Después de haber vivido una experiencia vital complicada, traumática, cuesta volver a empezar. Son momentos en los que a la persona le cuesta creer que hay luz al final del túnel. Sin duda, los traumas nos afectan a nivel psicológico y quien se encuentra transitando por una situación así, ve complicado recuperar la alegría de vivir, la felicidad, las ganas de seguir. Pero se puede y hay estrategias que pueden ayudarnos, como te vamos a resumir con la ayuda de un experto.
¿De qué forma nos afectan a nivel psicológico los traumas?
En opinión de Rodrigo Gurrea Córdova, psicólogo del Instituto de Interacción y Dinámica Personal (www.institutodeinteraccion.es), los traumas pueden tener un impacto profundo en nuestra salud, en especial en nuestra salud mental, y pueden generarnos sentimientos de ansiedad, de desconfianza e inseguridad. "Nos hacen vivir cierta inestabilidad en nuestra vida cotidiana. Y desde el enfoque centrado en la persona, lo que se recomienda en este caso es reconocer y validar los sentimientos, intentar no rechazar nuestra experiencia, ya que al sentirnos desconectados, con nosotros mismos y también con los demás, esto suele dificultar el proceso de sanación, la no aceptación", nos detalla.
Afrontar fases de duelo
El duelo es una respuesta a la pérdida -que puede ser de tipos muy variados- y esta respuesta se puede manifestar de muchas maneras, se pasa por diferentes fases. "Normalmente solemos llegar a una tristeza muy profunda, confusión, enfado... Es muy importante permitirnos experimentar el duelo de manera auténtica, sin presión, sin una idea concisa de qué significa superarlo o el tiempo que tenemos que pasar en nuestro propio proceso para sentirnos mejor. Esto suele variar. Hay momentos en los que te puedes empezar a sentir mejor, recuperar ánimo, y hay otros días en los que vuelves a caer, en los que te vuelves a sentir triste, descolocado, echas de menos...", apunta el psicólogo, que añade que la pérdida puede durar mucho tiempo, a pesar de que nos podemos acostumbrar a ella y vivir con alegría y felicidad. "Simplemente hay que darle un lugar a la pérdida y al duelo", indica.
¿Cuáles son las reacciones más habituales tras una experiencia traumática?
En opinión del experto, este es un aspecto que depende de cada persona y de la forma en la que tengamos de afrontar la vida. "Suele variar mucho. Pero normalmente lo que se produce tras una experiencia traumática o de pérdida suele ser la negación, la ira, la tristeza y la ansiedad. Y en algunos momentos también se puede expresar como si nos sintiéramos completamente ajenos a la experiencia, como si nos hubiéramos disociado, por así decirlo, del evento. Esto es también muy común", nos detalla Rodrigo Gurrea.
Por eso, en su opinión, lo que es muy importante es que cuando se producen estas experiencias tengamos un espacio seguro y un acompañamiento, que nos permita mirar estas emociones de frente. "Cuando se crea este tipo de relación o acompañamiento, facilita muchísimo la sanación y el avance. Implica aceptar la realidad tal cual y como es, aceptar que eso está pasando y ver cómo lo encajamos. Obviamente no es fácil, requiere tiempo. Nos suele pasar, además, que solemos evitar sentir tristeza o rabia o estas emociones que te nombraba, que son incómodas y estamos socialmente muy acostumbrados a rechazarlas", nos detalla.
La importancia de darnos tiempo
Lo que tenemos también presente, en ese proceso para recuperar la alegría de vivir, es que cuando se afronta un duelo, no hay un momento definido para la recuperación, no hay plazos. "Cada persona es única e irrepetible y también su proceso es único, irrepetible y depende de muchos factores. Depende del tipo de trauma que haya sufrido, de los apoyos que tenga, de su escala de valores y de creencias. Por eso es tan importante autoexplorarse y autoconocerse y esto puede ayudar mucho a que la persona salga con más rapidez de un estado de tristeza profunda o de vivir el duelo de una manera negativa, que incluso la paralice. Pero no hay un tiempo definido", matiza el psicólogo.
"Creo que esto es muy subjetivo y relativo. A pesar de estar bien, probablemente hay gente que todavía tiene un duelo abierto y han pasado años, muchos años. No quiere decir que no esté bien o que no pueda vivir experiencias de felicidad o alegría. Pero hay cosas que todavía no acaba de comprender o a las que todavía no se enfrenta y las cierra", apunta el psicólogo.
¿Las situaciones límite nos ayudan a descubrir nuestras fortalezas?
