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Mujer senior tomándose un medicamento© Getty Images

Avances médicos

Todo lo que necesitas saber sobre el nuevo medicamento para el alzhéimer

Se llama lecanemab y puede reducir hasta un 27% el empeoramiento del alzhéimer. Acaba de ser aprobado por la Unión Europea y se espera que pronto se apruebe en España


22 de noviembre de 2024 - 11:59 CET

El alzhéimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo, podría estar cerca de vivir un cambio significativo en su abordaje gracias a un nuevo medicamento antiamiloide, lecanemab. Para entender mejor cómo actúa y qué representa este avance, hablamos con la Dra. Raquel Sánchez del Valle, Coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología.

¿Qué hace diferente a este medicamento?

“El alzhéimer se caracteriza, entre otras cosas, por el acúmulo de una proteína llamada beta amiloide, que forma cúmulos densos y pegajosos en el cerebro, como si fueran placas de grasa difíciles de disolver”, explica la Dra. Sánchez del Valle. Este nuevo tratamiento actúa directamente sobre estas placas, limpiando el cerebro de estos cúmulos proteicos. “Es el primero de su clase aprobado en la Unión Europea. A diferencia de los tratamientos actuales que se encuentran en farmacias, que alivian síntomas como la pérdida de memoria o los problemas de atención, este medicamento ataca una de las causas principales de la enfermedad”, añade.

Aunque la enfermedad sigue siendo progresiva, las personas que lo han recibido empeoran un 27% menos en 18 meses

¿Un cambio en el curso del alzhéimer?

Según la Dra. Sánchez del Valle, este medicamento representa un nuevo mecanismo para tratar el alzhéimer, ya que se centra en la causa y no solo en las consecuencias. “Este fármaco ha demostrado reducir el ritmo de empeoramiento de los pacientes. Aunque la enfermedad sigue siendo progresiva, las personas que lo han recibido empeoran un 27% menos en 18 meses, lo que equivale a casi un 30% menos que aquellos que no lo han recibido. Este efecto podría ser mayor con el tiempo”, detalla.

Sin embargo, el alzhéimer es una enfermedad compleja y multifactorial. Aunque este medicamento aborda el problema del beta amiloide, hay otros factores involucrados. “Después de acumular beta amiloide, se produce el acúmulo de otra proteína llamada tau, junto con procesos inflamatorios que contribuyen a la muerte neuronal. Por eso, aunque reducir la carga de beta amiloide es positivo, no puede curar ni detener completamente la enfermedad”, subraya.

La Agencia Europea del Medicamento ha recomendado no administrar este fármaco a pacientes con dos copias del gen APOE4, ya que el riesgo supera los beneficios

Mujer cuidando a una persona con alzhéimer© Adobe Stock

¿Qué riesgos implica este tratamiento?

Como cualquier intervención médica, este medicamento también tiene riesgos. “Los más temidos están relacionados con el proceso de eliminación de las placas de beta amiloide. Al intentar eliminarlas, puede irritarse el tejido cerebral, provocando inflamación o, en casos más graves, hemorragias cerebrales”, explica la experta. Estas complicaciones suelen detectarse en resonancias magnéticas, y aunque la mayoría de los pacientes no presentan síntomas graves, es importante monitorizar cualquier posible efecto adverso.

Uno de los factores que puede influir en los riesgos es la presencia del gen APOE4, una variante genética relacionada con el metabolismo de la proteína beta amiloide. “Las personas con dos copias de esta variante tienen un mayor riesgo de inflamación cerebral o hemorragias. Por eso, la Agencia Europea del Medicamento ha recomendado no administrar este fármaco a pacientes con dos copias de APOE4, ya que el riesgo supera los beneficios”, señala la Dra. Sánchez del Valle.

En España, la aprobación del fármaco será más lento ya que depende de la decisión del Ministerio de Sanidad sobre si incluirlo en el Sistema Nacional de Salud y bajo qué condiciones, lo que podría tardar un año o más

¿Qué implica esto para los pacientes?

Antes de administrar este tratamiento, se requiere un estudio genético para identificar la variante APOE. Esto garantiza un uso más seguro del medicamento, minimizando riesgos.

Aunque el fármaco ha recibido una recomendación favorable por parte de la Agencia Europea del Medicamento, aún falta la aprobación formal de la Comisión Europea. Una vez autorizado, países como Alemania podrían comenzar a administrarlo de inmediato. “En España, el proceso será más lento, ya que depende de la decisión del Ministerio de Sanidad sobre si incluirlo en el Sistema Nacional de Salud y bajo qué condiciones, lo que podría tardar un año o más”, comenta.

Por ello, para los familiares que busquen opciones inmediatas, existe la posibilidad de administrarlo de forma privada en países donde ya esté disponible. Sin embargo, esto implicaría asumir los costos íntegros del tratamiento. En España, aún se están evaluando formas de acelerar el acceso al medicamento para los pacientes más necesitados.

Lecanemab es más eficaz en etapas más iniciales, de ahí que se deba recortar el tiempo entre que el paciente acude al médico de atención primaria y es derivado al especialista 

Madre con alzheimer e hija abrazándose © Adobe Stock

¿Quiénes podrían beneficiarse más?

“La evidencia sugiere que el tratamiento es más eficaz en las etapas iniciales de la enfermedad, explica la Dra. Sánchez del Valle. Sin embargo, la relación con la edad es menos clara. “Curiosamente, en los estudios, las personas más jóvenes respondieron peor, posiblemente porque ya estaban en estadios más avanzados de la enfermedad”, añade.

Un rayo de esperanza para los pacientes y sus familias

Aunque este nuevo medicamento no representa una cura para el alzhéimer, sí es un avance importante que podría mejorar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Actuar sobre una de las causas principales de la enfermedad es un paso en la dirección correcta, y la posibilidad de ralentizar su progreso brinda esperanza tanto a los pacientes como a sus familias.

El alzhéimer es una enfermedad devastadora, pero "cada avance, como este, nos acerca un poco más a entenderla mejor y a mejorar el cuidado de quienes la sufren”, concluye la Dra. Sánchez del Valle.