La cultura japonesa es conocida por su equilibrio, disciplina y sabiduría, aspectos que han despertado el interés de muchas personas y sociedades en todo el mundo. De hecho, en occidente adoptamos muchas de las filosofías que nos vienen del país Nipón. Y es que lo largo de los años, diversas prácticas y conceptos japoneses han demostrado su eficacia para mejorar la calidad de vida y la salud mental de quienes los adoptan. Desde la paciencia y el respeto en las relaciones interpersonales hasta la búsqueda del crecimiento personal y la resiliencia, esta cultura tiene mucho que enseñarnos.
Por ejemplo, Nankurunaisa, una expresión de Okinawa, nos recuerda que con el tiempo todo se acomoda y que debemos confiar en el proceso de la vida, evitando el sufrimiento innecesario. De manera similar, el Sistema Hanasaki nos enseña los principios para una vida larga y plena basados en la cultura japonesa, como la armonía con el entorno, la alimentación saludable y el autoconocimiento. Por otro lado, el método Kakebo nos proporciona una herramienta eficaz para la gestión financiera, ayudándonos a evitar gastos innecesarios y a llevar un control consciente de nuestras finanzas.
Cada una de estas enseñanzas refleja una visión de la vida basada en la paciencia, la armonía y la mejora continua. Y entre ellas, hay un concepto que nos puede transformar nuestras vidas: Shoshin.
¿Qué es la filosofía 'Shoshin'?
Para entenderlo mejor, hemos hablado con Marcos Cartagena, experto en cultura japonesa y cofundador de Descubriendo Japón. Según nos explica, el término Shoshin (初心) se compone de dos kanjis: el primero significa "comienzo" o "empezar" y el segundo representa "corazón" o "espíritu". Es decir, se puede traducir como “mente de principiante” y hace referencia a la actitud de avanzar en el camino sin olvidar que siempre hay mucho más por aprender que lo que ya sabemos.
¿En qué consiste realmente la filosofía 'Shoshin'?
Marcos Cartagena nos explica que Shoshin es una mentalidad que nos invita a mantener la mente abierta y a aceptar que, por mucho que hayamos aprendido, siempre existe la posibilidad de seguir creciendo. En otras palabras, cuando nos acercamos a cualquier conocimiento, experiencia o interacción con la actitud de un principiante, sin creernos expertos, nos volvemos más receptivos, humildes y dispuestos a absorber nuevas enseñanzas.
Como decía el maestro zen Shunryu Suzuki:
"En la mente del principiante hay muchas posibilidades; en la del experto, pocas".
Quienes adoptan la mentalidad Shoshin saben que el día en que crees que ya lo sabes todo es el día en que dejas de aprender. Y cuando dejamos de aprender, dejamos de evolucionar.
Este concepto es muy valorado en Japón, especialmente en disciplinas como las artes marciales, donde incluso los grandes maestros se consideran eternos aprendices. ¿Por qué? Porque entienden que el camino del conocimiento no tiene final. Hasta el último día de nuestra vida podemos seguir perfeccionándonos y descubriendo nuevas perspectivas.
¿Por qué 'Shoshin' puede hacerte más feliz?
Vivimos en un mundo que premia la seguridad, el dominio y la especialización. Nos enseñan que debemos ser expertos en lo que hacemos, que debemos tener respuestas para todo y que la ignorancia es algo que hay que ocultar. Sin embargo, esta mentalidad nos estanca, nos llena de orgullo y nos aleja de la curiosidad, la creatividad y el aprendizaje constante.
Adoptar la mentalidad de Shoshin no solo nos ayuda a aprender más, sino que también nos hace más felices y nos libera de muchas preocupaciones innecesarias. ¿Cómo? Aquí algunas de las razones:
- Evita el estancamiento: muchas veces dejamos de mejorar porque creemos que hemos llegado a nuestro máximo potencial. Shoshin nos recuerda que siempre hay margen para crecer.
- Nos hace más humildes: nos ayuda a reconocer que podemos aprender de cualquier persona, incluso de aquellas que en principio consideramos menos experimentadas que nosotros.
- Potencia nuestra creatividad: cuando nos acercamos a algo con una mente de principiante, dejamos espacio para nuevas ideas, innovaciones y formas de hacer las cosas.
Nos permite disfrutar del presente: si no tenemos expectativas rígidas sobre cómo deberían ser las cosas, podemos vivir cada experiencia con más apertura y menos ansiedad.
¿Cómo aplicar la filosofía 'Shoshin' en tu vida?
Marcos Cartagena nos ofrece algunas recomendaciones prácticas para empezar a incorporar esta mentalidad en nuestro día a día:
1. Acepta que el aprendizaje nunca termina
Lo primero que debemos hacer es cambiar nuestra creencia sobre el conocimiento. Nunca llegaremos a un punto en el que lo sepamos todo. Sócrates lo expresó hace más de 2.000 años con su célebre frase: “Solo sé que no sé nada”. Cuanto más aprendemos, más conscientes somos de lo vasto que es el camino que nos queda por recorrer. Aceptar esto nos ayuda a mantenernos humildes y en constante crecimiento.
2. No dejes que tu curiosidad muera
La curiosidad es el motor del aprendizaje. Si dejamos de hacernos preguntas, dejamos de avanzar. Muchas veces, cuando nos volvemos expertos en algo, perdemos la capacidad de sorprendernos y de explorar nuevas perspectivas. Recuerda que la comida es el alimento del cuerpo, pero el conocimiento es el alimento de la mente.
3. Aprende de todo y de todos
A menudo descartamos la posibilidad de aprender de alguien porque asumimos que sabemos más que esa persona. Pero cada individuo tiene experiencias, conocimientos y formas de ver el mundo que pueden aportarnos algo valioso. Si tratamos a los demás con superioridad, nos cerramos a muchas enseñanzas que podríamos haber adquirido.
4. Acepta los errores como parte del proceso
Muchas veces nos da miedo equivocarnos porque asociamos el error con el fracaso. Pero la realidad es que los errores son simplemente información que nos indica qué no funciona. Un guitarrista, cuando afina su instrumento, toca notas incorrectas antes de llegar al sonido perfecto. Lo mismo ocurre en la vida: necesitamos ajustes constantes para mejorar.
5. Atrévete a probar cosas nuevas
La mentalidad Shoshin nos impulsa a salir de nuestra zona de confort y a experimentar sin miedo al fracaso. Si siempre hacemos lo mismo, siempre obtendremos los mismos resultados. La clave del aprendizaje es la acción: prueba cosas nuevas, explora diferentes enfoques y mantente abierto a lo inesperado.
Beneficios de adoptar la filosofía 'Shoshin'
Si empiezas a practicar Shoshin en tu vida, notarás muchos cambios positivos. Algunos de los beneficios más importantes son:
- Mayor capacidad de adaptación: En un mundo en constante cambio, la flexibilidad es clave. Tener una mentalidad de principiante nos permite ajustarnos más rápido a nuevas circunstancias.
- Menos estrés y ansiedad: Cuando dejamos de aferrarnos a la idea de que debemos ser expertos en todo, nos liberamos de una gran presión.
- Relaciones más enriquecedoras: Escuchar a los demás con genuina curiosidad mejora nuestra empatía y conexión con quienes nos rodean.
- Mayor satisfacción personal: Sentir que estamos en un proceso continuo de mejora nos ayuda a mantenernos motivados y con un propósito claro.