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Pablo Iglesias, autor del libro Muévete para vivir© Pablo Iglesias

Pablo Iglesias, osteópata: 'El cuerpo humano no está diseñado para pasar tantas horas sentado'

Hablamos con el autor del libro 'Muévete para vivir' sobre la importancia de movernos más y de cuidar nuestra postura con el objetivo de prevenir problemas de salud y ganar calidad de vida


25 de febrero de 2025 - 7:00 CET

¿Sabías que el dolor corporal, el envejecimiento prematuro y el aumento de peso están directamente relacionados con una mala postura? Así lo explica en su libro Muévete para vivir el entrenador personal y osteópata Pablo Iglesias, conocido en redes como @pablo.pilatesreal. Un libro que nace de su propia experiencia: a raíz de un intenso dolor de espalda y cuello que lo dejó con severas limitaciones durante una etapa crítica de su vida, se sumergió en el estudio del cuerpo humano para aliviar sus dolores. Hemos tenido ocasión de hablar con él, firme defensor de que el movimiento y una buena postura son esenciales para prevenir dolencias y asegurarnos una salud física y mental óptimas, sobre su Método R-Evolución Postural. 

¿Piensa que si nos movemos más viviremos más y, sobre todo, mejor?

Es algo que no está estrechamente ligado. En muchas ocasiones sí, pero no siempre hay relación entre el hecho de realizar ejercicio o actividad física con vivir más. Todos hemos escuchado personas contándonos experiencias sobre sus abuelos o bisabuelos, de cómo no hacían ningún tipo de ejercicio físico -que sí actividad en muchas ocasiones, ya que el ejercicio físico no es lo mismo que actividad física- pero vivían mucho. ¿Qué ocurre? Que lo que nos interesa aquí no solo es la longevidad, sino aguantar lo máximo posible, pero ser autónomos. ¿Y eso qué nos lo da? La preparación física.

Cuando nosotros entrenamos y tenemos un cuerpo entrenado, es un cuerpo preparado ¿para qué? Para cualquier tipo de desafío. Por lo tanto, entrenar o hacer ejercicios de control postural, ejercicios de fuerza y llevar un estilo de vida saludable, evidentemente, lo que va a hacer es que ganes autonomía. Porque de qué nos sirve llegar hasta los 120 años si realmente los últimos diez, 15 o 20 años vamos a depender de un tercero para absolutamente todo y, en el peor de los casos, a lo mejor no nos podemos ni mover. Entonces sí que está un poco relacionada con la longevidad, pero sobre todo con la longevidad funcional. Eso es lo interesante, la autonomía.

mujer extendiendo la esterilla para hacer pilates en casa© Getty Images

El ser humano no está preparado para pasar tantas horas sentado y, sin embargo, muchos pasamos horas en la silla de la oficina, frente al ordenador. ¿Es ese uno de los principales males de nuestro tiempo?

Por supuesto. ¿Qué ocurre? El ser humano, por su propia naturaleza, lo que busca es eficiencia. A esto se le podría llamar vagueza. Depende de a quién le preguntes, pero sí es cierto que lo que busca es eficiencia. Si a golpe de clic, tenemos comida en casa, nos llevan los muebles o cualquier otra cosa a casa, pues evidentemente el cuerpo se acostumbra. Y si a esto le sumamos que nuestros trabajos normalmente son de oficina, pues estamos cada vez más quietos. 

Estamos demasiado tiempo sentados en una misma posición, porque normalmente estamos en la silla de la oficina, como bien dices, frente al ordenador y luego en casa, pues comemos o descansamos sentados. Pasamos muchísimo tiempo sentados.

Cuando somos sedentarios y, además, estamos mucho tiempo largas horas en una misma posición, aparece lo que se llama desequilibrios musculares, que son retracciones musculares que se van acortando cada vez más. ¿Qué ocurre? Que en el momento en el que nosotros nos levantamos, porque en algún momento nos vamos a tener que levantar, nuestra postura se ve alterada y ya hemos perdido alineación corporal, la perfecta verticalidad con la que nacimos.

