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Mujer enamorada mirando al hombre amado© Getty Images

Psicología

Las 3 hormonas que 'gobiernan' tu cerebro cuando te enamoras

Un cerebro enamorado no funciona igual que uno que no lo está. Por ello, cuando te enamoras puedes tener comportamientos y reacciones que pueden sorprenderte porque estás actuando bajo el control de unas hormonas que te condicionan 


19 de marzo de 2025 - 18:26 CET

No estamos en San Valentín, no. Pero llega la primavera y es un hecho que cuando empieza el buen tiempo tenemos más ganas de salir y conocer gente nueva. Por eso, ya que hoy ha salido el sol, vamos a hablar de amor. Pero no del platónico, sino de cómo funciona tu cerebro cuando estás enamorada. Cuando atraviesas por este proceso son tres las hormonas que gobiernan tu mente y tu cuerpo. Y debido a la acción de estas tres sustancias químicas puedes sentirte más feliz, menos concentrada, puedes notar mariposas en el estómago o tener menos hambre. 

Las 3 hormonas que gobiernan tu cerebro si te enamoras

El amor es esa montaña rusa de emociones que nos hace sentir invencibles un día y vulnerables al siguiente. ¿Por qué ocurre esto? Hay muchas sustancias químicas en el cerebro responsables de estas sensaciones. Pero hay un trío protagonista que se pone al mando de tu cerebro cuando te enamoras y que, sin que te des cuenta, están dirigiendo la función.

“Si bien es innegable que las hormonas desempeñan un papel fundamental en el amor, no podemos subestimar la complejidad de la mente humana. Cada individuo lleva consigo una historia única, con experiencias pasadas, deseos y anhelos que influyen en su forma de vivir y sentir el enamoramiento”, advierte Virginia del Palacio, psicóloga de BluaU de Sanitas.

La dopamina se dispara a niveles extraordinarios cuando nos enamoramos, provocando una sensación de subidón similar a la que generan los juegos de azar o algunas drogas

1. Dopamina: la reina de la euforia

Cuando te enamoras, tu cerebro se convierte en una auténtica fiesta química. La protagonista principal es la dopamina, el neurotransmisor del placer, el deseo y la recompensa. Es la que te hace sentir mariposas en el estómago, esa euforia inexplicable y la necesidad casi obsesiva de estar con la otra persona.

“La dopamina se dispara a niveles extraordinarios cuando nos enamoramos, provocando una sensación de subidón similar a la que generan los juegos de azar o algunas drogas”, señala la Dra. Cristina Fernández García, jefa del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. Por eso, cuando estás enamorado, cualquier mensaje o encuentro con esa persona especial puede hacerte sentir en la cima del mundo.

Mujer joven tumbada sobre un sofá sonriendo y feliz, con un jersey rojo y un peto vaquero, dándole la luz en la cara© Getty Images

2. Oxitocina: la hormona del apego

A medida que la relación avanza y pasas más tiempo con tu pareja, otra hormona entra en acción: la oxitocina. También conocida como la "hormona del amor", es la encargada de fortalecer el vínculo emocional y fomentar la confianza entre los enamorados. Esta hormona se libera en grandes cantidades durante los abrazos, los besos y, sobre todo, en el sexo. “La oxitocina refuerza los lazos afectivos y contribuye a la sensación de seguridad dentro de la relación”, añade la Dra. Fernández García. Por eso, una relación en la que abundan las muestras de cariño suele ser más estable y duradera.

La pasión inicial se caracteriza además por la inhibición de sustancias cerebrales, como la serotonina, estabilizadoras del humor, o la desactivación de regiones del cerebro, como la corteza frontal, implicadas en la lógica y el razonamiento. Quizá por ello se ha dicho que el amor es ciego

3. Serotonina: la reguladora del estado de ánimo

El tercer pilar del amor es la serotonina, que actúa como el regulador emocional. Es la responsable de mantener el equilibrio entre la pasión y la racionalidad, asegurando que no pierdas completamente la cabeza por amor. Sin embargo, en la fase inicial del enamoramiento, los niveles de serotonina pueden disminuir, lo que explica la sensación de obsesión o la dificultad para pensar en otra cosa que no sea la persona que te gusta. “Cuando la relación se consolida, la serotonina ayuda a estabilizar las emociones y contribuye al bienestar general”, indica la experta.

"La pasión inicial se caracteriza además por la inhibición de sustancias cerebrales, como la serotonina, estabilizadoras del humor, o la desactivación de regiones del cerebro, como la corteza frontal, implicadas en la lógica y el razonamiento. Quizá por ello se ha dicho que el amor es ciego", comenta el Dr. Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología y director del Instituto de Neurociencia de la Universidad Autónoma de Barcelona.

¿Cómo afectan estas hormonas en cada fase del amor?

Desde el flechazo hasta el desamor, estas tres hormonas marcan el ritmo de cada etapa:

  • Atracción y deseo: la dopamina y la adrenalina se disparan, causando esa sensación de excitación y nerviosismo.
  • Pasión intensa: la dopamina sigue en niveles altos, acompañada por la norepinefrina, que acelera el corazón y produce sudoración.
  • Vínculo y estabilidad: la oxitocina toma el mando, promoviendo la conexión emocional y la confianza.
  • Ruptura y desamor: la caída en los niveles de oxitocina y serotonina puede llevar a sentimientos de tristeza e incluso pensamientos obsesivos.

¿Se puede "hackear" el cerebro para enamorarse?

No puedes obligarte a amar a alguien, pero sí puedes estimular estas hormonas para fortalecer una relación. Actividades compartidas, experiencias nuevas, contacto físico frecuente y una comunicación abierta pueden reforzar los efectos de la dopamina, la oxitocina y la serotonina.

Asimismo, "la fogosidad y pasión iniciales dejan paso a un amor más maduro, a una emoción más relajada y consistente, donde los cerebros enamorados segregan ya sustancias diferentes, como las endorfinas y encefalinas, inductoras de estados menos pasionales de relajación, satisfacción y bienestar", concluye el Dr. Ignacio Morgado.

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