Nataxa Ruzafa, psicóloga: "No podemos cambiar a los demás pero sí podemos encontrar nuevas formas de relacionarnos"
Nuestro pasado puede afectar a la manera en la que nos relacionamos en el presente. Pero no es algo definitivo. La psicóloga Nataxa Ruzafa nos enseña cómo abrazar la niña que fuimos, abrazarla y sanar nuestras heridas emocionales para vivir una vida más plena.
¿Cuándo seré suficiente? Esta es una de las preguntas que nos podemos hacer alguna vez en la vida, cansadas de no cumplir las expectativas de los demás. No es una pregunta justa, sino el reflejo de la carga emocional que llevamos a nuestras espaldas fruto de cómo nos hemos relacionado con nuestro entorno. La psicóloga Natalia Ruzafa ha escrito el libro '¿Cuándo seré suficiente? Revisa tus vínculos familiares y haz las paces con el presente' (Ed. Molino) y sobre las relaciones con la familia. Con una mirada compasiva, la experta, especializada en autoestima y gestión emocional, nos ayuda a revisar y abrazar el pasado familiar para encontrar un lugar seguro en el presente.
No podamos cambiar el pasado, sí podemos cambiar la forma en que nos relacionamos con él.
Nataxa Ruzafa, psicóloga
¿Qué te inspiró a escribir ¿Cuándo seré suficiente??
Mi motivación para escribir este libro nace en la combinación de dos factores, primero mi experiencia profesional como psicóloga y segundo mi propio camino de crecimiento personal. Sentía que, desde mi propia experiencia, tanto personal como profesional, podía aportar luz, comprensión y hacer accesible cierto conocimiento a personas que estén experimentandomalestar en alguna de sus relaciones familiares.
Me impulsa el saber que, aunque no podamos cambiar el pasado, sí podemos cambiar la forma en que nos relacionamos con él. Si con este libro consigo que algunas personas se entiendan más y, por tanto, se valoren y quieran mejor y vean que sus necesidades no son excesivas, haberlo escrito habrá merecido la pena.
En el libro hablas del trauma generacional. ¿Cómo influye en nuestra autoestima y en nuestras relaciones personales?
El trauma generacional suele influir en ambas de manera negativa y limitante. Ya que el trauma generacional -también conocido como transgeneracional o intergeneracional- es un fenómeno que ocurre cuando las experiencias traumáticas de una generación se transmiten a las siguientes. Es algo parecido a lo que ocurre en las familias cunado se trasmiten historias o recuerdos que han pasando de abuelos a hijos y de hijos a nietos… Pues esto mismo puede suceder con las heridas emocionales, las formas de ver y entender el mundo y los comportamientos y patrones poco sanos.
La buena noticia es que el trauma generacional no tiene por qué definirnos. Sanar es posible. Tomar conciencia de estos patrones, trabajar en ellos y en permitirnos construir nuevas formas de relacionarnos nos permite romper con este legado de transmisión y generar vínculos más saludables.
¿Qué señales pueden indicar que estamos repitiendo patrones heredados de nuestra familia sin darnos cuenta?
Primero hace falta tomarse tiempo para reflexionar y observar. Posteriormente será necesario cuestionarnos y si lo hacemos acompañados de una buena profesional seguramente será más fácil el camino. Para identificar estos patrones heredados nos podemos hacer algunas preguntas como las siguientes:
¿Has notado en ti comportamientos o reacciones que te recuerdan a las que tenían ciertos familiares en situaciones familiares?
¿Te resulta difícil hablar con tu familia sobre ciertos temas o determinadas emociones por la forman en la que reaccionan?
¿Has identificado algún comportamiento repetitivo en tu familia?
Si te sientes identificada/o con alguno de estos puntos te abrazo bien fuerte y te invito a pedir ayuda profesional, todo ello tiene cabida en terapia y se puede sanar.
