Debemos escuchar más a nuestro cuerpo. Y no siempre le dedicamos el tiempo a esta labor, sin duda, fundamental. A ello nos anima Estanislao Bachrach, doctor de Biología Molecular especializado en neurociencias, que nos invita a bajar a nuestro cuerpo y conocerlo, ya que este le aporta al cerebro la información vital para todo lo que decide hacer, sentir y pensar. De todo ello nos habla el autor en su libro ZensorialMente, donde nos anima a que aprendamos a usar el cuerpo como herramienta de autoconocimiento y, de esta forma consigamos una labor fundamental: fortalecer nuestra inteligencia sensorial. Hemos tenido la ocasión de hablar con él al respecto.
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Ya en la portada del libro apunta una idea: 'Deja que tu cuerpo sea tu cerebro'. ¿Por qué debemos plantearnos ese objetivo?
Bueno, no es que debamos plantearnos eso. Simplemente mi trabajo es comunicar y difundir un montón de conocimiento milenario que hoy, a partir del avance de la tecnología, muchos científicos pueden entender y confirmar. Por otra parte, en estos últimos años ha habido mucha información científica sobre el funcionamiento del cerebro y poco sobre el cuerpo. Tenemos que recordar que en el cuerpo hay neuronas. En este último libro Zensorialmente planteo: ¿Qué pasa con el cuerpo? ¿Qué información transmite el cuerpo al cerebro para que tomemos mejores decisiones? ¿Es algo que podemos aprender a escuchar, a leer, a discernir, a sentir? ¿Nos sirve para algo en la vida cotidiana, para tomar mejores decisiones o para sentirnos mejor? La respuesta, claramente es sí. El objetivo es mirar y sentir un poco más el cuerpo y no estar solamente pendiente de lo que le pasa al cerebro. Además, el cerebro no está solamente en la cabeza, sino que se distribuye a través de los distintos sistemas nerviosos por todo el cuerpo.
En estos últimos años ha habido mucha información científica sobre el funcionamiento del cerebro y poco sobre el cuerpo
¿Debemos trabajar más en nuestro autoconocimiento sensorial?
De nuevo, no creo que debamos trabajar. No creo que el verbo es deber, simplemente es una oportunidad. El desafío es mostrar a la gente que a través de ese autoconocimiento más corporal, somático o sensorial uno puede descubrir y redescubrir muchas cosas de uno mismo. Fortaleciendo este autoconocimiento tiene más herramientas para cambiar y tomar mejores decisiones, como así también para sentir más bienestar en la vida cotidiana y profesional. Es como un viaje hacia el interior donde nos damos cuenta de que no tenemos que tener más cosas para sentirnos bien, sino es aprender a sentir y cómo cambiar eso para poder sentirnos mejor.
¿Puede ser que incluso subestimemos alguno de nuestros sentidos?
El libro hace foco en uno de los sentidos poco estudiados o poco enseñados en la escuela o en la educación formal, que es el sentido interno, que se llama interocepción. Quizás está subestimado porque no lo conocemos o porque no sabemos cómo funciona. El libro es una guía o manual para aprender cómo funcionan estos sentidos internos y poder aprovecharlos para sentirnos mejor y tomar mejores decisiones.
¿Qué es lo que denomina inteligencia sensorial?
La inteligencia sensorial es justamente la inteligencia del cuerpo. Esa capacidad que tienen los distintos sistemas nerviosos y neuronas distribuidos por todos los órganos, vísceras y tejidos para captar información interna e informar al cerebro, nodo central del sistema nervioso. ¿Qué es lo que está pasando? Estados de energía, formas de respirar, tensiones, temperaturas. Y al sentir y conocer esa información siendo consciente de ella poder decidir diferente, cambiar o discernir cómo quiero comportarme frente a diferentes situaciones.
¿Y cómo podemos desarrollarla?
