Estamos ya metidos de lleno en la Navidad, con mil y un compromisos y con las grandes comidas y cenas familiares y con amigos a la vuelta de la esquina. Sin duda, la época navideña es un momento único, lleno de reuniones familiares y celebraciones, pero hoy hemos querido fijarnos en las familias con personas que padecen Alzheimer, para quienes estos momentos del año pueden presentar ciertos desafíos. Cualquier cambio en la rutina de los pacientes puede generarles una inestabilidad que nunca es bienvenida. Y esos cambios son habituales en estas fechas, por lo que, en la medida de lo posible, hay que tratar de promover un ambiente positivo, saludable y tranquilo para el entorno.
“Una rutina cotidiana repetitiva y organizada ayuda tanto a la persona con Alzheimer, como a la persona que la cuida. En estas fechas, esta rutina se ve interrumpida y pueden surgir dudas sobre cómo se debería afrontar la situación, por ello es importante tratar de mantener actividades que evoquen a su vida diaria”, detalla Elena de Andrés, psicóloga y coordinadora de los programas grupales para personas cuidadoras de la Fundación Pasqual Maragall. Teniendo esto en cuenta, desde dicha entidad resumen los que consideran que son los consejos fundamentales para disfrutar de estas fiestas cuando hay un familiar con Alzheimer. Los resumen en seis.
Es importante mantener un ambiente emocionalmente positivo y evitar situaciones agobiantes
- Facilitar la comunicación de la persona afectada. La comunicación con los enfermos de esta enfermedad neurodegenerativa es fundamental. Así, dado que el Alzheimer puede dificultar la organización de las ideas, es importante evitar preguntas abiertas como “¿Qué quieres hacer en Navidad?” o “¿Qué te gustaría comer?”. En su lugar, es preferible hacer preguntas concretas que puedan responderse con un sí o un no, como “¿Te apetece ver las luces de Navidad?” o “¿Quieres escuchar villancicos?”. Además, ofrecer opciones limitadas como “¿Prefieres ponerte el gorro de Papá Noel o la bufanda?” puede simplificar las respuestas. Cuando la comunicación se ve afectada, este tipo de estrategias facilitan que la persona se sienta comprendida y evita posibles frustraciones.
- Planificar menús sencillos y respetar los horarios habituales. Las grandes comilonas son uno de los imprescindibles en Navidad. Y no podemos perder de vista que en el caso de las personas con Alzheimer, pueden llegar a resultar agotadoras. Por eso es conveniente cocinar platos sencillos y mantener los horarios habituales de las comidas. Además, hay que tener en cuenta las limitaciones de cada persona, por lo que ofrecer alimentos fáciles de masticar y digerir, que además sean del agrado de la persona, puede ser clave para mantener su bienestar.
- Ambiente emocionalmente positivo y evitar situaciones estresantes. Nos pasa a todos: el estado de ánimo también puede verse afectado durante las fiestas. Y es algo que también les ocurre a los enfermos de Alzheimer. De hecho, a medida que avanza la enfermedad, la persona puede experimentar desde apatía hasta ansiedad o irritabilidad. En este sentido, es importante mantener un ambiente emocionalmente positivo y evitar situaciones agobiantes. Dado que las emociones pueden ser contagiosas, la persona con Alzheimer puede acabar “reproduciendo” el estado de ánimo y las actitudes de quienes le rodean, influyendo directamente en su comportamiento. Por todo ello, crear un ambiente tranquilo ayudará a reducir la ansiedad y favorecerá su armonía. Es importante, por lo tanto, tratar de cuidar el bienestar emocional de nuestros familiares.
- Explicar de manera clara y sencilla la situación. Todas las personas que interaccionan con la persona con Alzheimer deben ser conscientes de la situación. Por ello, es esencial también que toda la familia, incluidos los más jóvenes, esté bien informada sobre el estado de la persona afectada. Explicar de manera concisa y directa la situación y ofrecer pautas básicas de interacción ayudará a que todos los miembros puedan relacionarse con naturalidad, sin miedo ni incomodidad, fomentando de esta manera una atmósfera de respeto y comprensión.
- Compartir la responsabilidad de los cuidados. Normalmente cuando hay una persona de nuestro entorno con Alzheimer hay un cuidador, que en muchas ocasiones es un familiar, y es quien se encarga de velar por el bienestar físico y emocional de la persona. Por eso, un punto fundamental es el apoyo a la persona cuidadora. Durante las festividades, la sobrecarga de trabajo y la atención que requiere una persona con Alzheimer suelen recaer en un solo familiar. Por eso, compartir la responsabilidad de los cuidados y colaborar en los preparativos permite que todos puedan disfrutar de la celebración y, al mismo tiempo, dar un necesario descanso al cuidador o cuidadora principal de dicha persona.
- Realizar actividades cognitivamente estimulantes. Las comidas o cenas de Navidad suelen alargarse con sobremesas muy entretenidas. No las desaprovechemos, pues son un momento ideal para involucrar a la persona con Alzheimer en actividades cognitivamente estimulantes. Hay alternativas como los juegos de mesa que pueden ser una excelente opción, como el ajedrez, las damas, el parchís o las cartas. Y es que no solo son entretenidos, sino que también ayudan a mantener la mente activa, lo que es fundamental para ralentizar el deterioro cognitivo. A la hora de escoger un juego de mesa, es importante tener presentes las preferencias de la persona con Alzheimer y sus capacidades.
Compartir la responsabilidad de los cuidados y colaborar en los preparativos permite que todos puedan disfrutar de la celebración
Siguiendo estos consejos podemos conseguir hacer más agradables estas entrañables fechas, disfrutando en la medida de lo posible con nuestros familiares. Así lo considera la psicóloga. “En definitiva, la Navidad es una oportunidad para vivir momentos inolvidables con nuestros seres queridos. Con algunos ajustes y un enfoque consciente, es posible disfrutar de estas celebraciones al tiempo que se cuida la salud emocional y física de la persona con Alzheimer”, concluye de Andrés.