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mujer con sobrepeso mirándose en el espejo© Getty Images

Obesidad: una enfermedad crónica con graves riesgos para la salud

Los expertos insisten en la importancia de que las personas que la padecen reciban la atención que se merecen, como ocurre con otras patologías


13 de diciembre de 2024 - 13:45 CET

La obesidad es un problema de salud al que tenemos que prestar, es el momento, la atención que requiere. Estamos ante una patología crónica, que afecta en España a uno de cada 5 adultos y uno de cada 10 niños y adolescentes. Pero es que no podemos perder de vista que es un factor de riesgo fundamental para todas las enfermedades cardiovasculares y también hasta para 13 tipos de cánceres que conlleva un importante deterioro de la salud y de la calidad de vida. 

En este sentido, la Dra. Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha apuntado que “la atención clínica a esta patología y el acceso a los tratamientos son insuficientes. Por este motivo, es necesario que las personas que sufren esta enfermedad reciban la atención que merecen como ocurre con otras patologías”. 

mujer preparada para pesarse en una báscula con una interrogación© Getty Images

La obesidad: un problema multifactorial

La obesidad es una enfermedad compleja en la que influyen múltiples factores, tanto hereditarios como externos. Entre las causas se encuentran el sedentarismo, con un porcentaje elevado de la población que no realiza actividad física regular, y una dieta inadecuada, marcada por el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas en lugar de alimentos frescos y saludables. Además, factores psicológicos, como el estrés y la ansiedad, pueden provocar una relación emocional con la comida. Las desigualdades socioeconómicas también juegan un papel determinante, ya que las personas con menor nivel educativo y recursos tienen menos acceso a opciones de vida saludables.

Por ello, abordar la obesidad requiere más que cambios en los hábitos alimenticios o rutinas de ejercicio. Según el Dr. Carlos Andrés Cáceres, médico de Yazen especializado en obesidad, “la obesidad necesita un tratamiento multidisciplinar que combine diversas estrategias para garantizar resultados duraderos". En línea con la nueva guía de abordaje de la obesidad, respaldada por más de 40 sociedades científicas, se aboga por un enfoque integral que incluya la combinación de apoyo médico, psicológico, nutricional y de ejercicio físico, clave para lograr resultados sostenibles. “Los nuevos medicamentos, en combinación con el apoyo de un equipo de especialistas, están revolucionando el tratamiento de la obesidad. Este enfoque personalizado no solo ayuda a perder peso, sino también a mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades asociadas”, explica el Dr. Cáceres.

Es necesario que las personas que sufren esta enfermedad reciban la atención que merecen como ocurre con otras patologías”.

Combatir las creencias sociales respecto a la obesidad

“Hay una creencia social muy arraigada de pensar que el que está gordo es porque quiere. Se dice ese dicho de ‘menos plato y más zapato’ y todas esas cosas. Obviamente es necesario hacer cambios, los que se puedan, en lo que comemos, en la manera de comer, en la distribución, en el control del estrés. Pero también hay factores que no podemos controlar”, nos detalla por su parte la doctora Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid y colaboradora de Laboratorios Lilly.

La especialista hace mención a algunos de ellos como si hay o no contaminación, si hay o no posibilidad de ir andando a los sitios, si hay opción o no de hacer un deporte seguro y gratuito, si hay o no facilidades para para hacer actividad física para todos los ciudadanos… Y a eso hay que sumar los factores metabólicos y genéticos. “Si tenemos predisposición o si se han producido cambios metabólicos como consecuencia de cambios hormonales, de la ingesta de determinados fármacos o de otras situaciones vitales, pues realmente no es suficiente el llevar unos hábitos saludables”, apunta la doctora, que nos indica un símil muy claro con un problema de salud como es la hipertensión: si una persona hipertensa come mucha sal, su tensión se descontrolará, pero muchas veces hay personas que hacen dieta sin sal y su tensión no baja lo suficiente. En ese caso hay que recurrir a fármacos. “El símil es muy adecuado porque es muy parecido”, nos comenta.

