La relación entre los accidentes cerebrovasculares o ictus y la epilepsia es un hecho. Nos lo confirma el doctor Ángel Aledo, director del Instituto de Neurociencias Vithas Madrid en los Hospitales Universitarios Vithas Madrid La Milagrosa, Arturo Soria y Aravaca y comienza aportando datos: “Existen múltiples relaciones entre ictus y epilepsia. Las personas que han presentado un ictus tienen entre un 10 y un 20% de riesgo de presentar epilepsia en los años posteriores”.
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El experto nos indica que esto pasa con todas las lesiones que afectan a la corteza del cerebro. “Si una persona sufre un traumatismo craneoencefálico, o tiene un tumor en el cerebro, o cualquier otro tipo de lesión, tendrá riesgo de tener una epilepsia secundaria. Por otro lado, las crisis epilépticas se pueden dar también durante la fase de ictus agudo, durante el ingreso inicial en los primeros días tras el inicio del ictus, y requieren de una evaluación y tratamiento diferente”, detalla el doctor.
Pero es que, además, incide en que es importante también tener en cuenta que las crisis epilépticas se pueden confundir con un ictus, especialmente aquellas que se presentan con pérdida del habla, o de fuerza. “A esto se le conoce como ‘imitador de ictus’, siendo las crisis epilépticas una de las causas más frecuente de que se active el Código Ictus y que finalmente no lo sea”, nos cuenta.
Factores de riesgo de epilepsia tras un ictus
Nos preguntamos, además, cuáles son los factores de riesgo para que ocurra una crisis epiléptica tras haber padecido un ictus. “Sabemos que las personas que tienen un ictus a una edad más joven tienen más riesgo de epilepsia posteriormente. La llamada epilepsia post-ictus tiene otros factores de riesgo, como que el ictus sea hemorrágico (un sangrado en vez de un trombo o émbolo), que el tamaño del infarto o cicatriz sea grande y afecte a la corteza, o que los síntomas del mismo sean graves”, detalla el doctor.
¿Cuál es el pronóstico de los pacientes?
Es importante saber cuál es el pronóstico para los pacientes que experimentan epilepsia tras haber sufrido un ictus. “La epilepsia que se produce sobre la cicatriz que deja un ictus puede producir problemas en la calidad de vida de las personas que la presentan. Por un lado, las crisis epilépticas se pueden confundir con un nuevo ictus, generando incertidumbre, tanto en la persona, como en sus familiares, como en los profesionales sanitarios. Por otro lado, requiere de un tratamiento específico, con fármacos que normalmente son capaces de controlar las crisis epilépticas, pero que requieren un control y un seguimiento específico, y pueden generar efectos adversos si no se seleccionan bien o se ponen a dosis demasiado altas”, nos explica.
¿Cómo se debe abordar este problema de salud?
Cuando se produce un episodio de epilepsia tras un ictus, el doctor nos detalla que hay que seguir una serie de recomendaciones. “La primera es realizar un estudio vídeo-EEG prolongado. Lo ideal es hacer registros de 12h o 24h, aunque según la disponibilidad, en ocasiones, se realizan estudios más cortos que no registran sueño nocturno. Este estudio sirve para conocer el foco epiléptico, relacionarlo con la cicatriz del Ictus, y saber si existen crisis epilépticas sutiles durante el día o la noche que pasan desapercibidas si no se realizan registros largos”, dice el experto.
Tras esto, se recomienda la utilización de un fármaco antiepiléptico o anticrisis, buscando que los episodios no se repitan. “Posteriormente, durante el seguimiento, ocasionalmente hay que repetir el vídeo-EEG y realizar controles en consulta para ver la evolución. Las personas que han presentado una crisis epiléptica con pérdida de conciencia o con síntomas de afectación del movimiento no pueden conducir legalmente hasta pasado un año sin crisis”, apunta el especialista de Vithas.
La importancia de llevar hábitos saludables
Y no podemos olvidar otro factor fundamental: el estilo de vida. “Será recomendable, además, que mantengan el cuidado de los factores de riesgo vascular, con hábitos neurosaludables en dieta, ejercicio físico, sueño, regulación emocional y vida social. Es importante que las personas con una crisis epiléptica tras ictus y sus familiares tengan también lo que llamamos un ‘plan de acción ante crisis’, por si las crisis repiten, que consistirá en saber actuar ante una crisis y dar una medicación de rescate en casa, con pautas para saber también cuando ir a urgencias”, cuenta el doctor.
Cómo deben tratarse las crisis
Para finalizar nos preguntamos cómo deben abordarse tanto las crisis epilépticas tempranas como las tardías que se producen tras un ictus. “Mientras que las crisis epilépticas tempranas, que se dan en las primeras semanas tras el Ictus, se tratan con fármacos que luego se pueden retirar con el tiempo, las tardías -que aparecen posteriormente-, normalmente se tratan de manera indefinida y los fármacos no se pueden retirar”, apunta el doctor.