Esto no es gratis. Hay ciertos grupos musculares que están impidiendo constantemente que nos vayamos hacia adelante, que nos caigamos al suelo y esto hace que se contraigan, que se retraigan. Entonces esa retracción muscular lo que trae consigo muchas veces es la compresión nerviosa, la deshidratación de los discos, las cervicalgias, las rectificaciones cervicales, las ciatialgias, las lumbociáticas, las molestias articulares de hombro... Todo eso muchas veces tiene un factor postural que nace precisamente del sedentarismo y de los desequilibrios musculares que se han gestado, que se han instalado en tu cuerpo.

Por lo tanto, el cuerpo humano por supuesto que no está diseñado para pasar tantas horas sentado. Siempre lo digo, tenemos 360 articulaciones en el cuerpo y no están ahí por porque sí. Simplemente están ahí para que puedas moverte y desarrollar tu completo potencial como ser humano. Y al final, el ser humano ha nacido para moverse, para desplazarse, para conquistar, para descubrir, para cazar, para trepar, para pelear, para saltar, para esprintar, para hacer de todo que implique moverse.

Cuando somos sedentarios y, además, estamos mucho tiempo largas horas en una misma posición, aparece lo que se llama desequilibrios musculares

 No debemos normalizar vivir, día tras día, con dolor, ¿no cree?

Evidentemente, no. No deberíamos normalizarlo. Pero la buena noticia es que hay una solución: el movimiento. Sanamos a través del movimiento.

 Sin embargo, los datos deberían hacernos reflexionar: el 20% de la población mundial tiene dolor crónico. ¿Qué piensa que estamos haciendo mal?

Estamos utilizando muy poco los recursos o las herramientas con las que ha nacido el ser humano. Estamos moviéndonos muy, muy poco. Por lo tanto, lo que deberíamos hacer es movernos un poquito más, tomar consciencia y no esperar a estar sufriendo ese dolor. Cuando ya se están manifestando esos síntomas, esas condiciones, ese dolor, evidentemente podemos y debemos abordarlo, porque es el sistema que tiene el cuerpo de comunicarse con nosotros, mediante el síntoma, que es el dolor. Pero realmente lo ideal sería anticiparnos, no esperar.

Usted mismo vivió un intenso dolor de espalda y cuello, ¿fue el detonante que le hizo pensar en que tenía que tratar de buscar una solución para mejorar su calidad de vida, sin dolor?

Por supuesto. Más allá de lo que me pueda o no gustar el wellness y el bienestar, esto fue lo que a mí me hizo indagar sobre las cadenas musculares, sobre el control postural, sobre los desequilibrios musculares y sobre el complejo funcionamiento del cuerpo a nivel integral. Esta fue sin duda una de las grandes causas, ya que al principio yo lo que quería era tratarme o entenderme a mí para ponerle una solución. Gracias a Dios, pude hacerlo y a día de hoy pues también estoy haciéndolo con las personas que se acercan a mí gracias a las redes sociales.

Si realmente queremos tener menos dolor articular, lo que tenemos que hacer es entrenar 

 ¿Cuáles son las principales causas del dolor articular?

Las causas del dolor articular pueden ser muchas: la inflamación, una contusión, un traumatismo, una caída. Pero muchas veces volvemos a lo mismo: es un factor postural. ¿Qué ocurre? Hay dos tipos de articulaciones: unas móviles y otras estables. Cuando nosotros las desatendemos, las estables acaban movilizándose, a modo compensatorio, y las móviles acaban estabilizándose, rigidizándose, también a modo compensatorio. Por lo tanto, esto hace que el funcionamiento correcto del cuerpo humano sea poco deseable.

