Las reuniones familiares y de amigos son una constante en estas semanas del mes de diciembre. Son muchos los compromisos que se tienen en estos días en los que todo huele ya a Navidad, un momento especialmente complejo cuando se ha vivido una ruptura de pareja recientemente. “Es una época que suele estar asociada a reuniones familiares y tradiciones compartidas. Estas fechas intensifican la sensación de pérdida y nos exponen a recuerdos dolorosos, sobre todo si estos eventos se solían celebrar en pareja. Por otro lado, debido a ser fechas de unión en diferentes ámbitos sociales y familiares, la soledad se siente más aguda”, comenta Jorge Buenavida Camarero, psicólogo de Blua de Sanitas.
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El experto nos detalla que este contraste entre lo que vivimos con nuestros seres queridos y lo que podemos pensar o sentir (recuerdos, detalles o regalos, etc.) puede aumentar la tristeza o el estrés emocional. “Por ello, es esencial reconocer que es normal sentir una mezcla de emociones. Aunque nos pueda parecer incompatibles es un proceso natural y normal en cualquier proceso de duelo”, indica.
La presión de ser felices
Lo que es un hecho es que parece que la Navidad implica la 'obligación' de estar felices, ¿cómo sobrellevar esta sensación si estamos en esta situación tras una ruptura? En opinión del psicólogo, para afrontar la presión de "estar felices" en Navidad, es importante que las personas puedan vivir sus emociones aceptándolas de forma plena (sin culpabilizarnos o recriminarnos por ser humanos). “Hay que aceptar que existen los días difíciles y que no es necesario forzar una alegría que no se siente para liberar esa carga. En este punto, cambiar las expectativas y crear nuevas tradiciones personales es aconsejable para fomentar un enfoque positivo”, nos dice. Y sugiere algunas alternativas: por ejemplo, planear actividades como hacer voluntariado o dedicar tiempo a hobbies, son buenas opciones para afrontar este momento y recordar que no hay una forma "correcta" de vivir la Navidad.
Afrontar los días festivos tras una ruptura
Le preguntamos al psicólogo de Sanitas qué le recomendaría a una persona que acaba de romper con su pareja de cara a la Navidad. En primer lugar, sugiere planificar con antelación cómo quiere pasar estos días para evitar quedarse atrapado en la tristeza. Para ello, es aconsejable organizar encuentros con amigos, apuntarse a actividades grupales o simplemente dedicar tiempo a cuidarse a sí mismo.
“Por otra parte, también es útil establecer límites evitando entornos que puedan ser desencadenantes de grandes e intensas emociones. Es coherente, tras una ruptura, volver a exponernos a esos recuerdos y situaciones del pasado, pero quizás ahora no sea el mejor de los momentos. Considerar este tiempo como una oportunidad para reconectar consigo mismo o explorar nuevas experiencias ayuda a transformar una etapa difícil en un momento de crecimiento personal”, nos dice.
La necesidad de pasar tiempo en soledad
Lo cierto es que tras una ruptura es normal que queramos pasar más tiempo solos. Lo es, tal y como nos explica el psicólogo porque el proceso de duelo requiere introspección. “Este tiempo permite procesar las emociones y reflexionar sobre lo ocurrido, algo trascendental para la recuperación. De hecho, aunque es importante equilibrar este espacio personal con interacciones sociales que apoyen nuestro bienestar, es una buena forma de protegerse temporalmente de estímulos que generen más dolor”, apunta.
Lo importante es saber manejar esa sensación de soledad tras la ruptura cuando esta no es bienvenida ni buscada. “Hacer ejercicio, practicar mindfulness o aprender algo nuevo contribuye a mantener la mente ocupada y generar bienestar, así como mantener conexiones significativas, aunque sean breves”, sugiere el psicólogo.
También recomienda, por otra parte, hablar con un amigo o asistir a reuniones familiares, lo que posibilita reforzar nuestra red de apoyo y ayuda a recordar que la soledad, aunque incómoda, puede ser una fase temporal y una oportunidad para crecer emocionalmente.
“Si la ruptura puede habernos afectado a muchas áreas de nuestra vida o incluso haber repercutido en un deterioro grave de la autoestima o capacidad de ser autónomos o resilientes sería muy recomendable acudir a un profesional de la salud mental”, indica Jorge Buenavida Camarero.
La ayuda de nuestros seres queridos
Es importante también refugiarse en los seres queridos, que se convierten en un gran apoyo. “Las personas cercanas no solo ofrecen consuelo emocional, sino también una perspectiva externa que puede ser muy valiosa. A este respecto, compartir nuestras emociones y experiencias con ellos, generalmente, alivia el sentimiento de aislamiento y fortalece los vínculos afectivos” indica.