El exceso de grasa, que es la característica fundamental de una enfermedad como la obesidad, predispone a varias enfermedades

doctor auscultando a una paciente con sobrepeso en la consulta© Getty Images

Problemas de salud asociados a la obesidad

Uno de los aspectos que tenemos que tener en cuenta es que la obesidad está en la base de algunos problemas de salud importantes. “El exceso de grasa, que es la característica fundamental de una enfermedad como la obesidad, predispone a varias enfermedades. La primera, la más frecuente, es la diabetes tipo 2. Pero también la hipertensión”, nos comienza explicando la doctora, que añade que cuando la acumulación de grasa es mayor, puede ocasionar otros muchos problemas, como puede ser la apnea del sueño, el hígado graso, que puede evolucionar a fibrosis e incluso cirrosis hepática. En la mujer también puede aparecer incontinencia urinaria, así como muchos síntomas emocionales y psicológicos derivados del sesgo y la dificultad que en nuestra sociedad tiene el tener una apariencia no normativa.

Si profundizamos, por ejemplo, en una enfermedad como la hipertensión, podemos afirmar que el vínculo con la obesidad es innegable. Así lo confirma el doctor Alfredo Alonso Poza, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y cirujano en el Hospital Quirón San Camilo de Madrid, que destaca la conexión crucial entre la diabetes y la obesidad. Tanto, que la diabetes mellitus tipo 2, que en un 90% de los casos está relacionada con la obesidad, representa un desafío creciente para la salud pública.

El doctor señala que aunque no todos los obesos desarrollan diabetes, aproximadamente el 35% de ellos sí la padecen. “La diabetes tipo 2 es el resultado de un consumo excesivo de azúcares y grasas, junto con un estilo de vida sedentario que causa un desequilibrio entre la ingesta calórica y el consumo de energía”, explica el especialista. La obesidad, además, se convierte en un estado inflamatorio crónico que agrava la resistencia a la insulina, dificultando aún más el control de los niveles de glucosa en sangre. “Este círculo vicioso es complejo de romper sin medidas dietéticas efectivas que reduzcan la ingesta de azúcares y grasas,” advierte.

Los expertos destacan la conexión crucial entre la diabetes tipo 2 y la obesidad

Un problema al que no siempre se le presta atención

Le planteamos a la especialista en Endocrinología y Nutrición de la FJD si considera que no se le presta la atención que requiere a la obesidad desde el punto de vista médico. “Realmente se le ha prestado poca atención en lo que es la asistencia sanitaria, institucional o financiada por el Estado, es decir, centros de salud e incluso centros especializados. Una de las razones es por la alta prevalencia, es decir, son muchísimos los pacientes y no se pueden asumir todos. Y luego hay que tener en cuenta la dificultad en el diagnóstico”, comenta. A este respecto, matiza que aunque todos los casos de obesidad tienen un rasgo común, que es un acúmulo excesivo de grasa. “Sin embargo, las causas predisponentes y mantenedores, las consecuencias, todo lo relacionado con los cambios que la propia obesidad produce a nivel metabólico o a nivel hormonal, a nivel de enfermedades asociadas, como decía antes, la hipertensión, el hígado graso, la diabetes, etcétera, son diferentes para cada persona con obesidad”, indica. Por eso, para diagnosticar bien el problema se necesita muchísimo tiempo y la doctora explica que el sistema sanitario público carece de ese tiempo. 

“Otro factor ha sido la dificultad de los pocos recursos farmacológicos que hemos tenido hasta ahora como ayuda en el tratamiento de la obesidad, con lo cual el tratamiento de la persona que lo padecía requería muchísimo esfuerzo sanitario, tanto de médicos como de enfermeras o nutricionistas. Un trabajo intensivo para poder lograr resultados, aunque no fueran muy brillantes, con lo cual la dificultad de atención ha sido mucho mayor”, apunta.

