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mujer joven mirando su piel en el espejo© Getty Images

¿Puede el uso de algunos medicamentos desencadenar un brote de rosácea?

La rosácea es una patología cutánea inflamatoria frecuente, sobre todo en mujeres entre los 25 y los 50 años


7 de enero de 2025 - 11:30 CET

Quienes padecen una patología inflamatoria de la piel como es la rosácea saben de qué forma puede llegar a condicionar su día a día. Por eso, han de tener muy en cuenta que hay factores externos que pueden llegar a acentuar sus brotes. Desde la exposición solar a la ingesta de determinados medicamentos pueden llegar a influir en que el proceso empeore. 

¿Qué es la rosácea?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la rosácea es una patología cutánea inflamatoria muy frecuente, sobre todo en mujeres entre los 25-50 años. “Afecta sobre todo al área central de la cara (nariz, y mejillas). Si no se trata tiende a ser crónica y a agravarse con los años, provocando engrosamiento y enrojecimiento permanente de la piel e incluso desfiguración de la nariz”, nos detalla la doctora Andrea Huerta-Vena, especialista de Clínica Dermatológica Internacional (CDI).

La doctora nos cuenta que el principal problema radica en el funcionamiento de la glándula sebácea, que va a condicionar una alteración de la función barrera de la piel. Esto altera el microbioma, y se produce inflamación y mayor reactividad de los vasos sanguíneos (esto se traduce en episodios de enrojecimiento, granitos con pus, sensación de ardor...).

Hay que tener en cuenta que si no se trata tiende a ser crónica y a agravarse con los años

Qué factores externos pueden desencadenar un brote

Hay que tener muy presente que algunos factores externos pueden desencadenar un brote de rosácea. La doctora nos cita algunos de ellos, entre los que destaca la exposición solar, cambios bruscos de temperatura, momentos y picos de estrés, beber alcohol, la ingesta de la comida caliente/picante o el uso de determinados cosméticos, entre otros.

mujer tomando unas pastillas sentada en la cama© Getty Images

La rosácea y el uso de medicamentos

En relación con los factores externos, también nos planteamos si hay medicamentos que pueden influir y hacer que la rosácea empeore. La especialista confirma que así es y que los más conocidos son los corticoides, administrados de forma tópica, inhalada u oral. “Existen otros fármacos que pueden desencadenar brote, aunque de forma menos frecuente, como por ejemplo, los inhibidores de la fosfodiesterasa, la amiodarona o derivados de la vitamina B”, nos cuenta. Y hace mención a que también se empieza a conocer que los "protectores gástricos", al disminuir el ácido del estómago puede provocar una alteración del microbioma intestinal y la función de barrera gástrica, aumentando la inflamación sistémica y empeorando la rosácea. 

La ingesta de algunos medicamentos puede desencadenar un brote de la enfermedad

La importancia de confirmar el diagnóstico

¿Cómo se confirma el diagnóstico de este problema cutáneo? La doctora Huerta-Vena nos detalla que el diagnóstico de esta patología es clínico: un dermatólogo diagnostica la enfermedad solo con una adecuada historia clínica y exploración física (en ocasiones es útil la dermatoscopia). En caso de dudas, se puede realizar una biopsia, pero no es necesario en la mayoría de los casos. 

Un problema que afecta a la calidad de vida

Lo que tenemos que tener en cuenta en relación con la rosácea es que estamos ante un problema que puede llegar a interferir en la calidad de vida de quien lo padece. “Es una enfermedad que repercute mucho en la calidad de vida. Tanto por la sensación de ardor que asocia, como por afectación del nivel de autoestima. En ocasiones, las personas que la padecen se ven condicionados en sus actividades del día a día y cambian o renuncian a planes por evitar la aparición de un brote, o por no ser visto con las lesiones”, indica la doctora basándose en su experiencia en consulta. Y es que nos cuenta que hasta hace poco tiempo, no había tantos tratamientos como los que disponemos ahora y era una enfermedad crónica con mal pronóstico. “Afortunadamente ha cambiado el paradigma del tratamiento de esta patología”, explica esperanzada.

La enfermedad puede llegar a afectar al nivel de autoestima de quien la padece

¿Qué avances ha habido en el abordaje de esta enfermedad?

Al hilo de su última consideración, le preguntamos a la especialista cuáles son los principales avances que ha habido en relación con la enfermedad en los últimos años. “Conocemos mejor por qué se produce esta patología y podemos instaurar tratamientos específicos y efectivos. Esta enfermedad siempre debe ser valorada por un dermatólogo. Dependiendo de cada caso, instauraremos cosméticos e incluso fármacos tópicos, que ayuden a reprogramar la función de la glándula sebácea, restaurar la función barrera de la piel y reequilibrar el microbioma (tanto cutáneo como intestinal). En ocasiones será necesario recurrir a fármacos orales, y también pueden ser de gran ayuda el empleo de dispositivos láser/lumínicos”, concluye la dermatóloga de CDI.   

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