Cuidarnos ya no es algo que hagamos por obligación, sino que forma parte de nuestro día a día. Hemos aprendido que cuando hacemos ejercicio nos sentimos mucho mejor y que movernos no solo influye en nuestro estado físico, también en el mental.
Hay muchos tipos de ejercicios que podemos practicar para lograr estos beneficios. Y entre las actividades más recomendadas se encuentran el yoga y el pilates, dos disciplinas que, aunque comparten ciertos beneficios, tienen diferencias clave que pueden ayudarte a decidir cuál se adapta mejor a tus necesidades. Te contamos cómo integrarlas en tu rutina para que puedas elegir con cuál de las dos te quedas o si quieres darle la oportunidad a las dos disciplinas.
Yoga y pilates, dos disciplinas unidas por la respiración
El yoga y el pilates tienen en común un pilar fundamental: la respiración consciente. Centrarse en ella no solo ayuda a oxigenar el cuerpo, sino que también fomenta la conexión con el momento presente, reduciendo el estrés y promoviendo una sensación de calma interior. Tal como nos explica Diego Moya, Head de Fit Jeff, ambas disciplinas "aúnan el poder de conectar cuerpo, mente y respiración”, lo que las convierte en herramientas muy eficaces para combatir la tensión acumulada en la vida diaria.
Si practicas estas disciplinas en plena naturaleza se potenciará la experiencia
Tanto el yoga o el pilates lo puedes practicar en casa, en un estudio o al aire libre. Si optas por hacerlo en la naturaleza la conexión con el entorno potenciará la experiencia, mientras que en interiores, el uso de música relajante puede crear un espacio propicio para la concentración y la serenidad.
¿Qué consigo si elijo hacer yoga?
El yoga es una disciplina milenaria que combina posturas físicas (asanas), ejercicios de respiración (pranayama) y meditación. Su objetivo principal es lograr la unión entre cuerpo y mente, y sus beneficios van mucho más allá de ganar flexibilidad. Entre ellos destacan:
- Reducción del estrés: la práctica regular del yoga puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejorar el estado de ánimo.
- Mejor descanso: las sesiones de yoga vespertinas son ideales para relajar el cuerpo y preparar la mente para un sueño profundo y reparador.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: al reducir el estrés, el yoga también puede fortalecer las defensas naturales del organismo.
- Aumento de la autoestima: la conexión con el “yo interior” ayuda a reforzar la confianza y la autoaceptación.
Tal como nos indica Moya, uno de los momentos clave en yoga es el Savásana, o postura de relajación, que se realiza al final de cada sesión. Esta postura permite que el cuerpo recupere su equilibrio energético y que la mente alcance un estado de paz profunda. Es una herramienta sencilla, pero poderosa, para eliminar tensiones acumuladas.
¿Qué conseguirás si eliges hacer pilates?
Por otro lado, el pilates se centra en el fortalecimiento del core, o núcleo, y en mejorar la postura. Esta disciplina, creada por Joseph Pilates, es ideal para quienes buscan tonificar el cuerpo, prevenir lesiones y fortalecer la espalda. Sus beneficios incluyen:
- Fortalecimiento muscular: el pilates trabaja todos los grupos musculares de manera equilibrada, lo que mejora la fuerza y la resistencia física.
- Corrección postural: es especialmente útil para personas con dolores de espalda o problemas de postura, ya que refuerza los músculos estabilizadores.
- Mayor flexibilidad: aunque no es su principal enfoque, el pilates también contribuye a mejorar la elasticidad muscular.
- Prevención de lesiones: al fortalecer el núcleo, reduce el riesgo de lesiones en actividades diarias o deportivas.
A diferencia del yoga, el pilates es más dinámico y físico, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan una actividad más intensa pero sin perder la conexión mente-cuerpo.
Ambas disciplinas son compatibles y pueden complementarse, por lo que quizá no tengas que decidirte entre una u otra
¿Cuál elegir según tus objetivos?
La elección entre yoga y pilates depende de tus necesidades y objetivos personales. Si buscas una práctica integral que abarque lo físico, mental y espiritual, el yoga podría ser la mejor opció. Es especialmente recomendado para quienes necesitan reducir el estrés, mejorar su flexibilidad o trabajar en su conexión interior.
Por otro lado, si tu prioridad es fortalecer el cuerpo, mejorar la postura o complementar un régimen deportivo, el pilates es una alternativa ideal.
Ten en cuenta, sin embargo, que ambas disciplinas son compatibles y pueden complementarse perfectamente en una rutina semanal.
Consejos para iniciarte
Si te animas a practicar yoga o el pilates, estos consejos prácticos pueden ayudarte a sacar el máximo provecho de tu práctica. Por ejemplo, establecer un momento fijo para practicar yoga o pilates es clave, ya que hacerlo a primera hora de la mañana te permite comenzar el día con energía, mientras que practicar por la tarde ayuda a liberar tensiones y relajarte antes de dormir. Es fundamental desconectar de las distracciones apagando el móvil y otros dispositivos electrónicos para centrarte plenamente en la actividad sin interrupciones. Además, elegir un espacio adecuado también es importante: busca un lugar tranquilo, preferiblemente con luz natural, y ponte música relajante si lo realizas en interiores. Por último, practicar descalza mejora el agarre y la estabilidad en las posturas, optimizando la experiencia tanto en yoga como en pilates.