Hablamos malformaciones vasculares en el cerebro formadas por vasos sanguíneos anómalos que se agrupan en forma de pequeñas cavidades llenas de sangre. Aunque algunos cavernomas permanecen asintomáticos, otros pueden provocar síntomas graves, como crisis epilépticas, dolores de cabeza intensos o déficits neurológicos, dependiendo de su tamaño y ubicación. Esta condición, que puede comprometer la vida de las personas, requiere un diagnóstico y seguimiento cuidadosos para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente.
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Para saber más acerca de esta condición médica, hablamos con el Dr. Juan Buendía, neurólogo del Centro Médico Sanitas Murcia.
- Leer también: Malformación arteriovenosa o MAV: qué es, síntomas y tratamiento
En algunos casos, los cavernomas aparaecen por un trastorno genético llamado cavernomatosis cerebral familiar y su riesgo está en que se pueden desarrollar múltiples cavernomas a lo largo de la vida
¿Qué son los cavernomas?
Se trata de una malformación vascular en el cerebro compuesta por pequeños vasos sanguíneos dilatados que forman cavidades llenas de sangre. Estas cavidades, generalmente, causan sangrado o presión en áreas cerebrales cercanas.
¿Cuál es el papel de la genética en el desarrollo de estos casos?
En algunos casos estos se heredan como parte de un trastorno genético llamado cavernomatosis cerebral familiar. Las personas con esta condición tienen una mutación en ciertos genes, como el CCM1, CCM2 o CCM3, que regulan la formación de vasos sanguíneos en el cerebro. Esta predisposición genética aumenta el riesgo de desarrollar múltiples cavernomas a lo largo de la vida.
Sin embargo, no todos tienen un origen hereditario.
Síntomas de los cavernomas
Las personas con cavernomas pueden experimentar síntomas como convulsiones, dolores de cabeza intensos, mareos o pérdida de equilibrio, y problemas neurológicos como debilidad en extremidades o dificultades para hablar.
En algunos casos, si sangra o presiona áreas específicas del cerebro, pueden surgir déficits neurológicos más graves.
No obstante, muchos de ellos son asintomáticos y se descubren durante estudios de imagen por otras razones. La severidad de los síntomas depende de la localización y el tamaño del cavernoma.
Factores que aumentan el riesgo de complicaciones
El tamaño y la localización de la malformación, especialmente si está cerca de áreas cerebrales críticas o profundas. El historial de sangrado previo también incrementa el riesgo de futuros eventos hemorrágicos.
Además, la predisposición genética, como en la cavernomatosis familiar, puede elevar la probabilidad de desarrollar múltiples cavernomas, lo que eleva el riesgo de complicaciones.
Por último, la edad y la presencia de otros problemas médicos también influyen en el pronóstico.
La calidad de vida del paciente dependerá de los síntomas que causen los cavernomas, pudiendo afectar a las tareas diarias, provocar déficits neurológicos o afectar a la movilidad
Cómo afectan a la calidad de vida los cavernomas
Lo cierto es que depende de los síntomas que cause. Por ejemplo, las convulsiones limitan la capacidad de conducir o realizar actividades que requieran plena concentración. Los dolores de cabeza o mareos dificultan el trabajo o las tareas diarias, mientras que los déficits neurológicos, como la debilidad o problemas de equilibrio, afectan la movilidad.
En cuanto a las actividades físicas, los especialistas solemos recomendar evitar deportes de alto impacto o actividad con riesgo de caídas para prevenir posibles complicaciones.
Tratamiento de los cavernomas
En primer lugar, la observación mediante resonancias magnéticas periódicas, sobre todo en casos asintomáticos o con síntomas leves.
En segundo lugar, el manejo farmacológico es útil para controlar las convulsiones, que son uno de los síntomas más comunes, con medicamentos antiepilépticos.
En último lugar, la radiocirugía estereotáctica, como el bisturí gamma, puede ser considerada para tratar cavernomas inaccesibles quirúrgicamente, aunque su uso sigue siendo controvertido debido al riesgo de daño en tejidos circundantes.
Cuándo requieren cirugía y cuándo necesitan un control
La intervención quirúrgica es necesaria en casos de cavernomas que han causado sangrado recurrente, convulsiones no controladas por medicamentos o déficits neurológicos progresivos debido a su localización crítica. Si el cavernoma está en una zona accesible del cerebro y el riesgo de complicaciones es bajo, la cirugía puede ser la mejor opción.
Por otro lado, en casos asintomáticos o con síntomas leves, es preferible monitorear con imágenes regulares, ya que algunos cavernomas no crecen ni empeoran con el tiempo, y los riesgos de la cirugía pueden superar los beneficios.
- Leer: Aneurisma cerebral: síntomas y tratamiento
Avances
Los avances en técnicas de imagen, como la resonancia magnética de alta resolución, permiten detectar cavernomas más pequeños y monitorear su evolución con mayor precisión.
Además, la radiocirugía estereotáctica ha mejorado como opción no invasiva para tratar cavernomas difíciles de operar. Los estudios genéticos también están avanzando, permitiendo una mejor comprensión de los casos hereditarios y abriendo la puerta a futuros tratamientos dirigidos.
Por último, cabe mencionar que el desarrollo de nuevos medicamentos anticonvulsivos más efectivos y con menos efectos secundarios también está mejorando el control de los síntomas.
Mantener la presión arterial bajo control y gestionar adecuadamente el estrés es importante porque el aumento de presión puede incrementar el riesgo de sangrado
Hábitos para evitar el riesgo de complicaciones
Sin duda, llevar un estilo de vida saludable ayuda a disminuir el riesgo de complicaciones en personas con cavernomas.
En este sentido, evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol es fundamental, puesto que estos factores pueden empeorar la salud vascular. Mantener un control adecuado de la presión arterial y gestionar el estrés también son importantes, pues el aumento de presión puede incrementar el riesgo de sangrado.
Asimismo, seguir un tratamiento médico adecuado para controlar las convulsiones y asistir a revisiones regulares con el neurólogo permite detectar posibles cambios en el cavernoma a tiempo.