La Navidad es una de las épocas más felices del año, y también, para muchos, el momento en el que dar rienda suelta a la pasión y ser infiel a la pareja. Una encuesta reciente de Ashley Madison, la plataforma líder en relaciones discretas, sentencia que las celebraciones navideñas, especialmente las cenas de empresa, son el terreno perfecto para las aventuras amorosas que muchos prefieren mantener en secreto.
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En el análisis de esta compañía los datos están claros. El 61% de los participantes reconoce haber sentido la tentación de tener una aventura durante las fiestas de la oficina, y un 40% admite haberlo hecho. De este grupo, un 93% no se arrepiente, el 85% asegura que nunca fue descubierto y el 82% cuenta que no hubo consecuencias, lo que demuestra que estos encuentros, aunque intensos, suelen ser discretos. Pero, ¿qué se encuentra detrás de estos datos?
¿Por qué hay más infidelidades en navidades?
La psicóloga y experta en terapia de pareja, Lara Ferreiro, ofrece una explicación a este fenómeno, al que ella misma denomina el ‘cóctel navideño’. Señala varios factores que contribuyen a esta dinámica, entre los que destaca la proximidad laboral. Es un hecho: el roce, dicen, hace el cariño. Y en este caso, cuántas más horas pasen los empleados juntos, más probabilidad existe de desarrollar esa atracción.
En este punto, merece la pena recalcar que las dinámicas de poder juegan un papel fundamental en las infidelidades en el entorno laboral: “Pueden ser un factor importante a la hora de darles rienda suelta durante las cenas navideñas de empresa. De hecho, en el estudio, el 24% de los encuestados admitió que había mantenido relaciones sexuales con alguna figura de autoridad superior dentro de la empresa”, comenta la experta en salud mental.
Que esto suceda durante estas celebraciones tiene sentido. Las cenas navideñas en el trabajo suelen ser momentos donde las jerarquías se desdibujan y las formalidades disminuyen, permitiendo que los empleados vean a sus superiores de una manera más cercana, alegre y atractiva. Este fenómeno, conocido según la psicóloga como el 'síndrome de la Moncloa', hace que las personas en posiciones de poder, debido a su estatus, carisma y profesionalidad, sean percibidas como más atractivas.
Del alcohol a la soledad: todos los motivos
Varios factores impulsan estos encuentros. Según Lara Ferreiro, desde un punto de vista evolutivo, la dominancia se asocia con mayor acceso a recursos y éxito, lo que puede ser instintivamente atractivo. Pero no solo esto entra en juego, también otros factores, como la clandestinidad, o ver a los compañeros de trabajo en su faceta más humana, pueden ser factores que den base a los datos.
Está claro que, cuántas más celebraciones y reuniones haya, más brindis tendrán lugar, y con ellos mayor será la tasa de bebidas alcohólicas que bebamos...y, por lo tanto, más desinhibidos estaremos.
También, los dramas familiares, según cuentan desde Ashley Madison, son otro de los fenómenos que incrementan la posibilidad de que una persona pase por esta situación. Como señala la experta, “la presión emocional típica de estas fechas hace que muchas personas busquen una vía de escape que les haga sentirse más vivos. Necesitan ese subidón de adrenalina y de riesgo que les aporte más vitalidad a sus vidas”.
Yendo un paso más allá, existe también una necesidad de conexión humana que infla estos datos: “Esta necesidad de socializar de forma más profunda está aumentada por el espíritu festivo y el clima invernal, ya que el cuerpo nos pide hacer cosas calentitas y acogedoras”. Lo dice ella, y también el estudio de Ashley Madison, que señala que la soledad durante las vacaciones lleva a un mayor deseo de conexión, intensificado durante esta temporada navideña, y es la causa de que el 12% de los usuarios se deje llevar y cometa una infidelidad en su cena de empresa navideña. Como explica Ferreiro: “Hay muchas personas que en Navidad están deprimidos porque sufren el síndrome de la silla vacía, echan de menos quiénes no están”.
El último ingrediente es la falta de supervisión sentimental que existe en este tipo de cenas de empresa navideñas. La ausencia de la pareja en las cenas de empresa da lugar a una sensación de mayor libertad que muchos desean y que no pueden tener en ningún otro momento del año. “La falta de supervisión sentimental en las cenas de empresa navideñas crea una sensación de libertad que muchos desean”, cuenta Lara Ferreiro, detallando que en este caso se produce la infidelidad al liberarse de una supervisión que consideran restrictiva, algo que les empuja a dar rienda suelta a sus fantasías acumuladas durante el año.
¿Dónde tienen lugar estas aventuras?
Los lugares más comunes para cometer las infidelidades en navidades son los hoteles (25% de los encuestados así lo ha confirmado), la opción preferida para quienes buscan privacidad total. A estos dormitorios turísticos les siguen las casas (16%) que son espacios para quienes disfrutan del riesgo. Los coches (15%), por su parte, ofrecen momentos fugaces e íntimos antes de regresar a casa, mientras que, las oficinas (14,5%) son base del morbo, el lugar donde las aventuras se materializan al día siguiente. Y, durante el evento en el que se produzcan (13,6%), tan solo tienen lugar entre personas que no puedan esperar más.
