El bruxismo es una afección que causa un sinfín de dolores tanto a nivel mandibular como en oídos, cabeza o cuello, además de presentarse problemas asociados como el desgaste dental o una mayor sensibilidad en dientes, cambios en la mordida, pérdida de esmalte y daños en piezas tipo empastes o coronas. Son, como podemos ver, muchos los problemas que puede causarnos.
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Y es que, aunque no lo percibamos, durante la noche apretamos con fuerza nuestros dientes y muelas, o bien rechinan, tensionando los músculos de la zona y provocando un intenso dolor desde por la mañana al levantarnos, o incluso capaz de despertarnos y no dejarnos dormir.
¿Es el bruxismo un problema que va en aumento?
Lo primero que matiza Michelle Pawly, odontóloga del departamento Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental, es que el bruxismo no puede ser considerado una patología en sí, sino un signo de una o más condiciones subyacentes. “El bruxismo es la actividad de los músculos masticatorios que se caracteriza por el contacto repetitivo o sostenido de los dientes, aunque puede no haber contacto dentario y que exista una postura forzada de la mandíbula”, nos explica. Por eso, en su opinión, alejándonos de la visión clásica de que es una patología, sí podemos decir que es una sintomatología que va en aumento. “Tal y como demuestra el Estudio de Sanitas de Salud Bucodental de 2024. Según este análisis, más de 1 de cada 5 españoles ha sido diagnosticado de bruxismo (21,13% vs 18,91% en 2023)”, apunta.
¿Cuáles son las principales causas de este problema de salud?
Se considera de causa multifactorial, teniendo en cuenta una combinación de varios factores psicosociales, fisiológicos/biológicos y exógenos, y así nos los detalla la odontóloga de Sanitas:
- Factores psicosociales: sensibilidad al estrés y la ansiedad.
- Factores fisiológicos/biológicos: la dopamina tiene una influencia inhibidora, mientras que la adrenalina y noradrenalina son activadores.
- Factores exógenos: el alcohol, el tabaquismo, la cafeína, y algunas drogas pueden tener una influencia activadora.
“En las últimas definiciones científicas, se descarta que sea causa de la posición de los dientes”, indica.
Es recomendable la gestión del estrés a través de técnicas de relajación, como la meditación y la higiene del sueño
¿Qué soluciones hay para abordar este problema?
Como decíamos, el bruxismo es siempre un signo de una o más condiciones subyacentes. Por lo tanto, la doctora Pawly apunta que, a menos que se identifique la causa específica, el tratamiento se orienta al manejo de las consecuencias negativas cuando estas están presentes.
- En primer lugar, la doctora indica que es aconsejable usar férulas de descarga que protegen los dientes de fracturas y fisuras y reducen el desgaste.
- También recomienda la gestión del estrés a través de técnicas de relajación, como la meditación y la higiene del sueño. Y es que el estrés tanto laboral como emocional por cuestiones personales, no son los mejores aliados del bruxismo, por lo que es fundamental relajarnos con clases de yoga, meditación o mindfulness, y si tenemos algo de tiempo, dedicar unos minutos a hacer gimnasia facial, lo que ayudará a destensar músculos.
- La experta de Sanitas también sugiere concertar una cita con un fisioterapeuta. En pacientes con dolor y fatiga de la musculatura, los ejercicios de estiramiento y dinámica mandibular ayudan a aliviar la tensión muscular.
- Otras recomendaciones cuando tenemos dolor mandibular por bruxismo hacen referencia a la alimentación, evitando sólidos que requieran de mucha masticación, y la aplicación de calor en la zona tensionada.
Opciones más allá de la férula de descarga
Nos planteamos si ante un problema tan habitual en nuestra sociedad, existen opciones más allá del uso de las conocidas férulas de descarga y de la gestión del estrés subyacente. “Si las técnicas citadas anteriormente no funcionan y nos encontramos ante un caso severo, se valora tratar la zona con toxina botulínica. Reduce la intensidad, ya que disminuye la fuerza de la contracción muscular”, sugiere la especialista de Sanitas.
Recientemente se puede citar también un método llamado Wonder Face, de la empresa española Wonder Technology, ya que trata el bruxismo de una manera innovadora, combinando emisiones neuromusculares y radiofrecuencia: “Este enfoque terapéutico actúa sobre la musculatura facial promoviendo la relajación y también, reduciendo la tensión acumulada. Las emisiones neuromusculares estimulan las fibras musculares, mejorando la circulación y facilitando el alivio del dolor asociado al bruxismo. Por su parte, la radiofrecuencia penetra en las capas más profundas de la piel, lo que ayuda y favorece la regeneración celular, restaurando la tonicidad muscular. Juntas, estas técnicas no sólo mejoran la función muscular, también aportan bienestar y calidad de vida, permitiendo un descanso más reparador y sin molestias”, nos detalla Alexander Pérez, CEO fundador de Wonder Technology.
Consejos útiles si tienes bruxismo
- Especialmente, evitar masticar chicles o morder objetos como bolígrafos para no incrementar la tensión en la mandíbula.
- Por otra parte, hacer pausas durante el día para relajar la cara y la mandíbula, sobre todo si se trabaja frente al ordenador.
- Evitar el alcohol, el tabaco y la cafeína.
- También es útil escuchar música relajante o tomar una infusión de hierbas para reducir el estrés diario. Mantener la habitación fresca, que haya exceso de calor también hará más difícil el sueño y que podamos descansar correctamente.
- Y antes de dormir, aplicar calor en la zona facial con una toalla tibia para relajar los músculos.
En casos más graves, puede derivar en problemas de sueño y afectar la calidad de vida diaria debido al dolor y malestar constante
Evitar consecuencias negativas
Todas estas medidas se deben tomar para tratar de aliviar problemas más importantes y las consecuencias que se puedan derivar de un problema de bruxismo que no se corrige y se aborda a tiempo.
“Algunos tipos de bruxismo no requieren tratamiento, sin embargo, cuando existen afectaciones a la estructura de los dientes, como desgaste dental severo, fisuras en los dientes e incluso fracturas es necesario buscar la ayuda de un profesional odontólogo”, nos indica.
Y es que, además, puede causar dolores de cabeza crónicos, tensión en la mandíbula y cuello, y problemas en la articulación temporomandibular (ATM), dificultando masticar o abrir la boca. “En casos más graves, puede derivar en problemas de sueño y afectar la calidad de vida diaria debido al dolor y malestar constante”, concluye la doctora Michelle Pawly.