Todo esto ha generado problemas asociados, por ejemplo la proliferación de clínicas para tratar la obesidad. “Algunas de ellas prometiendo milagros y haciendo una asistencia bastante deficiente y en algunos casos claramente contraproducente. La persona con obesidad ha acudido muchas veces desesperada y no ha visto solucionado su problema o quizás lo ha paliado a corto plazo y luego ha sido peor, por un rebote que la ha situado en una situación mucho peor a largo plazo. Es decir, la mercadotecnia en torno al exceso de grasa ha hecho mucha mella en personas con esta enfermedad, sobre todo mujeres, y no siempre ha sido ni está siendo correcta”, indica la doctora Clotilde Vázquez.

mujer con sobrepeso midiendo el contorno de su cintura y mirándose al espejo© Getty Images

¿Cómo afecta un problema como el de la obesidad a las mujeres?

De lo que no parece haber duda es de que la obesidad es un problema que afecta especialmente a las mujeres. “La mujer está mucho más predispuesta a la obesidad debido a factores hormonales. Tenemos una ganancia de grasa desde la pubertad, debido a todos los cambios hormonales y por razones biológicas, para probablemente poder tener ciclos menstruales, una buena ovulación, un buen embarazo, etcétera”, comenta. Eso sí, añade que, sin embargo, la obesidad no es tan grave como en algunos hombres. 

La mujer está mucho más predispuesta a la obesidad debido a factores hormonales

Una enfermedad con estigma

La especialista quiere hacer hincapié en un aspecto: el aspecto físico es una moneda de cambio en la mujer en nuestra sociedad, muchísimo más importante que en el hombre. “La penalización que tiene una mujer con un exceso de grasa, aunque sea solo a nivel de sobrepeso, es decir, que no sea normativamente delgada, es enorme. La mujer se siente juzgada, se siente analizada, se siente despreciada, puede leer casi en los ojos, en la mirada de los demás, ese juicio sobre que no se sabe cuidar. Esto es sumamente injusto. Cualquier persona que padezca otra enfermedad, una úlcera de estómago o incluso una hipertensión, como no es visible, realmente no hay ningún juicio moral sobre ellos”, comenta. Pero es que, además, la doctora indica que “ese estrés que produce la mirada enjuiciadora del otro, ese castigo implícito que lleva la mujer con sobrepeso u obesidad, le produce tal sobrecarga emocional y tal estrés que aumenta los circuitos de retención de grasa, de almacenamiento de grasa e incluso de disminución de la saciedad y aumento del apetito, con lo cual todo esto perpetúa la enfermedad”.

Asimismo, el Dr. Albert Lecube, coordinador de los Premios Baros, ha subrayado que es fundamental concienciar a la sociedad de que la obesidad es una enfermedad crónica, recidivante y compleja en la que interfieren multitud de factores, ya que “con mucha frecuencia culpabilizamos a los pacientes con obesidad de su enfermedad como si esta fuera una decisión personal”. Además, los expertos inciden en que es necesario buscar soluciones reales y no culpabilizar a la propia patología con la idea basada en que para combatirla hay que comer menos y practicar ejercicio. “Así solo se consigue que no se destinen recursos ni a su prevención ni a su tratamiento ni a promover su investigación”, ha afirmado el endocrinólogo.

