La transición a la menopausia se da entre los 45 y los 55 años, siendo la edad media los 51,4 años, según datos del INE. Y durante este periodo, muchas mujeres experimentan cambios tanto físicos como emocionales. Seguro que la vinculas con los sofocos, los sudores nocturnos o los dolores de cabeza, pero, ¿sabías que también puede afectar a tu pelo? Por citar solo un problema capilar: hay mujeres que ven cómo se incrementa la caída del cabello. Respecto a este último punto, el 65% de las mujeres españolas están preocupadas por padecer alopecia o caída de pelo, según revela el último estudio elaborado por Svenson, compañía líder en salud capilar.
“En torno a los 40 años las mujeres pueden empezar a experimentar problemas capilares o agudizar los que ya tuvieran. Por una parte, el paso del tiempo hace que la densidad capilar disminuya, por lo que el cabello se vuelve más fino y quebradizo. Y por otra, los cambios hormonales en la mujer influyen en su pérdida”, explica Ignacio Sevilla, director médico de Svenson.
El cabello, otro damnificado en la menopausia
Coincide Ilda Rodríguez, coordinadora médica de Svenson, quien apunta que el cabello suele verse afectado durante la menopausia debido a los cambios hormonales que se producen en esta etapa. “La disminución significativa de los estrógenos, que influyen en el ciclo capilar, provoca una mayor fragilidad del cabello, pérdida de densidad y un mayor riesgo de caída. Estos cambios, sumados al envejecimiento natural, hacen que el cabello sufra de manera notable durante la menopausia”, indica.
Pero, ¿qué les preocupa especialmente a las mujeres en relación a su cabello cuando afrontan la menopausia? “Las consultas incluyen preocupaciones sobre el aumento de la caída del pelo, la pérdida de volumen y el adelgazamiento difuso del cabello, especialmente en la zona superior del cuero cabelludo. Otras inquietudes comunes son el cabello seco y quebradizo, así como cambios en la textura y la apariencia general del pelo”, apunta la doctora Rodríguez, que añade que muchas mujeres también buscan información sobre tratamientos para frenar la caída y mejorar la salud capilar durante esta etapa.
¿Tienen la culpa los cambios hormonales?
Los expertos citan, y no es una sorpresa, el papel de las hormonas. Una vez más tenemos que hablar de ellas cuando nos referimos a la menopausia, pues es una época en la que se produce una disminución significativa de los niveles de estrógenos, lo que impacta en diversos procesos fisiológicos, incluido así el ciclo de vida del cabello. “Los estrógenos juegan un papel importante en la fase de crecimiento capilar (anágena), por lo que su reducción puede acortar esta fase y favorecer la caída del cabello o su adelgazamiento”, asegura el Dr. Sevilla.
Pero es que, además, aunque los niveles de testosterona también disminuyen con la edad, lo hacen de manera más lenta en comparación con los estrógenos, lo que genera un desequilibrio hormonal relativo. ¿De qué forma nos afecta? Este desajuste hormonal puede incrementar la influencia de los andrógenos sobre los folículos pilosos, contribuyendo a la alopecia androgenética en algunas mujeres. De tal forma que este fenómeno refleja el complejo equilibrio hormonal que afecta al ciclo del cabello en esta etapa de la vida.
“Los desequilibrios hormonales durante la menopausia, especialmente la caída de los estrógenos, acortan la fase de crecimiento del cabello y debilitan los folículos pilosos, lo que puede provocar una mayor pérdida de densidad capilar y caída del pelo. El aumento relativo de la influencia de los andrógenos puede favorecer la miniaturización de los folículos y causar el adelgazamiento progresivo del cabello. Además, la menor producción de sebo en el cuero cabelludo hace que el cabello se vuelva más seco, frágil y susceptible a la rotura”, cuenta la doctora Rodríguez.
Síntomas que nos alertan de un problema capilar en la menopausia
Tal y como nos explica la doctora Rodríguez, algunas señales que pueden indicar un problema capilar durante la menopausia incluyen un aumento de la caída del cabello, cabello más fino y frágil, pérdida de densidad en zonas difusas o más notoria en la parte superior del cuero cabelludo, y cabello seco y sin brillo. Estos son signos de que el cabello está siendo afectado por los cambios hormonales.
“Además, la posible aparición de un retraso de la línea de implantación del pelo acompañado de pérdida de patillas, cola de ceja y picor continuado son signos que nos deben poner en alerta y acudir a un especialista”, añade.
Es recomendable utilizar champús y acondicionadores hidratantes y nutritivos, diseñados para cabellos frágiles o secos, evitando productos agresivos
¿Cómo debemos cuidar el cabello durante la menopausia?
- La doctora Rodríguez nos explica que para cuidar el cabello durante la menopausia es fundamental optar por una rutina de cuidado capilar suave que ayude a preservar su salud. “Es recomendable utilizar champús y acondicionadores hidratantes y nutritivos, diseñados para cabellos frágiles o secos, evitando productos agresivos. También es importante evitar el uso excesivo de calor (planchas, secadores) y productos químicos que puedan dañar aún más el cabello”, indica.
- Por otro lado, añade que mantener una dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales como biotina, hierro, zinc y ácidos grasos Omega-3, también contribuye a mejorar la salud del cabello. Asimismo, consultar a un especialista es esencial para evaluar tratamientos adecuados según el tipo de pérdida capilar.
- Y no podemos perder de vista que el estrés físico o emocional puede causar la caída de la mitad hasta tres cuartos del cabello en el cuero cabelludo. Por este motivo, es importante realizar ejercicio físico para controlarlo, como por ejemplo, el yoga o meditación.
- Además, los expertos apuntan que el cuidado del cabello durante el peinado también es esencial para retrasar su caída. Se deben utilizar peines de púas anchas y separadas y masajear el cuero cabelludo consiguiendo de esta manera estimular la circulación del mismo. A su vez, hay que evitar los productos dañinos, como champús o tintes agresivos, planchas de pelo, secadores o exposiciones prolongadas al sol.
- El doctor añade también otras recomendaciones como el uso de fármacos como el minoxidil y tratamientos infiltrados como la mesoterapia capilar o el uso del casco láser para mejorar la microcirculación del cuero cabelludo. De todas formas, incide en la importancia de “hacer una combinación, complementando tratamientos específicos para la caída del cabello junto con complementos alimenticios que aporten nutrientes para la formación del cabello”.
Por último, los expertos de Svenson confirman que tras la menopausia, se experimentan cambios capilares y, por tanto, el pelo puede cambiar y volverse más fino, más seco y más frágil e incluso, darse un tipo de alopecia cicatricial, la llamada alopecia frontal fibrosante, que afecta en su gran mayoría a las mujeres postmenopáusicas y produce la caída definitiva del pelo aunque hoy en día existen fármacos y tratamientos realizados por profesionales para intentar mantener lo máximo posible la densidad capilar.