¿Cómo te sentirías si cada día pudieras regalarte unos minutos para conectar contigo misma, relajarte y recargar energías? Practicar yoga no solo es una disciplina milenaria que mejora el bienestar físico, sino también una forma sencilla y muy útil de equilibrar la mente y revitalizar el cuerpo. A través de cinco posturas o asanas fáciles de integrar en tu rutina diaria, puedes comenzar a mejorar tu salud física y mental este nuevo año. Como explica Katia Muñoz Olmo, experta en bienestar, del hotel Royal Hideaway Sancti Petri: “El yoga es capaz de calmar la mente y aliviar las tensiones. No se trata de hacer un esfuerzo físico importante, sino de estirarse con atención e intención”. Vamos con las posturas que puedes empezar a practicar ya mismo.
1. Postura del Cadáver ('Savasana'): para soltar tensiones
Empezamos con una de las posturas más sencillas pero también más intensas y buenas para encontrar la calma mental. Se trata de la postura del cadáver una asana en la que tienes que tumbarte bocarriba, cerrar los ojos y centrarte en tu respiración. “Con cada exhalación puedes liberar tensión y rigidez muscular. La clave está en dejar que el aire entre y salga sin esfuerzo”, aconseja Katia. Este momento de quietud es perfecto para finalizar tu práctica o simplemente para desconectar del estrés diario.
Dedica unos minutos a sentir cómo el cuerpo se relaja por completo. Imagina que cada parte de ti se hunde en el suelo, soltando todo el peso acumulado. Es una forma de reiniciar la mente y el cuerpo, ideal antes de dormir o después de un día intenso.
2. Rodillas al pecho ('Apanasana')
Esta postura, además de ser muy relajante, tiene un efecto terapéutico en tu columna y órganos abdominales. Para practicar 'apanasana', simplemente lleva las rodillas al pecho y abraza tus piernas. Puedes balancearte suavemente hacia los lados para masajear la zona lumbar. Katia destaca: “Es una asana básica que desenrolla la espina dorsal, reduce tensiones y mejora la digestión”.
Integrarla en tu rutina puede ayudarte a comenzar el día con energía o a cerrar la noche con una sensación de ligereza. Es una invitación a cuidarte desde dentro, calmando el cuerpo y ayudándote a soltar cualquier carga acumulada.
3. Postura de torsión ('Supta Parivartanasana'): te da equilibrio y flexibilidad
¿Sientes la espalda tensa o has pasado demasiado tiempo frente al ordenador? La postura de torsión es una aliada para fortalecer la columna, ganar flexibilidad y aliviar dolores. Túmbate bocarriba, lleva una rodilla al pecho y gira el torso hacia el lado contrario. “Con esta postura no solo trabajas tu flexibilidad, sino que también equilibras el sistema nervioso y liberas tensiones”, explica Katia.
El movimiento suave de torsión ayuda también a masajear los órganos internos, promoviendo una mejor digestión y estimulando una sensación de bienestar general. Es perfecta para realizarla al final del día o como un respiro en una jornada intensa.
4. Postura del zapatero reclinado ('Supta Baddha Konasana'): te aporta apertura y calma
Si buscas una postura que te permita abrir caderas, relajar la zona lumbar y mejorar la circulación, esta es ideal para ti. Junta las plantas de tus pies y deja caer las rodillas hacia los lados mientras te tumbas. Katia recomienda hacerlo lentamente, asegurándote de que el cuerpo esté completamente apoyado y relajado. Es un momento para soltar el cuerpo y disfrutar de un instante de paz.
Esta postura es especialmente beneficiosa para quienes pasan largas horas sentados, ya que contrarresta las tensiones acumuladas en las caderas y la zona pélvica. Además, es una excelente manera de prepararte para un sueño reparador.
5. Postura del niño ('Balasana'): refugiate en ella si estás muy estresada
Cuando sientas que el estrés te sobrepasa o simplemente necesites un descanso, prueba la postura del niño. De rodillas, siéntate sobre tus talones, inclínate hacia adelante y estira los brazos. Katia señala: “Es una postura que disminuye la sensación de fatiga y ayuda a bajar el ritmo casi de inmediato”.
Es un refugio perfecto para esos momentos en los que necesitas desconectar y reencontrarte contigo mismo. Puedes usarla también entre ejercicios o en cualquier momento del día cuando necesites recargar energía.
Las posturas de yoga son un espacio para ti
Practicar yoga no es solo una cuestión de posturas; también implica dedicarte un tiempo para escucharte, conectar con tu cuerpo y calmar tu mente. Estas cinco asanas son un recordatorio de que no necesitas una sesión larga ni un lugar especial para cuidarte. “El yoga se adapta a cada persona y a cada momento del día”, comenta Katia.
Recuerda acompañar estas posturas con una respiración consciente. Permítete inhalar profundamente, llevando el aire hacia tu abdomen, y exhalar despacio, liberando cualquier tensión. Esa atención plena es lo que transforma una simple práctica en un ritual de autocuidado.
Cómo incorporar estas posturas en tu día a día
Si no sabes cómo empezar, aquí tienes algunas ideas:
- Por la mañana: dedica cinco minutos a practicar 'Apanasana' y 'Supta Baddha Konasana'. Estas posturas te ayudarán a despertar el cuerpo suavemente y empezar el día con energía.
- Durante el día: cuando sientas tensión o estrés, regálate una pausa con 'Balasana'. Es ideal para desconectar y retomar el ritmo con claridad.
- Por la noche: finaliza tu jornada con 'Savasana' y 'Supta Parivartanasana'. Estas posturas te preparan para un sueño profundo y reparador.
El secreto está en ser constante. No importa si un día solo puedes hacer una postura o si tienes tiempo para practicarlas todas. Lo importante es adaptarlas a tus necesidades. No importa cuán ocupado estés; siempre puedes encontrar un momento para cuidar de ti.