La pérdida auditiva no es un problema asociado, únicamente, a la tercera edad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro personas en el mundo tendrá algún grado de pérdida auditiva en 2050. Lo más alarmante es que este problema está apareciendo a edades más tempranas.
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De hecho, más de 1.000 millones de jóvenes en todo el mundo están en riesgo de sufrir una pérdida de audición evitable y permanente debido a la exposición a ruidos fuertes. Entre los principales responsables están el volumen excesivo en reproductores de música y la exposición a entornos ruidosos, como discotecas y bares. El 40% de los casos se deben a la exposición a niveles dañinos en estos lugares, y el 50% por el uso de reproductores de música personales a volúmenes altos.
La pérdida auditiva no solo afecta la capacidad de escuchar, sino también la calidad de vida. Puede provocar aislamiento social, dificultades laborales y acelerar el deterioro cognitivo. En España, según el estudio Eurotrak 2023, más de cinco millones de personas sufren pérdida auditiva, pero el 60% de ellas no utiliza audífonos. Este retraso en el diagnóstico y tratamiento puede derivar en problemas emocionales y sociales significativos. Y lo más preocupante: muchas personas no son conscientes de que la padecen.
La pérdida auditiva puede provocar aislamiento social, dificultades laborales y acelerar el deterioro cognitivo. Lo preocupante es que cada vez se detecta en personas más jóvenes
¿Por qué estamos perdiendo la audición más temprano?
Los expertos coinciden en que la edad a la que se empieza a detectar la pérdida auditiva ha bajado al menos 10 años. Es decir, si antes se detectaba mayormente a partir de los 65 años, ahora está ocurriendo a los 55. Las causas principales, como decíamos, son la exposición continua a ruidos fuertes y la contaminación acústica en zonas urbanas.
"El ruido constante en nuestro entorno, el mal uso de auriculares y la falta de conciencia sobre la salud auditiva están generando daños progresivos en el oído", explica Ariannys Rojas, responsable técnico del Departamento de Audiología de Alain Afflelou.
Señales de alerta: ¿tienes pérdida auditiva y no lo sabes?
Muchas personas conviven con la pérdida de audición sin ser conscientes de ello. Algunos signos de alerta incluyen:
- Necesidad de subir el volumen de la televisión o la radio.
- Dificultad para entender conversaciones, especialmente en entornos ruidosos.
- Sensación de que los demás "murmuran" o hablan en un tono muy bajo.
- Pedir con frecuencia que repitan lo que han dicho.
- Evitar llamadas telefónicas o reuniones sociales por dificultad para seguir las conversaciones.
Si notas estos síntomas en ti o en alguien cercano, es importante acudir a un especialista para una revisión auditiva, ya que, como comentábamos, el retraso en el tratamiento o no tratarla puede acelerar el deterioro cognitivo.
Es importante acudir al médico para un diagnóstico precoz de la pérdida auditiva ya que un retraso en este puede dar lugar a dificultades en las relaciones sociales y laborales, siendo muchas veces motivo de aislamiento social y soledad, además de acelerar el deterioro cognitivo
Medicamentos ototóxicos: un enemigo silencioso de la audición
Otro factor de riesgo poco conocido son los medicamentos ototóxicos. La OMS estima que existen alrededor de 600 categorías de fármacos que pueden dañar la audición de forma temporal o permanente. Entre los más comunes están:
Ciertos antibióticos, como los aminoglucósidos. Fármacos para el cáncer, como el cisplatino. Analgésicos como los salicilatos. Diuréticos utilizados en enfermedades renales o cardíacas.
"El problema es que la pérdida auditiva causada por estos medicamentos puede pasar desapercibida en un inicio y manifestarse de forma progresiva", explica José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon. Según la OMS, el 63% de los pacientes que reciben aminoglucósidos pueden desarrollar problemas auditivos, y hasta el 60% de los niños tratados con cisplatino experimentan pérdida de audición o acúfenos.
Además, otros factores como la predisposición genética, la edad avanzada o el consumo de alcohol y tabaco pueden aumentar el riesgo. Por ello, los expertos recomiendan que las personas en tratamiento con estos medicamentos consulten regularmente con un profesional de la audición para minimizar los efectos adversos.
Se estima que existen alrededor de 600 categorías de fármacos que pueden dañar la audición de forma temporal o permanente
5 consejos para proteger tu audición
La mejor forma de prevenir la pérdida auditiva es adoptar hábitos saludables. Estas son algunas recomendaciones clave:
- Regula el volumen de los auriculares y limita su uso: mantén el volumen por debajo del 60% de la capacidad máxima y no uses auriculares por más de una hora seguida sin hacer pausas.
- Evita la exposición prolongada a ruidos fuertes: la exposición a una intensidad sonora superior a los 80 dB durante más de 40 horas a la semana puede generar pérdida de audición. En conciertos o discotecas, usa tapones protectores para reducir el impacto del sonido.
- No introduzcas objetos en el oído: el uso de bastoncillos puede empujar el cerumen hacia el fondo y dañar el tímpano. Además, pueden dejar residuos y causar infecciones.
- Realiza revisiones auditivas periódicas: así como revisas tu vista regularmente, también deberías chequear tu audición con un especialista. Consulta con tu médico si tomas medicamentos ototóxicos: Si estás en tratamiento con fármacos que pueden afectar la audición, pregunta si existe una alternativa más segura.
La importancia de tratar la pérdida auditiva a tiempo
Detectar la pérdida auditiva en sus primeras etapas es clave para evitar complicaciones a largo plazo. El uso de audífonos adaptados a cada necesidad puede mejorar la calidad de vida y prevenir el deterioro cognitivo.
"Muchas personas se resisten a usar audífonos por prejuicios o desconocimiento, pero hoy en día existen dispositivos pequeños, discretos y tecnológicamente avanzados que pueden hacer una gran diferencia en el día a día", concluye Ariannys Rojas.