Los ronquidos se convierten, no hay duda, en un incómodo compañero nocturno tanto para quien los padece como para quien duerme él. El sonido no es agradable, pero es que, además, pueden ser una señal de que no se está teniendo un sueño de calidad. Por este motivo, hay que prestarles la atención que merecen. Los ronquidos son un sonido inspiratorio producido durante el sueño que hasta hace muy poco se consideraban solo una molestia acústica. Cuando el ronquido no se acompaña de apneas y/o hipopneas, o de hipoventilación se le denomina primario y se sitúa en el extremo más leve del espectro de los trastornos respiratorios relacionados con el sueño. Así pues, podemos considerar al ronquido como parte del continuo de estos trastornos relacionados con el sueño que conduce a la apnea del sueño (AOS). Su prevalencia es muy elevada y en la edad media de la vida prácticamente el 90% de los hombres roncan y también un 50% de las mujeres.
La obesidad y la postura en la que dormimos son factores de riesgo para la presencia de ronquidos
¿Por qué roncamos?
Si queremos buscar una razón que explique el porqué de los ronquidos, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que durante el sueño, los músculos de la lengua y la garganta se relajan. Así nos lo explica la doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, que añade que si el aire no fluye de manera adecuada a través de las vías respiratorias, los tejidos de la garganta vibran produciendo ese sonido que es el ronquido.
“Los ronquidos pueden deberse a una obstrucción de las vías respiratorias producida por congestión nasal, desviación septal, hipertrofia de cornetes o amígdalas agrandadas. También por la forma anatómica de nuestro cuerpo. Por ejemplo, personas con paladar blando o úvula- campanilla- alargada, con cuello muy grueso o aquellas que respiran por la boca en lugar de por la nariz de manera habitual, pueden ver restringido el flujo normal de aire en su respiración nocturna”, nos comenta.
Además, incide en que también existen factores que forman parte de nuestros hábitos de vida como por ejemplo la ingesta de alcohol o el tabaquismo. “La obesidad y la postura en la que dormimos también son factores de riesgo para la presencia de ronquidos. En cuanto a la postura, debemos saber que si dormimos bocarriba la lengua se va hacia atrás y los tejidos de la garganta pueden bloquear parcialmente las vías respiratorias haciendo que ronquemos más”, nos cuenta. Y cita otro factor importante, que no siempre se tiene en cuenta, como es la edad. “A medida que envejecemos, los músculos de la garganta pierden tono, lo que aumenta las probabilidades de roncar”, explica
¿Pueden indicar los ronquidos la existencia de un problema de salud?
Como anticipábamos al comienzo, cuando los ronquidos son frecuentes, fuertes y van acompañados de otros síntomas como cansancio o somnolencia diurna, pueden estar indicando algún problema de salud subyacente. “Lo más frecuente es la presencia de apnea obstructiva del sueño. En estos casos, la obstrucción de la vía aérea no sólo genera ronquidos si no momentos en los que paramos de respirar durante el sueño lo cual afecta la oxigenación de la sangre y el descanso reparador. También pueden indicar un problema nasal o respiratorio que requiera corrección quirúrgica”, detalla la doctora Silva.
Además, es importante que tengamos en cuenta que es común roncar en caso de que estemos pasando por un cuadro de congestión nasal puntual, pero si esto ocurre de manera habitual podría haber detrás algo más complejo como un tabique nasal desviado o una sinusitis crónica que estén dificultando la respiración y favoreciendo el ronquido.
Es importante prestarles atención, porque tal como explica la doctora Susana Soler, neurofisióloga y responsable de la unidad del sueño de Vithas Valencia 9 de Octubre, “algunos estudios han puesto de manifiesto que, incluso en ausencia de AOS, los ronquidos pueden asociarse a factores de riesgo cardio-metabólicos como la aterosclerosis y la disfunción endotelial, lo que ha inducido a algunos expertos en sueño a considerar los ronquidos como una condición patológica por sí misma y ello justificaría la aplicación del vocablo roncopatía”.