Sentir culpa o miedo al distanciarse de la familia, incluso cuando sabemos que nos hace daño, es algo muy común. Esto ocurre por varias razones emocionales, psicológicas y culturales que nos condicionan desde la infancia
Nataxa Ruzafa, psicóloga
¿Por qué crees que muchas personas sienten culpa o miedo al distanciarse de su familia, aunque sepan que les hace daño?
Sentir culpa o miedo al distanciarse de la familia, incluso cuando sabemos que nos hace daño, es algo muy común. Esto ocurre por varias razones emocionales, psicológicas y culturales que nos condicionan desde la infancia. De ello hablo en más detalle en el libro.
Para poder manejar esa culpa y miedo, en terapia a menudo trabajamos el integrar que priorizar nuestro bienestar no es egoísmo, es respetarnos y cuidarnos. Aceptar que no podemos cambiar a los demás, pero si podemos trabajar en buscar maneras diferentes de relacionarnos con las personas que nos causan malestar.
Alejarnos de referentes familiares no siempre significa cortar el contacto, pero sí aprender a protegernos emocionalmente.
En el libro mencionas la importancia de sanar a la niña interior. ¿Cómo podemos empezar este proceso de sanación?
Sanar a nuestra niña interior requiere de un proceso. Sanar a nuestra niña interior no significa borrar el pasado, sino aprender a mirarlo con compasión y trabajar para poder ofrecernos como las adultas que somos aquellos que nos faltó o que necesitamos y no tuvimos.
Sanar a menudo requiere de un proceso terapéutico. En el lo que se debería ir abordando primero de todo el reconocimiento y la reconexión con nuestra niña. Seguidamente, ir validando e identificando sus emociones y necesidades emocionales e ir trabajando la reformulación de creencias limitantes interiorizadas… Todo ello se trabaja en las sesiones con herramientas, como algunas de las que propongo en el libro, las cartas.
Sanar a nuestra niña interior no significa borrar el pasado, sino aprender a mirarlo con compasión y trabajar para poder ofrecernos como las adultas que somos aquellos que nos faltó o que necesitamos y no tuvimos.
Nataxa Ruzafa, psicóloga
¿Cuáles son los errores más comunes que cometemos al intentar gestionar nuestras heridas emocionales?
En consulta a menudo lo que observo es que los “errores” que se cometen suelen responder precisamente al impacto que estar heridas han podido ocasionar. Alguna de las tendencias más comunes podrían ser caer en dudar de nuestras necesidades emocionales y juzgarlas como excesivas. Tender a cuestionar si lo que sentimos está bien o no.
¿Cómo pueden influir las expectativas familiares en la sensación de "no ser suficiente"?
Todas las personas somos suficientes, pero a menudo no nos han enseñado o acompañado a verlo y valorarlo así. Las expectativas familiares influyen en la sensación de "no ser suficiente", porque desde pequeñas aprendemos a valorar nuestro propio ser en función de lo que los demás esperan de nosotros. Si no cumplimos con esos estándares impuestos, o con el rol que se nos demanda acostumbramos a experimentar malestar y hacer valoraciones de nuestra propia persona de manera poco justa.
Tu libro incluye ilustraciones y ejercicios prácticos. ¿Cómo ayuda este enfoque visual y participativo en el proceso de autoconocimiento?
Siento que leer ensayos (y más escritos por profesionales de la psicología) aporta mucho, pero a la vez suelen hacerse densos y difíciles de comprender. Yo, por mi profesión, estoy acostumbrada a leer este tipo de libros, pero a veces encuentro que algunos de ellos son poco accesibles para lectoras/es en general.
Por ello, mi objetivo era que el libro '¿Cuándo seré suficiente?' fuera dinámico, cercano y claro. Acompañar el texto de ilustraciones y de intercalar relatos con ilustraciones a página entera, me parecía un guiño precioso a los álbumes ilustrados, y una manera de generar interés y ganas de seguir leyendo. A la vez, proponer algunos ejercicios prácticos o reflexivos sin excederme consideraba que podría dar ese espació para parar, respirar, integrar y poder relacionar lo leído con la vida e historia de vida de cada lectora.