La herramienta más poderosa para desarrollarla es la meditación. Es a través de la meditación como uno desarrolla sus áreas interoceptivas del cerebro, que son las áreas donde el cuerpo manda la información de lo que está pasando segundo a segundo. Al estar más desarrolladas, más conectadas, uno empieza a tener un autoconocimiento más profundo de sí mismo, en este caso de su cuerpo, sus tejidos, sus órganos, sus sistemas.
La herramienta más poderosa para desarrollar la inteligencia sensorial es la meditación
¿Por qué piensa que nos cuesta tanto conocer bien nuestro propio cuerpo?
No es que nos cueste conocer el cuerpo, sino que es que no sabemos hacerlo. Nadie nos enseñó o nadie nos ha hablado de la importancia de realizar esto. Una vez que uno incorpora una metodología, una técnica, un formato de cómo empezar a escuchar mejor nuestro cuerpo, no es que nos cueste o que sea difícil. Simplemente, como todo aprendizaje sobre uno mismo, requiere de cierta disciplina, metodología, constancia, hasta que se transforma en un hábito.
¿Esconde el autoconocimiento cierto egoísmo o no cree que sea así?
Para nada de acuerdo. No tiene nada que ver con el egoísmo, es exactamente todo lo contrario. Cuando uno empieza a desarrollar los distintos tipos de autoconocimiento, el conceptual, y el sensorial, empieza a desarrollar mucho más la empatía y el entendimiento y el conocimiento del otro, ya sea de aquellas personas que queremos, pues en general es fácil ser empático porque las queremos, pero también de aquellas personas que no nos caen tan bien o no nos gustan tanto.
Esto sucede fundamentalmente en ambientes laborales, donde tenemos que lidiar con mucha gente que muchas veces no nos cae bien, no nos gusta o no piensa como nosotros o no tiene los mismos objetivos o prioridades que nosotros.
¿Es el tiempo uno de los principales problemas para conseguir este objetivo de conocer y de escuchar más a nuestro cuerpo?
Creo que el tiempo puede ser una excusa para que la gente no se dedique a escucharse o a conocer mejor su cuerpo. Pero siempre hay momentos en donde uno puede meditar o aplicar algunos de los ejercicios del libro. No necesariamente uno tiene que estar sentado en un ambiente perfecto para para aprender sobre el autoconocimiento sensorial. Uno lo puede hacer muchas veces en el auto o esperando el ascensor, o apenas uno se despierta por la mañana, etc. El libro cuenta distintas herramientas que la gente con sus días ajetreados y su estilo de vida, multiestimulado y sobreexigido, puede tener espacios pequeños donde desarrollar estas herramientas.
El tiempo puede ser una excusa para que la gente no se dedique a escucharse o a conocer mejor su cuerpo
¿Piensa también que aún nos queda mucho por descubrir de nuestro cerebro, que sigue guardando muchas incógnitas sin resolver?
Sí, sin ninguna duda queda muchísimo y creo que sería hasta interesante no lograr resolver todo ni entender todo.
¿Realmente el cuerpo no miente, tiene las claves para conseguir una vida con más bienestar a todos los niveles?
Me parecería muy soberbio decir que tengo la clave para conseguir una vida con más bienestar a todos los niveles. Pero sí, estos libros de autoayuda científica aportan conocimiento, traducido en herramientas o métodos para así sentirse un poco mejor. Tomar mejores decisiones, estar menos reactivo, ser más empático en las pequeñas cosas cotidianas de la vida que suelen incomodarnos o molestarnos.
¿A quién va dirigido especialmente su libro 'Zensorialmente'?
El libro está dirigido a todas las personas que quieran aprender sobre su cuerpo, no desde el lado físico, ni estético ni de salud, sino de sus lados más internos y la información que segundo a segundo aportan al cerebro para que uno pueda tomar mejores decisiones y sentirse un poco mejor. Por un lado, hay mucha teoría explicando la ciencia detrás de estos sentidos internos y por el otro lado, muchos ejercicios donde la gente puede poner en práctica este conocimiento en su vida cotidiana.