Mujer haciendo ejercicio en casa© Getty Images

Ejercicios de calistenia que puedes hacer en casa

Este tipo de entrenamiento desarrolla la fuerza de manera natural y se reduce el riesgo de lesiones. También quema calorías, por lo que es un entrenamiento completo y eficaz


28 de enero de 2025 - 14:04 CET

La calistenia ha ganado popularidad como uno de los entrenamientos de fuerza más fáciles para cualquier persona que desee ponerse en forma desde la comodidad de su hogar. Este tipo de ejercicio, basado en movimientos que utilizan únicamente el peso del propio cuerpo, no solo es una alternativa práctica, sino que también ofrece una serie de beneficios que lo convierten en una de las formas más completas de entrenar.  Javier González, experto en la materia y director de JG FITNESS COACHING nos explica qué es la calistenia, cuáles son sus beneficios, de qué depende que puedas trabajar bien este tipo de entrenamiento para reducir lesiones y qué conseguirás con los ejercicios que se proponen.

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¿Qué es la calistenia?

Probablemente, lo sepas ya, porque de la calistenia se ha hablado mucho. Pero si no estás familiarizada con este término, el experto en fitness te explica que la calistenia es un método de entrenamiento que se centra en utilizar tu propio peso corporal como resistencia para fortalecer los músculos y mejorar la funcionalidad del cuerpo. En lugar de depender de máquinas o pesas, en la calistenia realizas movimientos que activan varias cadenas musculares al mismo tiempo, como flexiones, sentadillas, planchas y dominadas. Esto no solo ayuda a desarrollar fuerza, sino también a mejorar la coordinación, la flexibilidad y la resistencia cardiovascular. Es una forma de ejercicio que tiene sus raíces en la antigüedad, pero que se ha adaptado a las necesidades modernas, ofreciendo una solución práctica para quienes buscan entrenar en casa de manera eficiente.

Uno de los aspectos más atractivos de la calistenia es que no necesitas mucho espacio ni equipo para empezar. Solo necesitas tu cuerpo, ropa cómoda y un poco de motivación. Además, puedes personalizar los ejercicios según tu nivel de condición física, lo que hace que este tipo de entrenamiento sea ideal tanto para principiantes como para personas más avanzadas.

La calistenia te ayuda a desarrollar fuerza de manera natural, sin depender de equipos pesados o complejos. Al usar tu propio peso corporal, reduces el riesgo de lesiones relacionadas con el sobreentrenamiento o el mal uso de máquinas

Beneficios de la calistenia

La calistenia ofrece una amplia variedad de beneficios que no solo mejoran tu aspecto físico, sino también tu salud general y tu bienestar. En primer lugar, es una forma de ejercicio integral, ya que cada movimiento activa múltiples grupos musculares a la vez. Esto significa que no solo trabajas la fuerza, sino también la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad, lo que resulta en un cuerpo más funcional y equilibrado.

Muchos de los ejercicios implican movimientos dinámicos que elevan tu ritmo cardíaco, lo que contribuye a mejorar la resistencia y a quemar calorías de manera efectiva

Otro beneficio clave es que la calistenia te ayuda a desarrollar fuerza de manera natural, sin depender de equipos pesados o complejos. Al usar tu propio peso corporal, reduces el riesgo de lesiones relacionadas con el sobreentrenamiento o el mal uso de máquinas. Además, este tipo de entrenamiento es altamente adaptable, lo que significa que puedes empezar con ejercicios básicos y progresar hacia movimientos más avanzados a medida que ganas fuerza y confianza.

La calistenia también es una excelente manera de mejorar la salud cardiovascular. Muchos de los ejercicios implican movimientos dinámicos que elevan tu ritmo cardíaco, lo que contribuye a mejorar la resistencia y a quemar calorías de manera efectiva. Esto la convierte en una opción ideal para quienes buscan perder peso o mantener un peso saludable.

Por último, la calistenia es una forma de ejercicio que promueve la conexión mente-cuerpo. Al realizar movimientos controlados y conscientes, aprendes a escuchar a tu cuerpo y a mejorar tu postura, lo que puede tener un impacto positivo en tu salud a largo plazo. Además, como no necesitas mucho tiempo ni dinero para practicarla, es una opción accesible que puedes incorporar fácilmente a tu rutina diaria, incluso si llevas una vida ajetreada.

calistenia plancha late© Adobe Stock

Consejos para empezar con la calistenia

Antes de comenzar tu rutina de calistenia, es importante tener en cuenta algunos consejos clave que te ayudarán a sacar el máximo provecho de tu entrenamiento y a minimizar el riesgo de lesiones. El primer paso es asegurarte de calentar adecuadamente antes de empezar. Un buen calentamiento prepara tus músculos y articulaciones para el esfuerzo físico, aumentando la circulación sanguínea y reduciendo el riesgo de lesiones. Dedica al menos diez minutos a ejercicios de baja intensidad, como caminar en el lugar, saltar a la cuerda o realizar movimientos articulares para preparar tu cuerpo.

Antes de empezar con los ejercicios de calistenia, Dedica al menos diez minutos a ejercicios de baja intensidad para calentar, como caminar o correr en el lugar, saltar a la cuerda o hacer movimientos articulares

La técnica es otro aspecto fundamental en la calistenia. Como este tipo de entrenamiento se basa en movimientos corporales, es esencial que realices cada ejercicio con una postura adecuada y movimientos controlados. No te apresures a completar las repeticiones; en lugar de eso, concéntrate en la calidad de cada movimiento. Una técnica incorrecta no solo reduce la eficacia del ejercicio, sino que también puede aumentar el riesgo de lesiones.