El papel que juega la compasión es importantísimo, suena a tópico decir que mirarnos, hablarnos y tratarnos con compasión en imprescindible, pero así es
Nataxa Ruzafa, psicóloga
¿Qué papel juega la compasión, tanto hacia nosotros mismos como hacia nuestros referentes familiares, en este proceso de sanación?
El papel que juega la compasión es importantísimo, suena a tópico decir que mirarnos, hablarnos y tratarnos con compasión en imprescindible, pero así es. Si hacemos un buen trabajo con nuestro dialogo interno, dejando atrás formas más criticas o juiciosas y acercándonos más a comprender lo que nos sucede, esto tendrá un impacto positivo en nosotras, y por ende también se nos hará más fácil poder valorar y mirar a los demás desde ese mismo lugar. Lo que me ofrezco a mi es más fácil que lo pueda ofrecer al otro…
El libro lo conforman 3 partes. La primera “la historia de nuestros referentes”, la segunda “nuestra historia” y la tercera y última “Sanando nuestra historia”. La idea es invitar a la lectora a hacer un viaje de revisión desde lo que hemos recibido hasta nuestro presente, pasando por identificar que impacto a podido tener en una misma lo vivido. Durante la escritura del libro he tenido siempre en mente poder acercarme a la teoría y lo que comparto desde la compasión y el respeto y que como lectora esto haga que te sientas comprendida y abrazada en todas tus versiones.
Muchas personas sienten que han trabajado en su autoestima, pero en momentos de estrés vuelven a caer en viejos patrones. ¿Cómo evitar estos retrocesos?
Todas podemos tener respuestas emocionales desmesuradas en algunos momentos, incluso perder los papeles. A todas nos ha pasado que en momentos de malestar hayamos vuelto a caer en viejos patrones emocionales incluso habiendo hecho un trabajo personal previamente. Nuestra mente en momentos críticos tiende a regresar a lo conocido, especialmente cuando nos sentimos vulnerables. No obstante, lo importante es identificarlo, tomar consciencia, valorar el aprendizaje necesario a interiorizar de la experiencia y comprometernos a intentar hacerlo diferente en futuras ocasiones.
Sin embargo, si aunque lo identifiquemos nos sentimos superadas, abrumadas y poco capaces de cambiar ciertas respuestas o patrones, no pasa nada, no siempre podemos con todo solas y está bien permitirnos pedir ayuda profesional.
¿Cómo pueden influir las redes sociales en la forma en que nos percibimos y en la búsqueda constante de validación?
Las redes sociales están presentes en nuestras vidas. En pleno 2025 somos muchas las personas que pasamos tiempo en ellas y el consumo que hacemos pude tener impacto en la forma en que nos percibimos y en la búsqueda de validación externa. Las redes llevan, a menudo, a comparar y depende del uso que les demos pueden acrecentar inseguridades y fomentar una sensación constante de “no ser suficiente”.
Por ello, es importante medir y valorar el uso que hacemos y trabajar esas comparaciones para que sean justas. Muchas de estas comparaciones llevan a la falsa ilusión de perfección. En las redes las personas tienden a mostrar los momentos de felicidad, viajes… Y esto puedo llevarnos a comparar nuestra vida y realidad con una versión filtrada, parcial e irreal. Es por esto que es tan importante que aprendamos a filtrar de manera crítica qué consumimos y aprender a cuestionarnos los pensamientos que se nos activan para poder resituar esas sensaciones y cuidarnos. Al final, las redes pueden ser una herramienta positiva si las usamos con consciencia.
Afrontar y digerir realidades del pasado nos permite abrir las puertas de manera sana al presente y futuro, puesto que lo que nos ha sucedido nos duele y nos pesa menos cuando lo hemos procesado.