Los patrones para ser infiel a una pareja son diversos. No hay uno que funcione para todos. Lara Ferreiro comenta que hay quienes se dejan llevar por la adrenalina del momento, mientras que otros prefieren mantener todo en secreto, sin embargo, eso sí, un patrón común se repite, muchos prefieren asistir a la cena sin su pareja, eliminar la supervisión sentimental crea una sensación de libertad que algunos valoran en un entorno donde la espontaneidad y el disfrute son clave.
¿Qué lleva a la infidelidad?
Más allá de que el alcohol intensifica las emociones y los deseos, la psicóloga Lara Ferreiro cuenta que existen algunas pautas que racionalizan que estas infidelidades puedan suceder desde la psicología. Una de ellas es escapar del estrés y las tensiones laborales, una huida fácil de llevar a cabo en una cena de empresa navideñas, donde este acto ofrecería a las personas la oportunidad de sentirse mejor y aumentar su autoestima (al menos a corto plazo), viéndolo como una recompensa después de un año de esfuerzo.
Además, el distanciamiento con la pareja puede llevar a la infidelidad, especialmente cuando hay una tensión sexual acumulada con un compañero.
En este caso, y coincidiendo con el estudio de Ashley Madison, donde se concluye que el 26% de los encuestados asegura que cometió una infidelidad en su cena de empresa navideña por estar insatisfecho con su pareja oficial, dice Lara Ferreiro que “tener al lado a ese compañero o compañera con el que has tenido una tensión sexual acumulada durante todo el año, puede ser explosivo y determinante para cometer este tipo de infidelidades”.
Que nos gusta gustar es un hecho. “Sentirse atractivo, deseado o valorado por otra persona puede llenar vacíos emocionales y hacernos justificar la infidelidad como una necesidad emocional para sentirnos mejor y aumentar nuestra autoestima”, señala la experta diseccionando los rasgos psicológicos que podrían justificar este comportamiento.
La atmósfera festiva también juega un papel importante, ya que el ambiente alegre y desinhibido facilita decisiones impulsivas, mientras que la creencia de que una infidelidad "no cuenta" en estos eventos refuerza la normalización de estos comportamientos, con el alcohol como un factor que impulsa las acciones impulsivas. “Esta es una creencia tan extendida y naturalizada que se siente como si lo hiciera todo el mundo, con lo cual, no se considera como algo tan grave, lo cual lleva a minimizar la importancia de este tipo de infidelidades”, comenta a propósito de ello.
¿Con quiénes se producen las infidelidades?
Las preferencias sobre el amante ideal en estas cenas de empresa, la encuesta revela patrones claros, el 78% opta por un compañero de trabajo, aprovechando la cercanía y confianza que ofrece el entorno laboral, el 39% ha tenido una aventura con el cónyuge de alguien, llevando el riesgo a otro nivel.
La comunicación, clave en la pareja
La clave para evitar conflictos y fortalecer la relación durante las festividades es mantener una comunicación sincera y abierta. Según la psicóloga, "es importante abordar problemas o resentimientos acumulados antes de las festividades". También recomienda ser transparente sobre lo que se necesita en términos de apoyo, tiempo juntos o afecto para prevenir malentendidos y hablar abiertamente sobre expectativas y preocupaciones mutuas.
Reforzar la conexión emocional es otro pilar fundamental. La experta sugiere que "compartir tiempo de calidad con nuestra pareja, priorizar momentos juntos y organizar actividades significativas que unan a la pareja" es crucial. Además, señala que "practicar la gratitud, expresando el aprecio por nuestra pareja y los esfuerzos mutuos, puede fomentar sentimientos de cercanía y confianza".
En cuanto a la confianza, "es importante evitar secretos innecesarios y compartir detalles generales sobre eventos sociales relacionados con el trabajo, ya que esto ayuda a eliminar sospechas e inseguridades". También resalta que permitir que la pareja participe en eventos clave refuerza la sensación de unidad, aunque advierte que "prohibir actividades puede incrementar la desconexión y una posible necesidad de venganza".
Aún hay más. Manejar los celos e inseguridades también es esencial. Según la Lara Ferreiro, "expresar nuestras preocupaciones con calma, en lugar de acumular resentimientos, previene patrones de control que convierten la relación en algo no saludable".
Queda claro que la comunicación es clave para evitar estas situaciones (y aún así, a veces tampoco funciona). Detrás de todo esto se esconde una razón que, mal gestionada, encuentra en estas situaciones el momento perfecto para salir a la luz. “Biológicamente, el ser humano es polígamo por naturaleza, y está científicamente demostrado que después de los 15 primeros meses de relación, la bioquímica del enamoramiento se desvanece en el cerebro, lo que puede llevar al aburrimiento en la pareja", dice la terapeuta. Esto, unido a que "los modelos de relaciones están cambiando, abre la puerta a explorar nuevas experiencias consensuadas, como relaciones abiertas o intercambios de pareja, siempre que ambos estén de acuerdo".