No todo el mundo que ronca tiene apnea del sueño, pero los ronquidos fuertes y frecuentes son uno de los síntomas más comunes de esta condición
El vínculo entre los ronquidos y la apnea de sueño
Es obligado resaltar que la mayoría de los roncadores primarios no tienen asociada ninguna condición patológica. “Un ejemplo que nos puede ayudar a entender este concepto es que prácticamente el 95 % de los pacientes con AOS roncan, pero solo entre un 5 y un 10 % de los roncadores sufren AOS. Es decir, mientras roncamos estamos respirando ruidosamente, pero cuando sufrimos una apnea estamos dejando de respirar, por lo que no podemos considerar ambos fenómenos con la misma proyección de impacto negativo para la salud”, señala la doctora Soler.
“Como hemos dicho anteriormente, sí puede ser un indicio, pero el roncar no es patognomónico de la apnea del sueño. Es decir, no es un signo diagnóstico definitivo. No todo el mundo que ronca tiene apnea del sueño, pero los ronquidos fuertes y frecuentes son uno de los síntomas más comunes de esta condición”, nos cuenta por su parte la doctora de Cigna. En la apnea del sueño, la respiración mientras dormimos se hace muy superficial y puede llegar a interrumpirse periódicamente, a causa de una obstrucción transitoria de las vías respiratorias. Cuando se reanuda esta respiración, esta lo hace con un fuerte ronquido ya que nuestro cuerpo nota esa bajada de oxígeno en sangre y emite una señal de alarma que hace que ronquemos o resoplemos bruscamente por supervivencia. “Naturalmente esto afecta de forma directa a la calidad de sueño de los pacientes, que no descansan bien”, añade.
Manejo clínico y terapéutico del ronquido
Los expertos coinciden en que todos los problemas relacionados con el sueño son multidisciplinares y el ronquido no es una excepción. La primera clave es determinar si se trata de un ronquido simple o primario, o está asociado con AOS, es decir, si ya constituye un problema para la salud del paciente.
Para la profesional de Vithas, “hay mucha evidencia respecto del impacto de la apnea del sueño en las enfermedades cardio vasculares y metabólicas, y ante un individuo roncador debemos sospechar la existencia de un AOS cuando el ronquido es intermitente y presenta breves pausas de unos segundos que pueden indicar que el paciente tiene la respiración bloqueada en esos momentos. Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es valorar si se trata de un caso de apnea del sueño, cuyo tratamiento mejorará el AOS y por supuesto suprimirá el ronquido, o si, por el contrario, se trata de un ronquido primario sin ninguna patología asociada”.
La polisomnografía nocturna completa y vigilada es la prueba de referencia para el diagnóstico de la apnea del sueño que permitirá hacer este diagnóstico con mayor precisión que las pruebas poligráficas reducidas, cardio-respiratorias, que no miden el sueño, sobre todo en el caso de AOS leves por el riesgo de infradiagnóstico que conllevan estas pruebas reducidas realizadas a domicilio.
Según explica la doctora Soler, “cuando nos enfrentamos al ronquido primario debemos proceder con cautela y prudencia. Sin duda, es necesario el concurso de otras especialidades, sobre todo de la otorrinolaringología. Se han dedicado muchos menos esfuerzos a la investigación del ronquido primario que a la del AOS y no debemos dejarnos llevar por el alarmismo en cuanto a sus connotaciones negativas. Llevados por situaciones personales y familiares problemáticas, muchos pacientes presionan en busca de soluciones médicas y quirúrgicas que no están exentas de riesgos y, además, pueden no proporcionar mejorías significativas a los pacientes”.
“No se dispone de una clasificación estandarizada para los ronquidos primarios respecto de su gravedad, y tampoco hay evidencia respecto de si la frecuencia, la intensidad o la localización exacta del ronquido juegan un papel en la posible asociación con aterosclerosis u otras enfermedades”, afirma la doctora Soler quien comenta que “también se echa en falta una actualización detallada en cuanto a los protocolos de tratamiento, clásicamente basados en procedimientos quirúrgicos ORL con ablación de tejidos blandos orofaríngeos mediante laser”.
