Ha pasado una semana ya desde que las lluvias torrenciales causadas por la DANA en la provincia de Valencia -y en algunos puntos de Albacete- generaran el caos en muchos pueblos, dejándonos en la retina imágenes devastadoras. Un drama a nivel nacional que se ha cobrado más de dos centenares de víctimas por el momento y que, además, ha destrozado muchas localidades. Calles anegadas de lodo, casas y coches en estado de ruina, familias, en definitiva, que lo han perdido todo… Una situación que ha generado una oleada de solidaridad de muchas personas que no han dudado en ponerse manos a la obra para tratar de limpiar las toneladas de fango, enseres, ramas o cañas que ha arrastrado la corriente y que hacen muy complicada la vida en esta zona del Levante español. Pero queda mucho trabajo por hacer y, mientras, los ciudadanos conviven en zonas que empiezan a tener serios problemas de salubridad. No se trata de alarmar, pero sí de tener precauciones para evitar posibles problemas.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Una situación que puede generar problemas de salud
Nos planteamos cuáles son los riesgos para la salud en una situación como la que se ha generado estos días en Valencia, cuando el lodo sigue anegando muchas calles y comienza a haber mucha preocupación debido al contacto con aguas estancadas durante muchos días tras la inundación. "Más allá del daño físico, material y emocional, las consecuencias de la DANA sufrida la semana pasada en la Comunidad Valenciana suponen un riesgo para la salud de la población, por lo cual se recomienda seguir una serie de precauciones muy importantes”, nos explica la doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España.
El tiempo no juega a favor. "El riesgo de epidemias puede verse incrementado tras el acúmulo de aguas estancadas en caso de inundaciones. Cada día que pasa el riesgo de que las bacterias y virus se multipliquen es mayor y, por lo tanto, aumenta la posibilidad de transmisión de enfermedades", indica por su parte la doctora Marta Arsuaga, especialista en Medicina Interna y en enfermedades infecciosas, miembro de Consulta del Viajero y de Top Doctors.
Cualquier herida o corte que entre en contacto con el agua contaminada tiene un mayor riesgo de infectarse, con la posibilidad de desarrollar infecciones graves
Las aguas estancadas, un problema que hay que tener en cuenta
El contacto y consumo de aguas residuales puede conllevar, en opinión de la doctora Arsuaga, la transmisión de microorganismos, sobre todo, gastrointestinales. "Las bacterias y virus como son E. coli, salmonella, shigella, campylobacter y norovirus, rotavirus, adenovirus, entre otros, pueden producir cuadros de gastroenteritis aguda, que se manifiestan como vómitos, diarrea, dolor abdominal pudiéndose acompañar de fiebre", nos detalla.
La doctora Silva nos aclara que el principal problema está relacionado con las aguas estancadas, las cuales, tras una inundación, suelen estar contaminadas con patógenos presentes en las alcantarillas y suelos. “Bacterias (como la E. coli y la Salmonella), virus (como el de la hepatitis A) y parásitos (como Giardia y Cryptosporidium), son causantes de enfermedades gastrointestinales que pueden provocar desde diarreas agudas, hasta síndromes más complicados según la población afectada”, aclara.
Además, nos detalla que también es común la presencia de sustancias químicas tóxicas debido a la mezcla de residuos industriales, agrícolas o domésticos, lo que aumenta el riesgo de intoxicaciones.
Especial precaución si se tienen heridas
No podemos olvidar que, tal y como nos explica la doctora de Cigna, cualquier herida o corte que entre en contacto con el agua contaminada tiene un mayor riesgo de infectarse, con la posibilidad de desarrollar infecciones graves de tejidos blandos o enfermedades como el tétanos si no se cuenta con la protección adecuada. “Por otro lado, el estancamiento de las aguas puede atraer a mosquitos y otros insectos que actúan como vectores de enfermedades, aumentando el riesgo de infecciones”, alerta.
A esto se suma que, la humedad y la exposición prolongada al frío pueden favorecer la transmisión de virus respiratorios, como la gripe, el resfriado común y, en algunos casos, la COVID-19. “Los espacios cerrados y aglomeraciones, comunes durante las labores de limpieza y recuperación, pueden aumentar el riesgo de contagio de estos virus, complicando aún más la situación de salud pública en la región”, indica la doctora de Cigna. Coincide la experta de Top Doctors, que detalla que las infecciones respiratorias también pueden aumentar al trabajar en zonas húmedas y la transmisión verse favorecida por el contacto y hacinamiento de los supervivientes de la DANA en lugares cerrados y mal ventilados.
Evitar problemas de salud a gran escala
La doctora Silva nos explica que aunque la posibilidad de una epidemia a gran escala es baja, sí que existe un riesgo elevado de brotes de enfermedades infecciosas. “La dificultad para mantener una buena higiene en estos momentos, junto con la alta exposición a aguas contaminadas favorecen la propagación de infecciones como gastroenteritis, hepatitis A o leptospirosis, entre otras”, afirma.
