Cuando te decides a iniciar un entrenamiento de fuerza, las expectativas suelen ser altas. Pero la pregunta clave es: ¿cuánto tiempo necesitas realmente para notar resultados? Daniel Galindo, de Vivagym, te ayudará a entender los tiempos, los factores que influyen en tu progreso y cómo aprovechar al máximo cada sesión de entrenamiento.
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¿Qué se busca con el entrenamiento de fuerza?
El entrenamiento de fuerza no solo se trata de desarrollar músculos grandes. Su objetivo principal es mejorar la fuerza física, lo que conlleva una serie de beneficios, como un mejor tono muscular, mayor capacidad de contracción y protección de las articulaciones.
A medida que fortaleces tu cuerpo, también aumentas tu resistencia, permitiéndote realizar tareas diarias con más facilidad. ¿El resultado? Un cuerpo más funcional, menos propenso a lesiones y con una estética más definida.
Además, entrenar con pesas ayuda a prevenir problemas relacionados con el envejecimiento, como la pérdida de masa ósea y muscular. Por tanto, es una herramienta excelente para mantenerte saludable y activo con el paso de los años.
Ejercicios recomendados para mujeres mayores de 40 años
A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta cambios significativos, como la reducción de la densidad ósea y muscular. Por eso, el entrenamiento de fuerza es especialmente beneficioso para mujeres mayores de 40 años.
Entre los ejercicios más recomendados están:
- Sentadillas y lunges: ideales para trabajar el tren inferior, fortaleciendo glúteos, cuádriceps y piernas en general.
- Press de pecho: perfecto para tonificar y dar fuerza al tren superior, especialmente a los músculos pectorales y tríceps.
- Jalones al pecho: ayuda a fortalecer la espalda, mejorando la postura y reduciendo molestias en esta zona.
Lo importante es ejecutar cada movimiento con una carga suficiente para estimular el músculo, pero sin excederse. Una técnica incorrecta o pesos demasiado elevados pueden generar lesiones.
Además, es fundamental adaptar la rutina a las capacidades de cada persona. Un entrenador certificado puede ayudarte a diseñar un plan personalizado para maximizar tus resultados.
Es preferible entrenar media hora y bien que una hora y media y quedarte agotada. Esto puede aumentar el riesgo de lesiones
¿Cuánto tiempo debes entrenar para obtener resultados?
Cuando se trata de entrenar, menos puede ser más. No necesitas pasar horas interminables en el gimnasio para ver cambios significativos. Se ecomiendan sesiones de 30 a 50 minutos, siempre priorizando la técnica y la calidad del movimiento sobre la cantidad.
Entrenar más allá de este tiempo podría ser contraproducente. ¿Por qué? El cansancio puede llevarte a perder la forma adecuada en los ejercicios, aumentando el riesgo de lesiones. Además, la efectividad disminuye si tu cuerpo ya está agotado.
Además, debes recordar que para un entrenamiento efectivo, debes incluir un buen calentamiento, ejercicios principales bien ejecutados y un estiramiento adecuado al final. La clave está en mantener la constancia y evitar sobreentrenamientos.
Los primeros cambios: ¿qué esperar y cuándo?
Es natural preguntarse cuándo empezarán a notarse los resultados. Aunque cada cuerpo es diferente, los cambios suelen ser visibles entre las 4 y 6 semanas. Sin embargo, esto dependerá de factores como la intensidad de tus entrenamientos, el peso utilizado, la recuperación y una alimentación adecuada.
Uno de los primeros cambios que puedes notar es una reducción de grasa subcutánea. Esto hará que tus músculos luzcan más definidos, aunque podrías percibir tus piernas o brazos "más grandes". Este efecto es simplemente el resultado de la grasa que se va perdiendo, dejando al descubierto el tono muscular.
También experimentarás una mejora en tu fuerza y resistencia. Actividades cotidianas, como subir escaleras o cargar bolsas, se sentirán más fáciles de realizar.
Recuerda que el progreso no es lineal. Algunos días sentirás grandes avances y otros menos. Lo importante es mantener la constancia y no desanimarte.
El primer resultado que notarás es que pierdes grasa subcutánea
¿Es posible adelgazar entrenando con pesas?
El término "adelgazar" puede llevar a confusiones. El entrenamiento de fuerza no solo reduce el peso corporal, sino que también mejora la composición corporal. Esto significa que disminuyes tu porcentaje de grasa mientras aumentas tu masa muscular.
Para lograr este objetivo, es fundamental combinar el entrenamiento de fuerza con una alimentación equilibrada y algo de actividad cardiovascular. En solo 30 días, puedes comenzar a notar un cuerpo más tonificado y con menos grasa.
El entrenamiento con pesas también tiene un beneficio adicional: aumenta tu metabolismo en reposo. Esto significa que quemas más calorías incluso cuando no estás entrenando, gracias al incremento de tu masa muscular.
Cómo ganar masa muscular de manera efectiva
Si tu objetivo es aumentar la masa muscular, el enfoque será diferente. Aquí es crucial trabajar con cargas progresivas y movimientos lentos y controlados.
Los entrenamientos enfocados en la hipertrofia incluyen menos repeticiones con mayor peso y descansos más largos entre series. Además, una dieta rica en proteínas y calorías de calidad es indispensable para este objetivo.
El progreso en este caso puede tomar más tiempo, ya que la ganancia de músculo es un proceso gradual. No obstante, con constancia y una planificación adecuada, notarás cambios significativos en unos pocos meses.
Si eres principiante, es aconsejable buscar un entrenador cualificado para ayudarte
Factores clave a considerar antes de comenzar
Antes de iniciar cualquier programa de entrenamiento de fuerza, es importante evaluar tu estado físico. Si eres principiante, busca la guía de un entrenador certificado. Esto te ayudará a aprender la técnica correcta y a evitar lesiones.
Otros factores esenciales a tener en cuenta incluyen:
- Progresividad. Comienza con cargas ligeras y aumenta gradualmente la intensidad.
- Descanso y recuperación: El cuerpo necesita tiempo para repararse y crecer. Asegúrate de dormir lo suficiente y descansar entre sesiones.
- Hidratación. Mantente bien hidratado antes, durante y después del entrenamiento para optimizar tu rendimiento.
Además, presta atención a las señales de tu cuerpo. Si sientes dolor o molestias, detente y consulta con un profesional. La prevención es clave para evitar interrupciones en tu progreso.
El compromiso a largo plazo
El entrenamiento de fuerza es una carrera de fondo, no un sprint. Los cambios iniciales pueden motivarte, pero el verdadero éxito radica en mantener el hábito a largo plazo.
A medida que avanzas, puedes ajustar tus metas y explorar nuevas formas de entrenar para mantener la motivación. Incorporar variedad en tus rutinas también te ayudará a trabajar diferentes grupos musculares y evitará el estancamiento.
Recuerda que cada sesión cuenta. Incluso los pequeños progresos son pasos hacia un cuerpo más fuerte y saludable.