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mujer tiroides© Adobe Stock

Todo lo que necesitas saber sobre la tiroiditis y su diagnóstico

Hablamos con un experto sobre los distintos tipos de inflamación de la glándula tiroides, así como de sus síntomas y su tratamiento


26 de noviembre de 2024 - 12:27 CET

Cuando se confirma el diagnóstico de tiroiditis estamos ante la inflamación de la glándula tiroides. Cualquier parte de nuestro organismo cuando sufre una agresión tiende a inflamarse. “La inflamación es una alteración patológica caracterizada por trastornos de la circulación de la sangre, con aumento de calor, enrojecimiento, hinchazón, edema y dolor como características más frecuentes”, nos detalla el doctor Pedro Pablo Ortiz Remacha, endocrinólogo y experto en patología tiroidea. ¿Qué sucede cuando se inflama la glándula tiroides? “En el caso de las tiroiditis hay tendencia a producir al principio más hormona tiroidea para luego disminuir su producción si se ha llegado a destruir el tiroides en función de la causa inicial”, detalla el especialista.

¿Hay distintos tipos de tiroiditis?

Tal y como nos confirma el doctor, efectivamente tenemos varios tipos de inflamación tiroidea o tiroiditis. De forma esquemática encontramos:

  • Tiroiditis infecciosas: bacterianas o víricas, producidos por un agente externo que daña nuestra tiroides y le produce inflamación. Las bacterianas son poco frecuentes y graves, las víricas más frecuentes y subagudas. Ambas suelen producir dolor local y ser poco duraderas en el tiempo, resolviéndose el problema en pocos meses.
  • Tiroiditis postparto: frecuentes y relacionadas después del nacimiento de un bebé, producen un hipertiroidismo transitorio que puede acabar con un hipotiroidismo no muy importante pero de larga duración, necesitando en ocasiones tratamiento hormonal complementario.
  • Tiroiditis autoinmunes: Actualmente las más frecuentes y difíciles de diagnosticar por la heterogeneidad de los síntomas, con episodios de hiper e hipotiroidismo, afectación del estado de ánimo y muchas veces relacionadas con otras patologías autoinmunes que afectan a la piel, aparato digestivo o locomotor. Suelen ser crónicas y necesitar en muchas ocasiones de tratamiento.
  • Tiroiditis medicamentosas: existen algunos tratamientos para el corazón como la amiodarona o tratamientos de quimioterapia o interferón que pueden producir lesiones en la tiroides, con inflamación y pérdida de su función de forma paulatina e irreversible.

Las tiroiditis autoinmunes y las que aparecen en el postparto son, en la actualidad, las formas más comunes de presentación

Doctor Pedro Pablo Ortiz Remacha

Posibles causas de la tiroiditis

El doctor Ortiz Remacha confirma, por lo tanto, que detrás de dicha inflamación puede estar un problema autoinmune o una infección causada por un virus. 

  • Las tiroiditis víricas suelen aparecer después de una infección viral tipo faringitis y suelen causar con fiebre y dolor en el cuello que se incrementa cuando palpamos el tiroides.
  • Mientras, nos explica que las tiroiditis autoinmunes presentan una causa más difícil de determinar. Existe una situación de estrés para el paciente, orgánico y/o emocional, que desencadena el proceso autoinmune. El organismo comienza a producir anticuerpos antitiroideos que se dirigen contra la glándula tiroides y la atacan. Este ataque produce una inflamación con destrucción en mayor o menor rango de la estructura y de las células tiroideas, apareciendo el proceso inflamatorio o tiroiditis autoinmune o de Hashimoto.
mujer en la consulta, analizando un posible problema de tiroides© Getty Images

 ¿Cuáles son sus síntomas?

