Son muchas las ocasiones en las que te hemos advertido de que el problema del estrés es cuando se cronifica. No podemos olvidar que es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes, por lo que puede ser útil en pequeñas dosis para ayudarnos a reaccionar rápidamente. Pero cuando se vuelve crónico, no solo afecta a nuestra mente, sino también a nuestro cuerpo, que nos lanza señales de que algo no va bien.
Tal vez en algunas de esas señales no habías reparado, pero que están ahí, incluso en partes de tu cuerpo como tu lengua. Sí, tu lengua puede estar revelando bastantes datos sobre tu nivel de estrés, tal y como nos detalla la pedagoga, coach y experta en gestión positiva del estrés Esperanza Sebastián (www.esperanzasebastian.com).
¿Qué sucede cuando estamos estresados?
Tenemos que partir de la base de que cuando estamos estresados, el cuerpo activa el sistema nervioso simpático, que prepara al organismo para la "lucha o huida." Este estado aumenta la tensión en músculos como los de la mandíbula y la lengua, lo que lleva a movimientos involuntarios o a la presión de la lengua contra los dientes incisivos superiores como una forma inconsciente de liberar tensión. “Con el tiempo, puede derivar en molestias constantes e incluso afectar la articulación temporomandibular”, nos cuenta.
Esta reacción se conoce como "bruxismo" o "tensión mandibular", una respuesta física al estado de ansiedad o estrés. La posición adecuada de la lengua implica que descanse con su base en la parte inferior.
Síntomas de la tensión lingual relacionada con el estrés
Le planteamos a la experta cuáles son los síntomas más comunes de tensión lingual relacionada con el estrés y nos los resume en los siguientes:
- Sensación de presión en la lengua o en los dientes incisivos.
- Rigidez en la lengua al hablar o masticar.
- Dolor en la mandíbula.
- Dificultad para relajar la lengua de forma natural.
- Marcas o impresiones de los dientes en los bordes de la lengua.
- Dolor de cabeza o molestias en la zona cervical por la tensión mandibular.
La lengua está conectada a múltiples músculos del cráneo, la mandíbula y el cuello
Otras partes del cuerpo afectadas
El problema no se queda tan solo en la lengua, pues esta parte de nuestra boca está conectada a múltiples músculos del cráneo, la mandíbula y el cuello. Esperanza Sebastián nos explica que cuando se mantiene en una posición de tensión constante, puede desencadenar una cadena de compensaciones musculares que generan:
- Aumento de la presión en la articulación temporomandibular, lo que puede llegar a provocar chasquidos, bloqueo o dolor en la mandíbula.
- Sobrecarga en los músculos del cuello, lo que lleva a rigidez y contracturas.
- Desequilibrios posturales que pueden influir en la alineación de la cabeza y los hombros.
¿Hay estudios que avalan esta relación?
La experta hace mención, además, a que esta relación entre el estrés y los problemas físicos, está avalada por la ciencia. Así, el estudio Stress and bruxism: a literature review (2005) concluyó que existe una correlación significativa entre niveles altos de estrés y la aparición de hábitos como el bruxismo, incluyendo la presión de la lengua contra los dientes.
Otra investigación publicada en el Journal of Oral & Facial Pain and Headache también encontró que el estrés crónico puede llevar a tensiones musculares involuntarias, incluida la lengua.
“Reconocer estos signos físicos es clave para aprender a regular nuestras emociones de manera efectiva y evitar que el estrés impacte negativamente en nuestra salud”, indica la experta. “El cuerpo utiliza su propio lenguaje para expresar lo que la mente no logra manifestar con palabras” añade Esperanza. Más allá de ser una simple tensión muscular, este gesto puede revelar un trasfondo emocional relacionado con la contención de emociones, la ansiedad y la necesidad de control. Comprender su origen ayuda a gestionar mejor el estrés y mejorar la salud emocional.
Reconocer estos signos físicos es clave para aprender a regular nuestras emociones de manera efectiva y evitar que el estrés impacte negativamente en nuestra salud
Significado emocional detrás de la presión de la lengua
La experta va más allá, y ha analizado cuál puede ser el significado de esa presión lingual:
- Contención emocional: La lengua se considera simbólicamente una de las herramientas de expresión. Cuando se afrontan emociones que no se saben expresar adecuadamente, se puede somatizar apretando la lengua contra los dientes como si estuviera "reteniendo" palabras o emociones.