Con mucha frecuencia se culpa a los pacientes con obesidad como si esta fuera una decisión personal

Buscar soluciones al problema de la obesidad

Lo primero, claro está, es que la persona se dé cuenta de que realmente tiene un problema de salud. “A pesar de lo que se dice muchas veces lo contrario, de que la persona con obesidad no tiene conciencia de su problema, yo, que tengo una gran experiencia, pienso todo lo contrario. Las mujeres -especialmente las mujeres, los hombres muchísimo menos-, siempre han buscado soluciones en obesidad. Lo hace la inmensa mayoría, lo que pasa es que no las ha encontrado y hay veces que ya llegan a la consulta y no quieren hablar de eso. No quieren frustrarse una vez más, no quieren oír interpretaciones fáciles o desconocedoras, pero cuando encuentran una interlocución correcta, la mujer se siente liberada y se siente escuchada y realmente coopera, porque para una mujer es muy importante recobrar la salud y recobrar la figura”, explica.

mujer con sobrepeso entrenando en casa© Getty Images

La importancia de la prevención de la obesidad

Por todo lo anteriormente expuesto, no nos queda duda de que es importante invertir en recursos para prevenir la obesidad. “La lucha contra la obesidad tiene una parte muy pequeñita que es sanitaria, que lo hacemos los especialistas. También un poco en Atención Primaria, pero el gran trabajo por hacer está en manos de la prevención”, dice la doctora.

Y esa prevención tiene varios e importantes enfoques, como detalla la doctora:

  • El primero es que en la infancia, durante todo el tiempo del periodo escolar, en la escuela se incorpore actividad física diaria, no solamente gimnasia, sino también juegos. Por supuesto, deporte también, pero integrada. La doctora considera que los planes educativos han sido frustrantes porque cada nuevo plan educativo ha restado horas a la actividad física en los colegios. “No todo el mundo tiene oportunidad de tener una actividad física segura, gratuita, fuera del periodo escolar. Entonces eso es fundamental”, apunta.
  • Lo segundo es suprimir todas las máquinas de chucherías y bollería industrial de los colegios.
  • Por supuesto, favorecer que la dieta sea mediterránea, tanto en el comedor escolar como en los supermercados, teniendo ofertas siempre en los precios de verduras y frutas del día. “Se trata de facilitar y permitir que todo el mundo pueda consumir alimentos saludables”, apunta.
  • En las ciudades, favorecer todas las medidas que se pueden tomar institucionales y políticas que favorezcan que las personas caminen, que puedan ir en bicicleta de forma segura, que haya parques, evitar la contaminación atmosférica, que es un factor que aumenta mucho la obesidad.

La tarea es ingente. Hace muchas décadas que ya sabemos que eso influye mucho y no se puede alertar más a la población, sino que hay que hacer es actuar”, advierte la especialista.

Avances contra la obesidad

Por último nos planteamos si se está avanzando en la búsqueda de tratamientos para abordar un problema de salud pública como es la obesidad. En los últimos tiempos han surgido los medicamentos como Ozempic o Mounjaro, que están demostrando su eficacia en el tratamiento de la obesidad.  “Creo que la industria farmacéutica ahora mismo tiene en desarrollo montones de moléculas, porque realmente todas las hormonas gastrointestinales y hormonas relacionadas se ha visto que juegan un papel extraordinario y que se han mostrado seguras y eficaces”, indica.

Pero no es tan optimista en otro aspecto fundamental como es la prevención, tal y como hemos visto. “Lo que no estoy tan segura es que se haga algo a nivel de prevención. Se habla mucho, se habla muchísimo. Hay planes, hay recomendaciones de la OMS, la Unión Europea, a nivel nacional, a nivel comunidad autónoma, pero realmente se hace poquito. Son encomiables y maravillosas las iniciativas que se toman a veces a nivel local, a nivel ayuntamientos, etcétera. Pero se necesita la potencia de un Estado, de una comunidad autónoma para tomar medidas que realmente sean eficaces en la prevención. Y eso hay que hacerlo. Hay que hacerlo para evitar que un colapso del sistema sanitario en los próximos años”, concluye la doctora de la Fundación Jiménez Díaz. Y es que no podemos perder de vista que un problema como la obesidad provoca un aumento en el coste sanitario, junto con otros gastos asociados, por lo que los profesionales sanitarios inciden en que es necesario identificar de manera precoz a las personas que presentan un mayor riesgo de desarrollar obesidad para establecer un plan específico.