pacientes con artritis reumatoide”, nos comenta.

Cómo nos puede afectar el dolor de manos

Sin duda, hay que tratar de poner remedio, pues el dolor de manos puede afectar la vida diaria y las actividades cotidianas. “El dolor de manos por artritis reumatoide puede afectar significativamente la vida diaria dificultando tareas básicas como vestirse, sujetar objetos o escribir. La rigidez y la pérdida de fuerza limitan la funcionalidad, mientras que el dolor crónico puede generar frustración y afectar el bienestar emocional”, nos dice el doctor. Pero es que con el tiempo, las deformidades articulares pueden agravar estas dificultades. Un tratamiento adecuado, combinado con rehabilitación y adaptaciones ergonómicas, es clave para preservar la independencia y mejorar la calidad de vida del paciente.

Y nos pone un ejemplo concreto de un paciente. Un caso que ejemplifica el impacto positivo de la cirugía en la artritis reumatoide es el de L., una pianista de 52 años cuya pasión y carrera estaban en riesgo debido al dolor y la deformidad en sus manos. “Durante años, la artritis reumatoide fue limitando su movilidad, al punto de que tocar el piano, algo que había sido su vida, se convirtió en una tarea imposible. Cuando llegó a la consulta, sus dedos estaban desviados y le resultaba doloroso incluso abotonar su camisa. Tras evaluar su caso, optamos por realizar una cirugía de reconstrucción articular y tendinosa, permitiendo corregir la deformidad y recuperar la movilidad.  El cambio fue extraordinario. Tras la rehabilitación, esta paciente no solo volvió a tocar el piano, sino que ofreció un concierto como agradecimiento al equipo médico. Su historia es un recordatorio de que, con el tratamiento adecuado, es posible recuperar la calidad de vida y volver a hacer lo que más se ama”, nos cuenta.

Consejos para aliviar el dolor de manos

Nos planteamos si existen cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a aliviar el dolor de manos. El doctor confirma que así es y que pueden ayudar a "mejorar la funcionalidad en pacientes con artritis reumatoide u otras enfermedades reumáticas”, nos anticipa el doctor.

Así, mantenerse activo con ejercicios de movilidad y fortalecimiento específicos para las manos puede ayudar a preservar la función articular y reducir la rigidez. “Es recomendable, además, evitar movimientos repetitivos o esfuerzos excesivos que puedan sobrecargar las articulaciones y, en su lugar, utilizar herramientas ergonómicas que faciliten las actividades diarias. La alimentación también juega un papel importante; una dieta rica en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y baja en alimentos proinflamatorios puede ayudar a reducir la inflamación”, nos cuenta.

Además, hay otro factor que puede influir también, aunque no lo pensemos: el estrés. Por eso, controlar el estrés y dormir bien es fundamental, ya que el estrés puede agravar los síntomas. “En algunos casos, el uso de férulas de descanso o guantes de compresión puede proporcionar alivio. Me repito, pero es muy importante: un enfoque integral, combinando estos cambios con el tratamiento médico adecuado, puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida del paciente”, nos comenta. 

 Controlar el estrés y dormir bien es fundamental, ya que el estrés puede agravar los síntomas

Posibles complicaciones del dolor de manos

Uno de los problemas añadidos son las posibles complicaciones, que afectan tanto la funcionalidad como a la calidad de vida del paciente. Así, el doctor nos explica que la inflamación persistente puede provocar daño progresivo en las articulaciones, lo que lleva a deformidades irreversibles, pérdida de movilidad y disminución de la fuerza en los dedos y muñecas.

“A medida que la enfermedad avanza, las actividades cotidianas como sujetar objetos, escribir o vestirse pueden volverse cada vez más difíciles, afectando la independencia del paciente. Además, pueden aparecer rupturas tendinosas, inestabilidad articular e incluso fusiones espontáneas de las articulaciones, lo que genera dolor crónico y limitaciones severas”, indica.

Pero es que, además, el impacto no solo es físico, sino también emocional. “La frustración y la pérdida de autonomía pueden llevar a ansiedad, depresión y aislamiento social. En casos avanzados, cuando el daño es extenso, la única opción puede ser una cirugía correctiva, como artroplastias o artrodesis, para aliviar el dolor y restaurar la función en la medida de lo posible. Por eso, un diagnóstico y tratamiento tempranos son esenciales para evitar complicaciones y preservar la calidad de vida”, nos comenta el doctor.

¿Se puede prevenir el dolor?

Para finalizar, le planteamos al especialista cómo se puede prevenir la progresión del dolor de manos en la artritis reumatoide. “Es fundamental un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado”, indica el doctor, que nos da una serie de recomendaciones.

  • El uso de fármacos modificadores de la enfermedad, como el metotrexato o los biológicos, ayuda a controlar la inflamación y a frenar el daño articular”, nos cuenta el experto.
  • Además, la fisioterapia y los ejercicios de movilidad mantienen la flexibilidad y la fuerza en las manos, evitando la rigidez y la pérdida de función.
  • También es importante evitar esfuerzos repetitivos que sobrecarguen las articulaciones y utilizar herramientas ergonómicas para reducir el estrés en las manos.
  • El control del estrés y una alimentación rica en antioxidantes y omega-3 pueden ayudar a disminuir la inflamación.
  • En casos avanzados, el uso de férulas y, si es necesario, la cirugía pueden contribuir a preservar la funcionalidad y aliviar el dolor. 

“Un enfoque integral y un seguimiento médico continuo son clave para evitar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente”, concluye el médico.

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