Mujer preocupada© Getty Images

Entrevista

Cómo gestionar las emociones ante un diagnóstico difícil

Las emociones negativas, el miedo, la frustración son comunes cuando recibimos un diagnóstico difícil o tenemos que convivir con el dolor o la enfermedad crónica. Para saber cómo gestionarlas, hablamos con un paciente y conferenciante, al que su patología le ha dado la oportunidad de vivir plenamente. 


15 de octubre de 2024 - 15:33 CEST

Recibir un diagnóstico complicado, como el cáncer de mama, esclerosis múltiple, o cualquier otra enfermedad, no es fácil de aceptar. Es un momento en el que la vida, tal como la conoces, cambia en un instante. Todos los planes, las ilusiones, los 'tengo que' pasan a otro plano y te centras solo en la enfermedad. Esta es la realidad que viven muchas personas y que, como Luis García Ruiz, escritor, conferenciante, mentor de negocios y fundador de la Escuela de Aprendedores, intentan encarar sin venirse abajo. Luis, lejos de quedarse atrapado en la tristeza o la desesperación, encontró en la autogestión emocional una vía para sobrellevar su día a día y seguir adelante con determinación y optimismo.

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Luis, autor de libros como Empieza a vivir ahora y El poder de liderar, comparte su testimonio para ayudarnos a entender cómo manejar las emociones ante un diagnóstico difícil. Nos cuenta que  "la autogestión emocional es la capacidad de manejar conscientemente nuestras emociones, especialmente, en situaciones complicadas". Por ejemplo, asegura que, para él Vivir con esclerosis múltiple me ha enseñado que no puedo controlar lo que me sucede, pero sí cómo elijo reaccionar ante ello", comenta Luis. Este principio ha sido la base para reconstruir su vida a partir de un diagnóstico inesperado y difícil.

Para ayudarnos a llevarnos mejor con nuestras emociones si hemos recibido una mala noticia médica, Luis nos cuenta su experiencia y aborda aspectos como el autoconocimiento, cómo sobrellevar las emociones negativas, la resiliencia y la importancia de tener a alguien que nos ayude a vivir mejor con la enfermedad. 

Mantener una actitud positiva no cambia el diagnóstico, pero sí la forma en que vives con él

Luis García Ruiz, coach, escritor y conferenciante

Asumir el 101% de responsabilidad

Uno de los pilares en la filosofía de Luis es asumir el 101% de responsabilidad sobre nuestras emociones. ¿Qué significa esto? Para él, no se trata solo de aceptar lo que sentimos, sino de tomar decisiones conscientes sobre cómo queremos responder. “Reconocer que algo nos afecta es el primer paso, pero lo realmente importante es cómo elegimos manejar esas emociones," aclara Luis. En su caso, ha optado por una actitud que él define como 'positivo compulsivo', que significa a incluso cuando la situación es compleja.

Asimismo, lejos de caer en la negación o en una visión 'ingenua' de la realidad, Luis ha elegido ser proactivo. “Mantener una actitud positiva no cambia el diagnóstico, pero sí cambia la forma en que vives con él. Es decidir que, aunque las circunstancias no sean ideales, tú tienes el poder de elegir cómo las abordas". Esta manera de enfrentarse a la adversidad le ha llevado a seguir adelante con sus proyectos y a mantener una vida plena, a pesar de las dificultades que puedan surgir.

El autoconocimiento ayuda a la gestión emocional

El autoconocimiento ha sido una de las claves que ha permitido a Luis gestionar sus emociones de manera más efectiva tras su diagnóstico. “Conocerme a mí mismo me permitió entender qué emociones estaba experimentando y por qué. Esa claridad me ayudó a no quedarme atrapado en el miedo o la desesperación”, comenta. El autoconocimiento, en su opinión, es esencial para poder distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no.