En consecuencia, dejando aparte el AOS, determinar cuando el ronquido primario constituye un riesgo para la salud sigue siendo una cuestión sin resolver adecuadamente, y debe evaluarse cuidadosamente sopesando los pros y los contras de las actuaciones terapéuticas.
Lo primero que debemos considerar es si el ronquido se debe a una enfermedad o no
Consejos útiles para dejar de roncar
Nos planteamos qué consejos pueden sernos de utilidad para conseguir solucionar este problema y dejar de roncar. “Lo primero que debemos considerar es si el ronquido se debe a una enfermedad o no. Es decir, dejar de roncar puede requerir cambios en el estilo de vida como bajar de peso en pacientes con sobrepeso, dejar de fumar y dejar de consumir bebidas alcohólicas. También está la posición en la que dormimos, en donde tendremos que optar por la posición de lado, que es cuando la vía aérea está más protegida y más abierta”, apunta la especialista de Cigna
No obstante, en casos más severos, o muy molestos, que estén afectando a la calidad de vida del paciente en exceso, sí que existen una serie de tratamientos, como pueden ser los dispositivos de avance mandibular para darle un poco más de espacio a la vía respiratoria. En pacientes con apnea del sueño está indicado el CPAP. “El CPAP es una máquina que genera presión positiva y la cual está conectada a una mascarilla que se coloca en la nariz o nariz y boca del paciente. La presión positiva entra en la vía aérea con el fin de mantenerla abierta durante toda la noche. Al mantener la vía abierta, se mejora el flujo de aire evitando el ronquido y mejorando la oxigenación”, nos comenta.
Siempre, eso sí, debemos tener en cuenta que estos son tratamientos indicados por nuestro médico o especialista para casos concretos. “En ningún caso estaríamos pautando, por ejemplo, una CPAP para un ronquido simple que se pueda evitar cambiando nuestra posición al dormir”, nos indica la experta.
La importancia de cambiar de hábitos
Como queda claro, el cambio de algunos hábitos es fundamental para conseguir roncar menos. Esto sucede especialmente si estos ronquidos son debidos a factores como el sobrepeso, el consumo de alcohol, o la postura al dormir. “Se aconseja, por tanto, mantener un peso saludable, evitar el alcohol y el tabaco y no realizar comidas pesadas antes de dormir que pueden causar reflujo ácido que, a su vez, irrite las vías respiratorias”, sugiere la doctora Silva.
Además, nos cuenta que también es recomendable mantener las fosas nasales despejadas mediante soluciones salinas para irrigar la nariz en casos de alergias o, por ejemplo, si vivimos en lugares con unos altos niveles de contaminación. Y, por supuesto, hidratarnos correctamente bebiendo agua para que las secreciones nasales sean más fluidas. En invierno y en verano, que utilizamos aparatos para enfriar o calentar el ambiente también podemos usar humidificadores si notamos que el aire de la habitación está muy seco.
En general, las cirugías las consideramos como la última opción
¿Es la cirugía una opción cuando no se consigue solucionar el problema?
La doctora Silva matiza que la opción de optar por la cirugía depende de la causa. “En general, las cirugías las consideramos como la última opción y siempre y cuando los cambios en el estilo de vida y otros tratamientos no invasivos no hayan sido efectivos. Normalmente se decide realizar una cirugía si los ronquidos están causados por anomalías estructurales, como un tabique nasal desviado, amígdalas agrandadas o tejido blando en exceso en la garganta. También en casos graves de apnea del sueño”, comenta.
E insiste en una idea importante: antes de decantarnos por la cirugía, debemos consultar con un otorrinolaringólogo o un especialista del sueño para evaluar si la cirugía es adecuada y qué tipo de procedimiento es el más indicado.