En este sentido, en opinión de los expertos, es fundamental que se implementen medidas preventivas y de seguridad lo antes posible para proteger a la población y evitar el aumento de los casos. “El uso de mascarillas, guantes, botas de agua y lavado de manos con gel hidroalcohólico (ante el poco suministro de agua) son medidas que reducen significativamente el riesgo de propagación de infecciones”, recomienda.
Precaución ante las enfermedades infecciosas
Lo que es indudable es que el contacto con aguas estancadas y contaminadas después de una inundación puede incrementar el riesgo de varias enfermedades infecciosas que afectan a la salud pública. “Entre las más comunes y preocupantes se encuentran el tétanos, la gastroenteritis, el cólera, la hepatitis A, la leptospirosis y las infecciones cutáneas”, anticipa la doctora Silva y nos detalla las claves de algunas de ellas.
- Nos explica que el tétanos es una infección grave causada por la bacteria Clostridium tetani, que se encuentra habitualmente en el suelo, en el polvo y en el estiércol animal. Aunque no se transmite directamente por el agua, el riesgo aumenta cuando una herida o corte entra en contacto con ambientes contaminados, como es el caso de las zonas afectadas por inundaciones.
- La gastroenteritis y el cólera también son preocupantes. Si bien el cólera es raro en Europa, en situaciones de inundación existe riesgo de infecciones gastrointestinales graves provocadas por bacterias como E. coli y Vibrio cholerae, presentes en aguas contaminadas. Estas bacterias pueden producir diarreas graves y deshidratación.
- Otra enfermedad frecuente es la hepatitis A, un virus que puede propagarse a través del agua contaminada, que afecta al hígado y produce síntomas como fiebre, fatiga y dolor abdominal, siendo especialmente preocupante en condiciones de saneamiento deficiente.
- La leptospirosis es otra infección bacteriana que se adquiere al estar en contacto con agua contaminada con la orina de animales infectados, como ratas. Esta enfermedad puede provocar fiebre alta, dolor muscular y, en casos graves, insuficiencia hepática o renal.
- Finalmente, se encuentran las infecciones cutáneas, que son comunes en situaciones de contacto prolongado con agua contaminada, especialmente cuando hay heridas o abrasiones. La exposición puede causar infecciones en la piel que, si no se tratan, pueden derivar en complicaciones graves.
Aun así, la especialista de Top Doctors incide en que la bacteria del cólera no está presente en España, por lo que parece poco probable que se vaya a producir una epidemia de esta enfermedad. Y apunta que la gran mayoría de la población en España está vacunada frente al tétanos, pero sí sería recomendable vacunarse si no se ha hecho con antelación y evitar la exposición al agua de heridas abiertas.
Ante síntomas como fiebre, diarrea o dolor muscular, buscar atención médica lo antes posible para prevenir complicaciones y proteger la salud de todos.
Recomendaciones útiles para prevenir problemas
Ante esta situación ocasionada por esta tragedia vivida en la provincia de Valencia, le preguntamos a las doctoras qué recomendaciones de salud pública darían a la población para afrontar estos días que aún quedan por delante y prevenir posibles problemas de salud.
- Lo primero que remarcan es que es importante proteger la piel usando botas y guantes de goma, y evitar que el agua entre en contacto con heridas abiertas o el rostro. Hay que intentar mantenerse lo más seco posible.
- Si se tienen que manipular objetos mojados o aguas residuales hacerlo siempre con la protección adecuada. Si se dispone de él traje impermeable y botas de agua altas, guantes, gafas estanca y mascarilla. SI no, al menos, vestir ropa de manga y pantalón largos, guantes y mascarilla.
- Además, apunta que también es clave mantener una higiene frecuente y rigurosa, lavándose bien las manos y la cara después de cualquier exposición al agua contaminada y siempre antes de comer.
- No consumir agua estancada, si las autoridades lo consideran, se podrá consumir agua del grifo, si se tienen dudas, optar por el agua embotellada.
- No consumir alimentos que estén húmedos.
- Evitar consumir alimentos si alguna parte tiene moho (rechazar toda la pieza).
- En las casas donde haya entrado agua, es esencial desinfectar todas las superficies y objetos con lejía, alcohol u otro desinfectante.
- Lavar muy bien piel y ropa que hayan estado en contacto con las aguas con agua caliente y jabón.
- Evitar introducirse con heridas en las aguas remansadas. Si se ha tenido contacto, desinfectar lo antes posible y de la mejor manera.
- En caso de tener heridas o cortes que hayan estado en contacto con el agua de la inundación, se deben limpiar y desinfectar adecuadamente, además de cubrirlas para prevenir infecciones y, en caso de complicarse, acudir a un especialista para que realice una valoración.
- Por otro lado, hay que consumir siempre agua potable, por lo que es aconsejable tomar solo embotellada, que garantice su calidad y preparar cualquier comida siempre con esta agua.
- Es fundamental mantenerse informado y seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias.
- Ante síntomas como fiebre, diarrea o dolor muscular, buscar atención médica lo antes posible para prevenir complicaciones y proteger la salud de todos.
- Personas inmunosuprimidas, menores o embarazadas deben mantenerse alejados de las aguas.