- Ansiedad reprimida: También es una forma de autorregulación no verbal, de liberar tensiones que el cuerpo utiliza ante situaciones de estrés o emociones intensas.
- Inseguridad y autocontrol: En personas perfeccionistas o hipervigilantes, este hábito podría simbolizar un esfuerzo por mantener el control o "morderse la lengua" ante situaciones que perciben como amenazantes.
Estrategias para aliviar la tensión física
Por ello, es importante conocer algunas estrategias, sencillas, efectivas y fáciles de incorporar a nuestra rutina diaria, que nos pueden ayudar a aliviar la tensión física que nos puede motivar problemas. Las resume en las siguientes:
Relajar la mandíbula
- Abrir y cerrar la boca lentamente, sin forzar el movimiento, permitiendo que los músculos se estiren de forma natural.
- Deslizar la mandíbula de un lado a otro, con movimientos suaves y controlados.
- Hacer pequeños círculos, primero en un sentido y luego en el otro, manteniendo la respiración fluida.
Relajar la lengua
- Sacar la lengua lentamente todo lo que se pueda sin forzar, mantenerla unos segundos y volver a meterla suavemente.
- Moverla de un lado a otro, manteniendo un ritmo lento y relajado.
- Hacer círculos con la punta de la lengua, primero en un sentido y luego en el otro.
Masaje facial en 3 pasos
- Mandíbula: Usar los dedos índice y medio para hacer movimientos circulares pequeños en las articulaciones de la mandíbula, justo frente a las orejas.
- Carrillos: Colocar los pulgares dentro de la boca (limpios) y presionar suavemente hacia afuera, masajeando los músculos internos de las mejillas.
- Zona temporal: Masajear las sienes con movimientos circulares, aplicando una presión moderada.
Mantener una buena postura lingual
¿Cuáles son las recomendaciones para mantener una buena postura lingual durante situaciones estresantes? Para evitar la tensión lingual, es recomendable:
- Asegurarse de que la lengua descanse en su posición natural: con la base en la parte inferior de la boca y la punta tocando levemente el paladar sin ejercer presión.
- Relajar la mandíbula, evitando apretar los dientes o empujar la lengua contra ellos.
- Practicar ejercicios de movilidad de la lengua y la mandíbula para liberar la tensión acumulada.
- Ser consciente de los momentos en que se genera tensión lingual y realizar respiraciones profundas para relajar la musculatura.
Hay que asegurarse de que la lengua descanse en su posición natural: con la base en la parte inferior de la boca y la punta tocando levemente el paladar sin ejercer presión
Estrategias de manejo del estrés que pueden sernos útiles
Le planteamos también qué estrategias concretas de manejo del estrés recomendaría para personas que experimentan tensión lingual frecuente
- Técnicas de relajación: La respiración diafragmática o abdominal, la meditación son algunas de las muchas técnicas que ayudan a reducir la activación del sistema nervioso simpático.
- Ejercicios de liberación muscular: Movimientos controlados de la lengua y masajes faciales alivian la tensión.
- Mindfulness: Ser consciente de la postura de la lengua y la mandíbula a lo largo del día.
- Técnicas de gestión emocional: Escribir sobre emociones, expresar lo que se siente o realizar actividades creativas pueden disminuir la somatización del estrés.
Hábitos que debemos evitar
¿Existen hábitos o comportamientos que puedan prevenir la tensión lingual inducida por el estrés? La experta concluye recomendándonos los siguientes:
- Evitar morder objetos como lápices o las uñas, ya que pueden reforzar la tensión mandibular.
- Mantener una postura adecuada al sentarse (espalda erguida y apoyada en el respaldo) evitando encorvarse.
- Hidratarse bien, ya que la deshidratación puede aumentar la rigidez muscular.
- Dormir en una posición adecuada, preferiblemente de lado, evitando posturas que generen tensión en el cuello y la mandíbula.