Nataxa Ruzafa, psicóloga
¿Es posible sanar sin confrontar directamente a la familia? ¿O es necesario hablar abiertamente sobre lo que nos ha dolido?
Revisar el pasado, observarlo y hablar de él nos ayuda a entendernos y a ver de dónde venimos y dónde estamos. Esto es importante para tomar consciencia de que las relaciones familiares que establecemos no han surgido de la nada: son fruto de cargas y herencias pasadas y de dinámicas que se han ido instaurando con el tiempo. Afrontar y digerir realidades del pasado nos permite abrir las puertas de manera sana al presente y futuro, puesto que lo que nos ha sucedido nos duele y nos pesa menos cuando lo hemos procesado.
Dónde y con quién sentimos abrirnos a comunicar y procesar nuestro dolor debe valorarlo cada persona. El espacio terapéutico puede ser un buen lugar, no siempre es necesario para sanar hablarlo con los referentes familiares. Si eso fuera así las personas que han pasado por pérdidas podrían procesarlo.
Cuando hemos vivido una infancia con carencias, es habitual que, al alcanzar la edad adulta, conectemos con la necesidad de hacer saber al referente responsable todo nuestro malestar.
Así que, si decides expresar tu verdad, recomiendo que sea la adulta la que establezca ese contacto y que lo haga desde la comunicación asertiva (en el libro aborta en mayor profundidad todo este proceso y el objetivo último de esa comunicación). Dar el paso de hablar de esas heridas del pasado es importante para lagunas personas, pero también es cierto que para otras no lo es.
¿Desde qué edad crees que deberíamos empezar a trabajar en nuestra gestión emocional para evitar arrastrar heridas a la adultez?
Desde el minuto cero todo es gestión emocional. No es una cosa que se deba trabajar a partir de una edad en particular, sino que debería presentarse de manera transversal en todas las etapas de la vida.
Y si no se ha dado, nunca es tarde para empezar a gestionar nuestras emociones. En terapia es uno de los puntos clave que se aborda.
Podemos trabajar para que la adulta que somos abrace a aquella niña y construya ahora relaciones seguras tanto con ella como con los demás.
Nataxa Ruzafa, psicóloga
¿Qué consejos darías a quienes sienten que nunca serán suficientes para los demás, pero quieren empezar a sentirse suficientes para sí mismos?
Ser suficiente para los demás es algo que a menudo no depende de una misma. Es importante identificar que es lo que está alimentando esa sensación de insuficiencia, porque las personas no somos impenetrables al contexto. Para sentirnos suficientes también tenemos que aprender a cuidarnos y rodearnos de aquellas personas que nos hagan sentir bien.
Cuando nos sentimos así, hay trabajo de autoconocimiento y autoestima a hacer de manera individual para fortaleces la concepción propia. Sentirnos insuficientes es limitante y no nos permite tratarnos de manera justa. A menudo al haber recibido un amor condicionado, asociamos nuestro valor a lo que hacemos, ya que es entonces cuando recibimos validación. Cambiar todo esto requiere de un proceso pues no podemos viajar en el tiempo, hasta nuestra infancia, para desde allí ofrecernos la seguridad que nos faltó, pero sí podemos trabajar para que la adulta que somos abrace a aquella niña y construya ahora relaciones seguras tanto con ella como con los demás. ¡Te lo mereces!
¿Qué esperas que las lectoras y lectores se lleven de '¿Cuándo seré suficiente?' cuando terminen de leerlo?
Espero que este libro sirva para deshacer algunos nudos. Que acompañe a las lectoras a comprender la soledad emocional que experimentan a veces, a establecer vínculos más profundos y a relacionarse mejor con su vulnerabilidad.
No me gustaría finalizar con ninguna promesa, sino deseando, con mucho amor, que en él encuentren lo que cada una necesite.