Por lo tanto, si realmente queremos tener menos dolor articular o no tener dolor articular, lo que tenemos que hacer es entrenar y, si puede ser, comprendiendo cuál es el rol de cada articulación. Porque una vez que sabemos esto, lo que podemos hacer es aplicar un tipo de entrenamiento ajustado a lo que necesita el cuerpo humano.

Entendemos que el problema, si no se abordan esos dolores, es que se cronifiquen, mermando en gran medida nuestra calidad de vida, ¿es así?

Evidentemente. Pero no hay que tenerle tampoco miedo a la palabra cronificación, porque cuando algo se cronifica es porque se ha mantenido durante más de seis meses en el tiempo. Hay dolores que pueden permanecer mucho tiempo, más de seis meses, pero esto no quiere decir que sea para siempre. Por lo tanto, lo que debemos hacer es atenderlo.

Evidentemente va a mermar nuestra calidad de vida. No hay que olvidar que cuando una persona sufre dolor, generalmente parece que todo gira en torno a ese dolor. Es como si no pudiésemos pasar página y muchas veces incluso tenemos que verbalizarlo o manifestarlo y se lo hacemos saber a las personas cercanas. Incluso hay bastantes estudios que hablan sobre esto, sobre cómo las personas que sufren este tipo de dolor que se ha cronificado en el tiempo tienen menor capacidad de atención. El foco atencional se ve reducido, precisamente porque su foco de atención muchas veces está rumiando sobre lo mismo, sobre su dolor: '¿Qué puedo hacer?' '¿Qué puede ser?' Empiezan a cogerle miedo al movimiento. Y esa fobia al movimiento trae como resultado más sedentarismo, más desequilibrios musculares, peor postura y más dolor. Por lo tanto, por supuesto que afecta a la calidad de vida de la persona que lo sufre.

mujer joven haciendo pilates© Adobe Stock

La primera solución, en muchas ocasiones, son las medicinas. ¿Piensa que son solo un parche, y que realmente lo que habría que tratar es el origen del dolor?

Así es, pero no hay que quitarle tampoco peso a las medicinas. Yo siempre digo lo mismo: el abuso de la farmacología es realmente un problema, pero hay casos en los que es necesario. Por lo tanto, si en un momento puntual tú estás sufriendo mucho, tienes mucho dolor, evidentemente un analgésico puede serte de gran ayuda e, incluso, puedes utilizarlo en procesos en los que estás arrancando y necesitas comenzar con tu rutina de ejercicios y tal vez el dolor te lo impida. No hay que ir en contra de las medicinas, pero sí entender que hay que saber utilizarlas. Como todo en la vida, todo tiene su correcta aplicación. Evidentemente el origen del dolor siempre hay que tratarlo. Pero no hay que olvidar que las medicinas en muchos casos son necesarias.

 No hay que ir en contra de las medicinas, pero sí entender que hay que saber utilizarlas

 Controlar nuestra postura es también fundamental, ¿qué claves nos daría para tratar de mejorarla en nuestro día a día?

Hay que realizar, sí o sí, ejercicios de control postural diarios. Esto tiene que ser el Santo Grial, no puede faltar. Y la buena noticia es que con 15 minutos, dos rutinas al día de 15 minutos es más que suficiente. No hace falta que estés entrenando todo el día, pero el control postural, el acondicionamiento físico, es fundamental. Luego, más allá de eso, también tienes que desarrollar consciencia corporal. Es decir, una vez que no estés realizando ejercicios de control postural, cuando tu musculatura ya esté acondicionada y tonificada, lo que vas a hacer es preguntarte cada poquito tiempo, ¿cómo está situado mi cuerpo? ¿Para qué? Para tratar de mejorar también tu postura a través de la intención. Pero volvemos a lo mismo: no solo hay que dejar caer todo el peso en la intención, tiene que haber acompañamiento, se tiene que dar la mano el acondicionamiento físico con la consciencia corporal.

