La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes y a la vez una de las más malentendidas o peor conocidas. De hecho, son muchas las falsas creencias en torno a esta enfermedad, errores que hacen sufrir a los pacientes, puesto que contribuyen a estigmatizar esta patología. Por ello, en el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, queremos desmentir los mitos más frecuentes que circulan sobre esta condición, muchos de los cuales perpetúan el estigma y retrasan la búsqueda de ayuda profesional.
¿Por qué los mitos sobre la depresión son tan perjudiciales?
La información falsa o incompleta sobre la depresión no solo minimiza su gravedad, sino que también genera barreras para quienes la padecen. Según un informe de Maldita.es para Lundbeck, las redes sociales han sido una de las principales fuentes de desinformación sobre este tema. Aunque estas plataformas han permitido visibilizar la salud mental y crear comunidad, también han dado lugar a la proliferación de bulos que confunden a los usuarios.
Por ello, hablar de la depresión con datos basados en evidencia científica es fundamental para romper el estigma y fomentar el acceso a tratamientos efectivos.
Mitos más comunes sobre la depresión
Del análisis realizado por Maldita, principalmente en X -antes Twitter- y Tik Tok, estos son los principales bulos que, todavía hoy, circulan sobre la depresión, y los mensajes, avalados científicamente que los confrontan:
- La depresión es una señal de debilidad. Este es uno de los mitos más dañinos. La depresión no tiene nada que ver con ser fuerte o débil. Es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su carácter o circunstancias.
- Es para toda la vida. Aunque la depresión puede ser recurrente, la recuperación es posible. Con el tratamiento adecuado, muchas personas logran superar los episodios depresivos y retomar su vida habitual.
- Siempre hay un motivo tras la depresión. Si bien algunos episodios depresivos pueden estar desencadenados por eventos estresantes, la causa de esta condición es multifactorial, incluyendo factores genéticos, biológicos y ambientales.
- No es una enfermedad. La depresión está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad mental que afecta la salud física y emocional de quienes la padecen.
- Se hereda. Aunque hay una predisposición genética, la depresión no es una enfermedad hereditaria. Los factores ambientales también desempeñan un papel crucial.
- Se cura con medicina natural. No existe evidencia científica que respalde el uso exclusivo de tratamientos naturales para tratar la depresión. Las terapias basadas en la evidencia, como los medicamentos y la psicoterapia, son fundamentales.
- Es poco común. La depresión es mucho más frecuente de lo que se cree. De hecho, se estima que una de cada seis personas experimentará un episodio depresivo a lo largo de su vida.
- La depresión no existe; es solo tristeza. Aunque la tristeza es un síntoma común, la depresión es una condición mucho más compleja que afecta la funcionalidad y el bienestar general.
- Hablar sobre ella puede empeorarla. Todo lo contrario. Hablar sobre la depresión ayuda a reducir el estigma, fomenta la comprensión y anima a las personas a buscar apoyo profesional.
- Desaparece sola. Si bien algunos casos leves pueden mejorar con el tiempo, la mayoría de las personas con depresión necesitan tratamiento profesional para lograr una recuperación completa.
El impacto de la desinformación
El estudio de Maldita.es revela que los adolescentes y jóvenes adultos son los más expuestos a los bulos sobre la depresión. Para combatir la infoxicación, los expertos sugieren que los profesionales de la salud mental utilicen las redes sociales como una herramienta para difundir información fiable. Además, las personas afectadas tienen un papel fundamental en la lucha contra el estigma al compartir sus experiencias.
Por ello, si encuentras información sobre la depresión que parece sospechosa, verifica las fuentes. Confía en organizaciones de salud reconocidas y busca el consejo de profesionales. Recuerda que combatir los mitos no solo ayuda a quienes padecen depresión, sino también a construir una sociedad más empática y bien informada.
En el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, recordemos la importancia de la información basada en la ciencia y educar sobre esta enfermedad basándonos en la ciencia. Porque entender la depresión es el primer paso para derribar el estigma y fomentar un acceso equitativo a la salud mental.