Marcos Cartagena, divulgador: 'Practicar la filosofía japonesa arugamama nos ayuda a aceptar la realidad y vivir con mayor paz interior'
De la cultura japonesa podemos extraer enseñanzas que nos ayuden a vivir con mayor serenidad. La palabra 'arugamama', por ejemplo, encierra una filosofía de aceptación del presente muy útil para esas situaciones que están fuera de nuestro control
Seguramente has experimentado momentos en los que la vida se te ha complicado tanto que no sabes por dónde cogerla, hacia donde tirar, y parece que todo está fuera de tu control. Quizá hayas intentado resistirte, luchar contra lo inevitable, hasta que el desgaste emocional se ha vuelto demasiado grande, tanto, que ya ni siquiera puedes aguantarlo. Pero, ¿y si existiera otra forma de afrontar la adversidad? En la filosofía japonesa, hay un concepto que podría cambiar tu manera de ver el mundo: arugamama.
Junto a Marcos Cartagena, escritor, divulgador, experto en cultura japonesa y autor del libro Las 87 palabras más bellas y sabias de Japón, profundizamos en esta palabra que encierra toda una filosofía de oriente que en occidente nos puede ayudar a vivir con mayor paz interior. Cartagena nos ayudará a comprender cómo aplicar arugamama en nuestra vida diaria y cómo este concepto puede transformar nuestra manera de afrontar la adversidad.
La filosofía que se desprende de la palabra arugamama está centrada en destacar la importancia de abrazar la aceptación como vía para alcanzar una mayor paz interior que nos permita ser más felices
Marcos Cartagena, escritor y divulgador de la cultura japonesa
¿Qué es 'arugamama' y por qué es tan poderoso?
El términoarugamama (在るが儘) se traduce como "lo que hay es lo que es". Se trata de una filosofía basada en la aceptación radical de la realidad, sin juicios ni resistencia.
Tal como nos explica Marcos Cartagena, “la filosofía que se desprende de la palabra arugamama está centrada en destacar la importancia de abrazar la aceptación como vía para alcanzar una mayor paz interior que nos permita ser más felices”.
Este concepto nos recuerda que muchas veces el sufrimiento no proviene de lo que sucede, sino de nuestra resistencia a aceptar la realidad tal como es. Nos aferramos a la idea de que la vida debería ser diferente y, al no poder cambiarla, nos frustramos.
“Aprender a entender que el mundo fluye en una dirección que en repetidas ocasiones estará en contraposición a nuestros deseos nos ayuda a dejar de enfrentarnos a lo inevitable y, sobre todo, a empezar a poner el foco en aquello que podemos hacer en el área que sí permanece en nuestro círculo de influencia”.
'Arugamama' y la resiliencia: aprender a fluir con la vida
Cuando aceptamos la realidad sin resistencia, cultivamos un estado mental que nos permite actuar desde la calma en lugar de desde el miedo o la frustración. Preguntamos a Cartagena si esta filosofía japonesa podría equipararse a lo que en occidente conocemos como resiliencia y nos explica que arugamama es la base de la resiliencia, "porque la aceptación es el primer paso para crecer ante la adversidad". Y continúa señalando que "no puedes renacer fortalecido de un periodo de adversidad que no has aceptado”.
Esta idea también se alinea con la filosofía estoica, que sostiene que no es lo que sucede lo que nos afecta, sino cómo respondemos a ello. Tal como decía Epicteto: "No es lo que te sucede lo que importa, sino cómo reaccionas a lo que te sucede".
Aprender a entender que el mundo fluye en una dirección que en repetidas ocasiones estará en contraposición a nuestros deseos nos ayuda a dejar de enfrentarnos a lo inevitable
Marcos Cartagena, escritor y divulgador de la cultura japonesa
'Arugamama' en la cultura japonesa
En Japón, este principio está profundamente arraigado en la manera en que las personas se enfrentan a los momentos más delicados y complicados de sus vidas. Incluso a las catástrofes. En situaciones de crisis o desastres naturales, la respuesta colectiva suele centrarse en la adaptación y la acción práctica en lugar de la queja o la resistencia.
Esta forma de aceptar la realidad no significa rendirse a ella. “En Japón, la aceptación de la realidad se percibe como una muestra de fortaleza, no de debilidad. No se trata de rendirse, sino de comprender cómo fluir con lo que sucede y actuar desde la calma”, explica.
Si bien la idea de aceptar la realidad suena sencilla, su aplicación en la vida cotidiana puede no ser tan fácil. Yes que nuestra cultura occidental nos ha enseñado a luchar contra lo que no nos gusta, lo que a menudo genera más sufrimiento del necesario. Por ello, Marcos Cartagena nos recomienda algunos pasos para practicar arugamama en el día a día:
1. Observa sin resistencias
Cuando te enfrentes a situación difícil, en lugar de reaccionar con frustración, pregúntate: “¿Puedo cambiar esto?”. Si la respuesta es no, permite que la situación sea como es y redirige tu energía a lo que sí puedes influir.
2. Suelta la necesidad de control
No todo depende de ti, y eso está bien. Identifica qué está dentro de tu ámbito de acción y deja ir aquello que no puedes modificar.
3. Reemplaza la queja por la acción
Quejarse refuerza la sensación de impotencia. En su lugar, hazte esta pregunta: “¿Qué pequeña acción puedo tomar ahora?”.
En Japón, la aceptación de la realidad se percibe como una muestra de fortaleza, no de debilidad. No se trata de rendirse, sino de comprender cómo fluir con lo que sucede y actuar desde la calma
Marcos Cartagena, escritor y divulgador de la cultura japonesa
Como vemos, adoptar esta filosofía japonesa puede transformar tu bienestar emocional. Estos son, por ejemplo, algunos de los beneficios que notaremos si empezamos a trabajar la aceptación en vez de la resistencia.
Menos estrés y ansiedad: al dejar de luchar contra lo que no puedes cambiar, tu mente se libera de una carga innecesaria.
Mayor claridad mental: centrarte en lo que puedes controlar te permite tomar mejores decisiones.
Mayor resiliencia: afrontar los desafíos con aceptación fortalece tu capacidad para superar dificultades.
Bienestar emocional y paz interior: aprender a fluir con la vida en lugar de resistirte a ella te ayuda a sentirte más en equilibrio.
Arugamama nos ofrece una alternativa más saludable para vivir sin tanta frustración y aceptar la realidad tal como es y actuar desde la calma. Como dice Marcos Cartagena, "esta filosofía japonesa que nos ayuda a aceptar la realidad, hace que dejemos de luchar contra lo inevitable y logremos una mayor paz interior".