¿En qué consiste su método R-Evolución postural?

Básicamente, lo que busca es alineación corporal, porque entendemos y sabemos que la postura, cuando está alineada, cuando está verticalizada, lo que hace es generar menor impacto estresante en el cuerpo. Es decir, las estructuras sufren mucho menos, menos procesos degenerativos y mucho menos desgaste. ¿Qué ocurre cuando nosotros vamos adelantando el peso corporal o nuestro centro gravitatorio, adoptando malas posturas? Pues que esta verticalidad que nos hacía tener un impacto prácticamente nulo en nuestras articulaciones ya no es así. Nuestro cuerpo tiene que trabajar por dos o por tres. A esto se lo conoce incluso como fugas energéticas, porque supone un estrés para la musculatura. Y este estrés hace que haya una hiper tonificación, que da lugar a la compresión en articulaciones, discos intervertebrales y demás estructuras. 

Por lo tanto, la R-Evolución postural la fundamento en tres pilares: primero, reconocer, segundo, reacondicionar y tercero, reconstruir. 

  • En el apartado de reconocer lo que hago es ofrecer mucho conocimiento, para que el lector sepa en todo momento qué es lo que está ocurriendo, cómo funciona su cuerpo de manera natural y qué es lo que hay detrás de cada ejercicio. Porque así lo que va a hacer esta persona, el lector, es fiarse, entregarse a la disciplina. Y esto es importantísimo, porque si tú no te entregas a la disciplina, si tú no te fías, por mucho que hagas, en muchas ocasiones el resultado no es el mismo. Si nos queremos aprovechar del 100% de los efectos positivos que nos ofrece la práctica deportiva, tenemos que fiarnos y entender que lo que estamos haciendo es positivo para nosotros. 
  • Luego nos iríamos a la parte del acondicionamiento físico, es decir, reacondicionar. Y esto lo que busca es realizar ejercicios de movilidad y de control postural. Todo lo que sea movernos, es decir, una vez que ya hemos aterrizado todo el conocimiento, nos vamos a la práctica, puesta en marcha, reacondicionar.
  •  Y por último reconstruir, que es básicamente la toma de consciencia corporal, y aprender a realizar actividades diarias cotidianas con el menor desgaste o impacto negativo posible.

Además, dentro del apartado de R-evolución postural realizo una propuesta de snacks de movimiento o pausas activas que básicamente lo que son es movimientos de muy cortita duración de 15 a 30 segundos para que los lleves a cabo siempre que estés más de 45 minutos en tu puesto de trabajo sentado. Porque no hay que olvidar que los desequilibrios musculares se gestan y se crean, se instalan en tu cuerpo, cuando has permanecido demasiado tiempo en una misma posición. Por lo tanto, ¿qué podemos hacer para evitar esto? Anticiparnos y antes de que llegue a los 45 minutos, que es más o menos cuando empiezan a instalarse y a abrirse camino los desequilibrios musculares, coger y romperlo. ¿Y cómo lo rompemos? Con movimiento. 

Portada libro Muévete para vivir de Pablo Iglesias

Nos cuesta mucho cambiar de hábitos, ¿piensa que es importante empezar por los que sean pequeños y, sobre todo, asumibles, para ir viendo resultados e incorporarlos a nuestro día a día?

Todo cambio positivo implica un cambio de hábitos. Aquí entra en juego la responsabilidad de cada persona. A mí me gusta tratar a las personas como adultos, entonces yo puedo ofrecer mucha información y decir lo positivo que puede ser para ti. Pero si realmente a esa persona le cuesta cambiar sus hábitos y realizar rutinas, aunque sean de corta duración, muchas veces, lamentablemente muy a mi pesar, no se puede hacer nada. Yo recomiendo que lo hagan todo, porque cuando hacemos un trabajo a medias, a veces los resultados vienen a medias. Entonces lo ideal es realizar y llevar a cabo todas las propuestas que aconsejo. 