Saber quién eres te permite reconocer tus fortalezas y tus límites, y eso te prepara para tomar decisiones más conscientes. “En mi caso, fue fundamental para encontrar un equilibrio entre aceptar la enfermedad y no permitir que definiera mi vida por completo,” dice Luis. Además, este proceso de autoconocimiento le ha permitido reforzar su relación consigo mismo, aceptando tanto sus capacidades como las nuevas limitaciones impuestas por la enfermedad. Pero ¿qué ocurre cuando aparecen las emociones negativas que, sin duda, darán la cara en muchos momentos? 

En lugar de centrarme en lo que no puedo hacer, me concentro en lo que todavía puedo lograr

Luis García Ruiz, coach, escritor y conferenciante

Cómo gestionar las emociones negativas

Uno de los mayores retos de vivir con una enfermedad crónica es aprender a manejar las emociones negativas que inevitablemente surgen. Para Luis, la clave está en aceptar esas emociones y darles espacio. "Muchas veces, el problema surge cuando intentamos ignorar o reprimir esas emociones, lo que solo las intensifica", señala. En su experiencia, aceptar que es normal sentir miedo o frustración es el primer paso para poder procesar esas emociones de manera saludable.

“Lo que hago es darme espacio para sentir, pero después elijo cómo responder”, comenta Luis. De esta manera, adquiere el control sobre su vida y no quedarse atrapado en los momentos más duros. “En lugar de centrarme en lo que no puedo hacer, me concentro en lo que todavía puedo lograr. Eso cambia completamente la perspectiva y ayuda a mantener el bienestar emocional". Todo ello nos lleva a hablar de la resiliencia. 

Resiliencia: la capacidad de seguir adelante

La resiliencia es otro de los pilares en la filosofía de Luis. “La resiliencia no significa que no sientas dolor o frustración, sino que eliges no quedarte en ellos”, aclara. Para él, la resiliencia es la capacidad de adaptarse a las circunstanciassin perder de vista el propósito y las metas personales. Cada día es una oportunidad para decidir cómo vivir, y Luis ha elegido hacerlo con energía, con intención y con un firme compromiso de aprovechar al máximo cada momento, a pesar de los obstáculos.

“La resiliencia es acción. Es levantarte cada día con la intención de vivir plenamente, a pesar de las dificultades”, comenta. Para Luis, ser resiliente no significa que la vida sea más fácil, sino que eliges ver más allá de las dificultades y encontrar formas de seguir adelante. Esto no significa hacerlo solo. De hecho, tener una buena red familiar y social ayuda a llevarlo mejor. 

Hay que ser autocompasivo, lo que no significa caer en el victimismo o en la autocomplacencia 

Luis García Ruiz, coach, escritor y conferenciante

El apoyo externo como red de seguridad

Y es que el apoyo externo ha jugado un papel fundamental en la vida de Luis desde su diagnóstico. "Afrontar un diagnóstico como la esclerosis múltiple no es algo que puedas hacer solo", comenta. Para él, contar con el apoyo emocional de amigos y familiares ha sido clave para sobrellevar los momentos más difíciles. “El hecho de compartir lo que estamos sintiendo con alguien de confianza puede aliviarnos y darnos una perspectiva diferente sobre la situación,” asegura.

Luis también destaca la importancia del apoyo profesional, como el de psicólogos o terapeutas, que pueden proporcionar herramientas especializadas para gestionar las emociones y ayudar a mantener una perspectiva más equilibrada. 

Autocompasión, un acto de responsabilidad

Finalmente, Luis subraya la importancia de la autocompasión en todo este proceso. Para él, la autocompasión no es lo mismo que caer en el victimismo o en la autocomplacencia, sino un acto de responsabilidad hacia uno mismo. “La autocompasión me ha permitido mantener el 101% de responsabilidad sobre mi vida y mis acciones, incluso en las circunstancias más complicadas”, asegura.

Esta actitud le ha permitido afrontar cada día con más amabilidad hacia sí mismo, reconociendo que hay momentos difíciles, pero sin dejar que estos lo definan.