Hay traumas de muchos tipos, experiencias que nos dejan una huella profunda que es muy difícil borrar. Por eso es importante buscar herramientas para tratar de sanarnos cuando esto sucede. Y el yoga puede ser una de esas herramientas. Así lo cree María Macaya, terapeuta experta en trauma, que no ha dudado en exponernos las razones en su libro Yoga Sensible al Trauma: Sanando desde el Interior, publicado por Plataforma Editorial, donde explica de manera asequible y rigurosa el impacto del trauma y cómo el yoga puede ser una herramienta transformadora para su sanación. Hemos tenido la ocasión de hablar con ella sobre este tipo de terapia que puede ayudar a quienes estén pasando por una circunstancia de este tipo.
Todos podemos experimentar una experiencia traumática en algún momento y nos deja secuelas, ¿piensa que no siempre tenemos las estrategias adecuadas para superarlas?
Es cierto, todos estamos expuestos al trauma en algún momento de nuestras vidas, ya sea algo evidente como un accidente o una pérdida, o algo más sutil, como experiencias de rechazo o falta de apoyo en momentos críticos. Muchas veces no contamos con las herramientas necesarias porque no nos enseñan cómo lidiar con estas experiencias desde pequeños. Sin embargo, podemos aprender a acompañarnos mejor a nosotros mismos, a mirar lo que nos duele con curiosidad y amabilidad, y a encontrar formas de sanar que no solo nos permitan superar el trauma, sino también crecer a partir de él.
Es un yoga que respeta tu experiencia personal y prioriza la seguridad y la autonomía.
Puede dejarnos, además, secuelas tanto físicas como emocionales, ¿no es así?
Sí, el trauma impacta tanto en el cuerpo como en la mente. No es solo un recuerdo doloroso, sino algo que literalmente se "queda" en nosotros. Puede manifestarse como tensión muscular, problemas digestivos, insomnio o incluso enfermedades crónicas, al igual que afecta nuestras emociones y relaciones. Pero aquí está lo esperanzador: al trabajar con el cuerpo y la mente juntos, podemos liberar esa carga y crear espacio para la sanación.
En el proceso de recuperación del trauma, de recuperar el equilibrio, ¿debemos, por lo tanto, sanar tanto cuerpo como mente?
Exactamente. No podemos separar el cuerpo de la mente, porque están conectados en todo momento. A veces intentamos "pensar" la solución a nuestros problemas emocionales, pero el cuerpo sigue reaccionando como si aún estuviéramos en peligro. Por eso, abordar ambos aspectos al mismo tiempo es clave para recuperar el equilibrio y sentirnos más completos y en paz.
¿De qué forma puede ayudarnos el yoga a afrontar las consecuencias de una situación traumática? ¿Es útil para tratar el estrés postraumático?
El yoga nos ayuda a volver a conectar con nuestro cuerpo de una manera segura y amable. Cuando hemos vivido algo traumático, a menudo nos desconectamos de nosotros mismos porque estar presentes se siente amenazante. A través de movimientos conscientes, respiración y atención plena, el yoga nos enseña a habitar nuestro cuerpo nuevamente. En el caso del estrés postraumático, puede ser una herramienta muy eficaz para calmar el sistema nervioso, reducir la ansiedad y permitir que el cuerpo libere lo que ha quedado atrapado.
¿Qué es el llamado Yoga Sensible al Trauma del que nos habla en su libro?
El Yoga Sensible al Trauma es un método de yoga basado en evidencia diseñado para personas que han vivido experiencias difíciles. Su enfoque no es solo físico; pone énfasis en crear un entorno seguro y respetuoso, donde cada persona tenga opciones y autonomía sobre lo que hace. Se basa en siete pilares fundamentales: seguridad, opciones, conciencia sensorial, regulación del sistema nervioso, presencia, autocompasión y conexión. No se trata de "forzar" una sanación, sino de crear las condiciones que nos permiten de forma natural acceder a ella.
El yoga nos ayuda a volver a conectar con nuestro cuerpo de una manera segura y amable
¿Qué se requiere para practicar esta disciplina?
Te recomiendo hacerlo con un facilitador formado. Desde Fundación Rādika ofrecemos un mapa de facilitadores que te permite encontrar a alguien - idealmente evaluado por nosotros - cerca tuyo. Aparte de eso, ¡no necesitarás gran cosa! Se puede hacer con esterilla, silla o incluso de pie. Un facilitador bien preparado sabrá adaptar la práctica a tu condición y necesidades.
¿Es necesario conocer el mundo del yoga previamente o se puede empezar de cero?
El Yoga Sensible al Trauma está diseñado para ser accesible para todos, sin importar tu edad, condición física o si nunca has hecho yoga en tu vida. Puedes empezar de cero y sentirte cómodo desde el principio. En el Yoga Sensible al Trauma, lo importante no es cómo te ves haciendo una postura, sino cómo te sientes mientras la haces. Desafortunadamente el yoga a menudo parece inaccesible porque las redes nos han hecho creer que hay que tener un tipo de cuerpo específico y una flexibilidad acrobática, cuando en realidad lo que realmente es "yoga" no es eso: es una disciplina que solo requiere la intención de estar contigo mismo, de mover tu cuerpo según tus capacidades y necesidades, y de cultivar la presencia.
¿Cuáles son sus principales semejanzas y diferencias con un enfoque de yoga tradicional?
En apariencia, puede parecer similar al yoga tradicional porque incluye posturas y respiración. Sin embargo, la gran diferencia está en el enfoque: no hay correcciones ni expectativas sobre cómo "deberías" hacer una postura. Es un yoga que respeta tu experiencia personal y prioriza la seguridad y la autonomía. No se trata de alcanzar un ideal físico, sino de cómo te relacionas contigo mismo mientras practicas y de crear desde él nuevas perspectivas sobre ti mismo y los demás y de incorporar nuevos patrones de comportamiento.
¿A quién le viene especialmente bien el conocimiento y la práctica de esta disciplina?
Es especialmente útil para personas que han vivido experiencias difíciles y quieren reconectar con su cuerpo de una forma segura. También puede ser muy beneficioso para quienes sienten ansiedad, estrés crónico o simplemente buscan una práctica que les permita conocerse mejor y encontrar un espacio de calma y autocuidado.
En el Yoga Sensible al Trauma, lo importante no es cómo te ves haciendo una postura, sino cómo te sientes mientras la haces.
¿Es una buena herramienta que nos puede ayudar a sanar esas heridas que nos acompañan tras una experiencia traumática?
Sin duda. El Yoga Sensible al Trauma no es una solución mágica, pero es una herramienta poderosa que trabaja la sanación mental desde el cuerpo. Nos enseña que nuestras heridas no tienen por qué definirnos y que, con tiempo y cuidado, podemos integrarlas y encontrar una nueva manera de estar en el mundo.