El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es un trastorno hormonal común que afecta a las mujeres en edad reproductiva y puede influir en su fertilidad, su salud metabólica y en su bienestar general. “Se trata de una alteración endocrina que se caracteriza principalmente por un desequilibrio hormonal que puede afectar la ovulación”, nos detalla la doctora Ainhoa Coco, especialista en Endocrinología ginecológica y Reproducción de Dexeus Mujer, a quien le hemos planteado las dudas más habituales sobre esta patología.
¿Cuántas mujeres lo padecen?
Tal y como nos explica la especialista, este síndrome afecta entre el 6% y el 12% de las mujeres a nivel mundial, aunque estas cifras pueden variar dependiendo de la población y los criterios de diagnóstico utilizados. “El diagnóstico generalmente se basa en una combinación de historia médica, síntomas, análisis de sangre para medir los niveles hormonales y ecografías para valorar los ovarios”, puntualiza la experta.
Algunas investigaciones sugieren que las mujeres con SOP pueden tener niveles de inflamación más altos, lo que también puede contribuir al desequilibrio hormonal
¿Cuáles son las causas del SOP?
La doctora nos explica que, a día de hoy, las causas exactas no se conocen completamente, ya que se reconoce que es una condición heterogénea. Pero entre los factores que pueden influir destaca los siguientes:
- Genética: El SOP tiene un fuerte componente genético. Así, las mujeres con antecedentes familiares de SOP, especialmente si la madre o hermanas lo tienen, tienen un mayor riesgo de desarrollar el síndrome. Sin embargo, el patrón exacto de herencia no está completamente claro. Se cree que el SOP es un trastorno complejo, lo que significa que es probable que múltiples genes, junto con factores ambientales, contribuyan a su desarrollo.
- Resistencia a la insulina: muchas mujeres con SOP tienen resistencia a la insulina, lo que contribuye a los desequilibrios hormonales.
- Desequilibrio hormonal: niveles elevados de andrógenos (hormonas masculinas) y de insulina pueden afectar el ciclo ovulatorio.
- Inflamación: Algunas investigaciones sugieren que las mujeres con SOP pueden tener niveles de inflamación más altos, lo que también puede contribuir al desequilibrio hormonal.
Síntomas del Síndrome de Ovario Poliquístico
Ante la presencia de determinados síntomas, las mujeres se pueden llegar a preguntar si padecen este problema de salud. Por eso, nos planteamos cuáles son las principales señales que nos pueden alertar de la presencia de SOP. Aunque pueden variar de una mujer a otra, los síntomas más comunes incluyen:
- Ciclos menstruales irregulares o ausencia de menstruación (amenorrea): ciclos >35 días o < 8 ciclos/año.
- Aumento de vello corporal (hirsutismo), especialmente en la cara, pecho, espalda.
- Acné severo o piel grasa.
- Pérdida de cabello en la cabeza (alopecia).
- Aumento de peso o dificultad para perderlo.
- Ecografía ginecológica con ovarios con patrón multifolicular.
- Dificultad para quedar embarazada debido a la falta de ovulación regular.
Los síntomas físicos como el hirsutismo, el acné y la obesidad pueden tener un impacto emocional y psicológico, afectando la autoestima y el bienestar
Cómo es vivir con SOP
Nos planteamos si estamos ante un problema que puede condicionar la calidad de vida de quien lo padece y la especialista de Dexeus Mujer confirma que así es. “El SOP puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona y tener consecuencias a largo plazo que puedan afectar la salud de las mujeres. Los síntomas físicos como el hirsutismo, el acné y la obesidad pueden tener un impacto emocional y psicológico, afectando la autoestima y el bienestar”, afirma la especialista, que añade que también puede aumentar el riesgo de desarrollar otros problemas de salud, entre los que destaca los siguientes:
- Diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardiovasculares
- Apnea del sueño.
- Problemas emocionales como la ansiedad y la depresión.
- Complicaciones durante el embarazo: Es un hecho que las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones durante el embarazo, como diabetes gestacional, hipertensión inducida por el embarazo y pre eclampsia.
¿Cuál es el tratamiento para el SOP?
Partimos de que, a día de hoy, no existe una cura para el SOP, pero tal y como nos cuenta la doctora Coco, los tratamientos pueden ayudar a manejar los síntomas y reducir riesgos de salud a largo plazo. El protocolo depende de los síntomas específicos y de si la mujer desea quedar embarazada. Las opciones incluyen:
- Cambios en el estilo de vida: es importante la pérdida de peso, hacer ejercicio regular y seguir una dieta saludable, lo que puede mejorar la resistencia a la insulina y regular los ciclos menstruales.
- Medicamentos para regular los ciclos menstruales: el uso de píldoras anticonceptivas combinadas o progestágeno para inducir la menstruación y reducir el riesgo de cáncer endometrial puede ser necesario en algunos casos.
- Tratamiento para la fertilidad: también hay que recurrir en ocasiones a medicamentos como el clomifeno o la metformina para inducir la ovulación en mujeres que se plantean gestación.
- Tratamientos para los síntomas de exceso de andrógenos: medicamentos con efecto antiandrogénico para reducir el crecimiento del vello o tratamientos dermatológicos para el acné.
- Apoyo emocional: como decíamos, el SOP no solo afecta físicamente, sino también emocionalmente. Muchas mujeres experimentan ansiedad, depresión y baja autoestima debido a los síntomas del síndrome. Por eso, es esencial el apoyo emocional y, si es necesario, buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
- Importancia de la concienciación: En opinión de la doctora, hablar sobre el SOP es crucial para desmitificar el síndrome, romper estigmas y educar tanto a mujeres como a hombres sobre su impacto. Y es que no podemos perder de vista que la detección y el tratamiento temprano pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las mujeres afectadas.
“El SOP tiene un buen pronóstico si se maneja adecuadamente con cambios en el estilo de vida y tratamiento médico. Aunque es una condición crónica, muchas mujeres pueden controlar sus síntomas, mejorar su fertilidad y reducir los riesgos a largo plazo, como la diabetes y enfermedades cardíacas, mediante un tratamiento personalizado y seguimiento regular”, concluye la especialista.