Todo el mundo recomienda Pilates, ¿qué nos ofrece este método y por qué deberíamos plantearnos practicarlo?

El Pilates busca básicamente el equilibrio. Cuando hay desequilibrios musculares, nos llevan a adoptar malas posturas. Entonces, ¿qué es lo que buscamos en Pilates? Buscar sobre todo equilibrio, una postura alineada, priorizando ejercicios de control postural y fortalecimiento del core, en especial el transverso abdominal, que es nuestra propia faja abdominal, es un músculo profundo por debajo de los oblicuos interno, externo y tu cuadrado lumbar, que envuelve todo. 

Cuando este se encuentra funcional, lo que hace es ofrecernos sostén, estabilidad a la columna lumbar. Cuando este no se encuentra funcional, porque no se trabaja y no se encuentra con el suficiente tono muscular para que tenga funcionalidad, pues empieza a aparecer la inestabilidad. Esa inestabilidad en muchas ocasiones trae consigo los pinzamientos en raíces nerviosas, las lumbalgias, las ciáticas, las hernias discales, las protusiones discales, todas estas cosas que son síntomas que pueden evitarse.

Con el Pilates se busca sobre todo equilibrio, una postura alineada, priorizando ejercicios de control postural y fortalecimiento del core

¿Cómo convencería a alguien que piensa que el Pilates es una disciplina aburrida a que probara y viera lo que realmente le va a dar a su cuerpo?

Esto es muy importante. Muy buena pregunta, porque el Pilates puede parecer aburrido, pero realmente lo que engancha del método es el efecto que te deja después. Entonces yo le diría simple y llanamente que le den una oportunidad y que asistan un mes. Pero esto es como todo en la vida, muchas veces pensamos que algo no va con nosotros, probamos, estamos un mes y luego nos gusta. Hay a veces que realizar actividades que nos vienen bien a pesar de que nos puedan gustar o no.

Evidentemente cuando una disciplina nos gusta, va a ser maravilloso y siempre invito a que la gente lo practique. Pero si la persona tiene molestias de espalda, los ejercicios de control postural que te ofrece el Pilates son una alternativa idónea. Entonces yo le diría que probase, que le diera una oportunidad y que realmente lo que engancha ya no simplemente es la sesión, sino que veas que puedes bajar las escaleras sin dolor, que veas que puedes cargar en tus brazos a tus nietos y que no hay molestias, que puedes jugar con ellos. Eso es lo que realmente engancha. Que se fijen en eso, en el fin, que es devolverle calidad de vida a la persona.

 ¿Cuáles son, en su opinión, los ejercicios básicos de Pilates que todos deberíamos incorporar a nuestro día a día?

Hay tres que me gustan mucho. Uno de ellos es el deadbug, me encanta, pues es un maravilloso fortalecimiento del core y de otras estructuras. Otro es el birdog, también fortalecimiento de core y otras estructuras y coordinación motora. Y otro es el ejercicio o la postura de la cobra en yoga, maravilloso, porque lo que hace es fomentar nuevamente la curvatura que poquito a poquito estamos perdiendo, fruto de estar demasiado tiempo sentados. Esos tres me gustan mucho.

 ¿A quién va dirigido especialmente su libro 'Muévete para vivir'?

Este libro va dirigido a personas que quieran tener en sus manos una guía global que puedan llegar a utilizar cada día con el fin de mejorar su calidad de vida, comprender su cuerpo, que esto es fundamental y no simplemente limitarse a copiar o a realizar ejercicios a los que, en muchas ocasiones,  pueden no encontrarles sentido. Entonces, si quieres aprender, si quieres mejorar tu vida, si quieres entender cómo funciona tu cuerpo, si quieres aprender cuáles son los hábitos que más o que mejor te van a sentar y que más transferencia van a poder tener en tu día a día, léete el libro definitivamente.

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