No todo debe verse desde el prisma de la negatividad. Las experiencias traumáticas, en no pocas ocasiones, nos ayudan a descubrir nuestras fortalezas. Así lo cree el psicólogo. "Sin duda, estas situaciones suelen revelar fortalezas internas que no sabíamos que teníamos. El sufrimiento, la adversidad, normalmente nos hacen desarrollar resiliencia y comprensión de uno mismo. Si te das cuenta, lo que hacemos es como autodescubrirnos, por así decirlo. Miramos partes de nosotros que no habíamos experimentado y entonces se nos plantea una oportunidad enorme para crecer. Te diría también que para aceptar la impermanencia. Yo creo que con este punto de la pérdida y el duelo, lo más importante es poder comprender que al ser humanos siempre vamos a estar limitados por muchas cosas, nuestra propia corporalidad, la existencia misma. Pero sobre todo tenemos que entender que todo se acaba. Todo en este mundo, tal cual y como es, se acaba y es algo natural. La idea, por lo tanto, es abrirnos a la experiencia del aquí y del ahora, de vivir el presente, entendiendo que tarde o temprano todo lo que vivimos y compartimos se va a acabar", añade.
¿Es posible recuperar la alegría de vivir?
Cuando le hacemos esta pregunta al psicólogo, su respuesta es muy clara: "Sin duda alguna. Se puede recuperar la alegría de vivir". No es una tarea sencilla en muchas ocasiones, eso sí. "Lleva tiempo, lleva esfuerzo, lleva mucha apertura y aceptación, pero sí, se puede. Cuando uno se enfrenta a uno mismo, se da cuenta de que hay algo dentro que es indestructible, por así decirlo. Y a partir de ahí uno empieza a vivir con mucha más presencia, con más atención. Y si te das cuenta, el poder vivir entendiendo que que la vida es impermanente y todo lo que vivimos es impermanente, nos puede ayudar mucho a vivir con más intensidad, más felices y menos preocupados, a soltar lo que no nos sirve", detalla el experto.
Consejos útiles para recuperar la felicidad
Por último, le preguntamos al experto la clave: los consejos que nos ayudarán a recuperar las ganas de seguir adelante, de ser felices.
- Lo primero de todo hay que permitirse sentir profundamente. Eso es algo muy importante.
- No presionarse, no juzgar las emociones y, sobre todo, no rechazarlas. Cuando rechazamos nuestras emociones, se acaban volviendo como fantasmas que nos persiguen y nos llevan a vivir con un miedo que suele ser insostenible, que nos suele paralizar.
- No dejar de compartir el cómo nos sentimos. Buscar a familiares o buscar ayuda profesional suele ser algo muy importante. Poder compartir los pensamientos, los sentimientos nos ayuda a reestablecernos.
- Practicar mindfulness, estar presente, estar en el aquí y en el ahora. Darnos cuenta de que a pesar de todo lo que vivimos, si nos damos un poco de tiempo para estar presentes, podemos entender que justo ahora, cuando estamos en el momento presente, no suele estar pasando nada malo. Esto suele funcionar muy bien.
- Reflexionar sobre lo que sí tenemos. Todos perdemos cosas, pero también tenemos que darnos cuenta de lo que sí tenemos. Y podemos mostrar gratitud. Esto nos ayuda a cambiar la perspectiva y enfocarnos en lo positivo y sobre todo en el aquí y en el ahora.
- Otra cosa que nos puede ayudar muchísimo es el autocuidado. Hacer ejercicio, una buena alimentación y un buen descanso nos ayuda a afrontar estas etapas en las que nuestra energía suele estar en niveles bajos y cuando tenemos una sensación de desconcierto muy profundo.
- Es muy importante vivirlo con tranquilidad, a tu propio ritmo, sin compararte y, sobre todo, sin exigirte. La exigencia es algo que nos lleva a vivirlo con mucho desánimo.
- Por último, compartir mucho más este tipo de experiencias. "Les recomiendo que se abran, porque es muy difícil encontrar personas que nos enseñen a vivir con calma el momento de la muerte o de la pérdida, a pesar que es lo único que sabemos en cuanto nacemos. Lo único que tú sabes a la hora que llegas a este mundo es que en algún momento te vas a morir y todo lo que va en el medio pues ya es toda una experiencia, pero eso lo sabes con certeza. Entonces yo creo que también sería muy positivo para todos el podernos dedicar un tiempo a este tipo de de experiencias y cuestionarnos cómo queremos vivirlas y poder soltar. El desapego es la gran herramienta", concluye.