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Si has vivido en alguna ocasión esta situación, seguro que eres consciente de lo molesto que es que te interrumpan cuando estás hablando. Pierdes el hilo, no puedes llevar una conversación a buen puerto… Es, no cabe duda, una conducta que no es nada agradable cuando la padeces. Hay personas, además, que parecen tener cierta tendencia a hacerlo. Pero interrumpir todo el tiempo puede ser más que una simple mala costumbre. “Desde la psicología, se entiende que puede estar relacionado con varias cosas. A veces, es una señal de que la persona tiene dificultades para controlar sus impulsos o que siente una necesidad muy fuerte de ser escuchada. También puede ser una forma de mostrar ansiedad, inseguridad o incluso de intentar controlar la conversación”, nos anticipa Marc Rodríguez, psicólogo especialista en inteligencia emocional (@rodriemocion). Por ejemplo, alguien que interrumpe podría estar tan enfocado en lo que quiere decir que no se da cuenta de que está cortando a los demás. O tal vez teme que si no habla de inmediato, perderá la oportunidad de expresar su opinión.
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Interrumpir constantemente puede indicar que la persona no está plenamente considerando los sentimientos, pensamientos o el tiempo de los demás
¿Por qué piensa que hay personas que suelen tener esta costumbre?
En opinión del psicólogo, existen varias razones por las que una persona podría desarrollar el hábito de interrumpir y nos las resume en las siguientes:
- Ansiedad o nerviosismo: Algunas personas interrumpen porque les cuesta quedarse calladas cuando están ansiosas. Tienen miedo de olvidarse de lo que quieren decir o de no ser tenidas en cuenta.
- Impulsividad: Hay quienes simplemente no pueden contenerse. Piensan algo y sienten que tienen que decirlo al instante, sin darse cuenta de que están interrumpiendo.
- Deseo de protagonismo: Otros lo hacen porque les gusta tener el control de la conversación. Quieren que la charla gire en torno a ellos y a sus ideas.
- Entusiasmo: El psicólogo nos comenta que no siempre es algo negativo. A veces, están tan emocionados con el tema que no pueden esperar para aportar algo.
- Falta de práctica en escuchar: Puede ser que no hayan aprendido bien a escuchar y esperan menos a que los demás terminen.
Algunas personas pueden estar tan enfocadas en lo que quieren decir que, sin darse cuenta, minimizan la importancia de lo que el otro está expresando
¿Puede haber detrás falta de empatía?
Le planteamos al experto si detrás de esta costumbre puede haber también cierta falta de empatía, de ponerse en el lugar de la persona que está hablando. “En algunos casos, la falta de empatía puede estar detrás de este comportamiento. Interrumpir constantemente puede indicar que la persona no está plenamente considerando los sentimientos, pensamientos o el tiempo de los demás”, apunta el experto, que nos detalla que esto puede ser un reflejo de que no están realmente escuchando con atención o de que priorizan sus propias ideas sobre las de los demás.
“Sin embargo, no siempre se trata de una falta de empatía consciente. Algunas personas pueden estar tan enfocadas en lo que quieren decir que, sin darse cuenta, minimizan la importancia de lo que el otro está expresando. A veces sí, pero no siempre”, comenta, y añade que “puede ser que la persona no esté pensando en cómo se siente el otro cuando la interrumpen, lo que muestra una falta de empatía. Pero en otros casos, no lo hacen a propósito. Simplemente están muy enfocados en lo que quieren decir y no se dan cuenta del impacto que tiene en la conversación”.
¿Cómo lidiar con alguien que interrumpe de forma constante?
De lo que no hay duda es de que lidiar con alguien que interrumpe constantemente puede ser frustrante. “Puede ser incómodo, pero hay formas de manejarlo sin crear conflictos”, añade el psicólogo, que nos da estas cinco recomendaciones que pueden sernos de utilidad:
Mantén la calma
Lo más importante es no perder la paciencia. Si te molestas, es probable que la conversación se vuelva más difícil.
Habla de forma clara y respetuosa
Puedes decir algo como: "Déjame terminar esta idea y luego te escucho." Esto marca un límite sin ser agresivo.
Usa señales no verbales
A veces, un simple gesto con la mano, como levantarla ligeramente, puede ser suficiente para indicar que necesitas terminar lo que estás diciendo.
Redirige la conversación
Si te interrumpen, puedes decir: "Es interesante lo que dices, pero quiero terminar este punto primero y luego seguimos con lo tuyo." De esta manera, mantienes el orden sin rechazar su aporte.
Fomenta la escucha activa
Si tienes una relación cercana o trabajan juntos, pueden hablar sobre la importancia de escuchar sin interrumpir. A veces, las personas no se dan cuenta de lo importante que es hasta que se lo haces notar.
"Comprender el motivo detrás del comportamiento es clave para manejarlo de manera efectiva, y las estrategias de comunicación asertiva y la paciencia pueden ayudar a mejorar la dinámica de la conversación", concluye el psicólogo.