Como comentábamos, es importante empezar con ejercicios básicos y progresar gradualmente. Si eres principiante, no te sientas presionado por realizar movimientos avanzados de inmediato. Comienza con variantes más simples y aumenta la intensidad o la complejidad de los ejercicios a medida que te sientas más cómodo y fuerte. Si sientes dolor o incomodidad, detente y ajusta el ejercicio según sea necesario.

La constancia es clave para obtener beneficios. Con el tiempo, notarás cómo tu fuerza, resistencia y confianza aumentan

Por último, la constancia es la clave del éxito en la calistenia. Aunque al principio pueda parecer difícil, la práctica regular te permitirá mejorar rápidamente y disfrutar de los beneficios de este entrenamiento. Intenta establecer un horario para tus entrenamientos y conviértelos en una parte integral de tu rutina diaria. Con el tiempo, notarás cómo tu fuerza, resistencia y confianza aumentan significativamente.

La rutina de calistenia más sencilla para hacer en casa

Como decíamos al principio, la calistenia es uno de los métodos más sencillos para entrenar la fuerza. Y, lo mejor, es que puedes hacerlo en cualquier parte: en tu casa, en varias pausas en el trabajo, si viajas, en un parque... Estos son los ejercicios más sencillos que puedes empezar a poner en práctica para trabajar esta modalidad de entrenamiento. Nos completa la rutina el equipo de EPCO Wellness. 

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Sentadillas ('squats')

Si buscas tonificar y fortalecer tus piernas, las sentadillas son imprescindibles. Este ejercicio trabaja de manera simultánea los cuádriceps, los aductores, los músculos de la cadera y los glúteos, aportando fuerza y estabilidad al tren inferior. Además de sus beneficios funcionales, son ideales para moldear la parte baja del cuerpo. Eso sí, es fundamental cuidar la técnica: mantén la espalda recta, el abdomen contraído y asegúrate de que las rodillas no sobrepasen la punta de los pies. Realiza entre 12 y 15 repeticiones para maximizar sus efectos y evitar lesiones.

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Ejercicios unilaterales (zancadas, sentadilla a una pierna, sentadilla búlgara, levantamientos laterales)

Los ejercicios que trabajan una pierna a la vez son perfectos para corregir descompensaciones musculares y aumentar la intensidad del entrenamiento. Al focalizar el esfuerzo en una sola extremidad, activas de manera más intensa los músculos del glúteo, los cuádriceps y los estabilizadores de las piernas. Por ejemplo, las zancadas fortalecen las piernas y mejoran el equilibrio, mientras que las sentadillas búlgaras requieren estabilidad y fuerza al trabajar con un pie apoyado en una superficie elevada. Para una correcta ejecución, realiza entre 10 y 12 repeticiones por pierna, asegurándote de mantener el control en cada movimiento.

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Puente de glúteo ('hip thrust')

El puente de glúteo es insuperable si lo que quieres es potenciar la cadena posterior. Este ejercicio no solo fortalece los glúteos, sino también los isquiotibiales y la zona lumbar, ayudándote a mejorar tanto el rendimiento físico como la postura. Al realizarlo, apoya los hombros sobre una superficie elevada, coloca los pies firmemente en el suelo y levanta las caderas hasta alinear el torso con las piernas. Contrae los glúteos al final de cada repetición para intensificar el ejercicio. Completa entre 12 y 15 repeticiones para maximizar sus beneficios y notar resultados rápidamente.

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Flexiones ('push-ups')

Las flexiones son un clásico en el entrenamiento de fuerza por una razón: son versátiles y eficaces. Este ejercicio trabaja el pecho, los hombros (en especial la porción media y anterior) y los tríceps, además de involucrar el core para mantener la estabilidad del cuerpo. Puedes variar la intensidad cambiando la posición de las manos o el cuerpo. Si eres principiante, comienza con flexiones inclinadas apoyando las manos en una superficie elevada o en la pared. A medida que progreses, pasa a las flexiones estándar en el suelo o incluso a variaciones más avanzadas. Haz entre 10 y 12 repeticiones para construir fuerza de manera gradual.

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Planchas ('planks')

Las planchas son el ejercicio estrella para fortalecer el core, el conjunto de músculos que incluye el abdomen, los oblicuos, el diafragma, el suelo pélvico, los músculos lumbares y el transverso. Un core fuerte no solo mejora la postura y la estabilidad general del cuerpo, sino que también previene dolores de espalda y estiliza la figura al fortalecer la zona abdominal. Para realizar una plancha, coloca los antebrazos y las puntas de los pies en el suelo, manteniendo el cuerpo en línea recta desde la cabeza hasta los talones. Sostén la posición durante 20 a 30 segundos, y a medida que ganes fuerza, aumenta la duración. Este ejercicio admite variaciones, como planchas laterales o planchas con elevación de piernas, para mantenerlo desafiante y efectivo.

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Dominadas libres o con ayuda

Las dominadas son uno de los ejercicios más completos para la espalda, los bíceps y los hombros. Las dominadas libres requieren fuerza en la parte superior del cuerpo para levantar tu peso por completo, mientras que las dominadas asistidas, ya sea con una banda elástica o una máquina, te ayudan a completar el movimiento si eres principiante. Es fundamental realizar el ejercicio de manera controlada, evitando balanceos y asegurando una bajada lenta y controlada.

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