  • Hay síntomas iniciales que dependen de la propia inflamación del tiroides, como el aumento del tamaño, dolor que aumenta a la palpación o con el roce de la ropa, malestar general, que aparecen al inicio.
  • En esta primera fase, suele haber un aumento de la producción de hormonas tiroideas con los síntomas típicos de hipertiroidismo, como son el calor, temblor, taquicardia, nerviosismo, insomnio y agitación.
  • A medida que el proceso se mantiene en el tiempo, la destrucción del tiroides conlleva una fase tardía de hipotiroidismo al producirse menos hormona tiroidea de la necesaria y los síntomas son completamente contrarios, con frío, aumento de peso, cansancio, sueño extremo, estado de ánimo depresivo y afectación del estado general.
  • Entre la primera fase de hiper y la fase final de hipotiroidismo, sobre todo en las tiroiditis autoinmunes, los síntomas son muy cambiantes, difíciles de interpretar, como por ejemplo el paciente se encuentra cansado pero nervioso, irritable y a la vez depresivo, eufórico en ocasiones y agotado al poco rato. Es una mezcla de síntomas difíciles para el paciente, su entorno y para el médico que tiene que diagnosticar la enfermedad.

¿Cómo se diagnostica este problema de salud?

El doctor es claro al respecto: el paciente con tiroiditis no se encuentra bien. “Identifica en su organismo que algo falla, puede seguir con su vida, su trabajo, pero no está como siempre. Estos síntomas iniciales deben de alertar al paciente y acudir a su médico de referencia”, nos comenta.

Así, el médico especialista deber interpretar, a través de una historia clínica minuciosa, la posibilidad de una afectación tiroidea. La palpación del tiroides, con dolor, inflamación y calor local le pone ya en la pista de qué pruebas complementarias debe de solicitar para llegar a un diagnóstico de confirmación.

“La ecografía tiroidea y el análisis de sangre con hemograma, función tiroidea y anticuerpos antitiroideos darán con el diagnóstico. No siempre una tasa elevada de anticuerpos representa una sintomatología aguda para el paciente; y a la inversa. Pocos anticuerpos, a veces, producen muchos más síntomas que deberemos también abordar en el tratamiento”, detalla.

Las tiroiditis suelen ser enfermedades crónicas. Hay que verificar de forma periódica la función tiroidea, la ecoestructura de su glándula y los síntomas del día a día

Doctor Pedro Pablo Ortiz Remacha

Cómo se trata la tiroiditis

Una vez que se diagnostica, ¿cuál es el tratamiento de elección? Según detalla el doctor, el tratamiento tiene que orientarse en varias direcciones.

  • Buscar la normofunción tiroidea. Primero saber a través de los resultados del análisis de sangre si el paciente está en fase de hiper o de hipotiroidismo y elegir la medicación que corresponda para normalizar la función tiroidea. Lo más frecuente es el tratamiento con hormona tiroidea que se tiene que tomar media hora antes del desayuno, de forma diaria. El ajuste de la dosis dependerá de los síntomas del paciente y de la valoración de las hormonas tiroideas en los análisis de sangre necesarios para un ajuste correcto.
  • Calidad de vida del paciente. También tenemos que atender los síntomas del paciente y asegurar, a través de distintos fármacos o suplementos, su calidad de vida y su descanso adecuado. Un abordaje terapéutico de su estado de ánimo es muchas veces necesario dados los síntomas psicológicos que acompañan a las alteraciones del tiroides.
  • Seguimiento del paciente. Las tiroiditis suelen ser enfermedades crónicas. Hay que verificar de forma periódica la función tiroidea, la ecoestructura de su glándula y los síntomas del día a día. Una programación de consultas y un seguimiento a medio y largo plazo es oportuno en todos los casos.

Pronóstico de una persona con tiroiditis

Por último, nos preguntamos cuál es el pronóstico de una persona diagnosticada con este problema de salud. “Habitualmente las tiroiditis acaban en hipotiroidismo. Un enfoque multidisciplinar, tratamiento para conseguir la función tiroidea adecuada, atención terapéutica de los síntomas más llamativos, seguimiento de su estado de ánimo y refuerzo en gestión emocional, una adecuada alimentación y suplementación en cada caso y una educación al paciente, donde interprete su estado y sus síntomas y pueda adelantarse al empeoramiento de su tiroides, son factores que hay que tener en cuenta y que garantizan un pronóstico muy bueno de esta enfermedad”, recomienda el doctor..

Y lanza una alerta a futuro: los hipotiroidismos secundarios a tiroiditis autoinmunes van a aumentar mucho su prevalencia en los próximos años. Es mucho más fácil un tratamiento inicial que cuando está muy evolucionada. Tenemos que estar atentos a lo que nuestro tiroides nos dice, merece la pena escucharle.