La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad crónica que afecta a miles de personas en España. Se estima que alrededor de 300.000 la padecen, según datos del estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Esta patología inflamatoria afecta principalmente a las articulaciones y provoca dolor, rigidez y, en los casos más graves, destrucción articular permanente.
A pesar de que la ciencia ha avanzado mucho en el tratamiento de la artritis reumatoide, y que existen fármacos muy eficaces, muchas personas también buscan remedios naturales que complementen los tratamientos convencionales. Plantas como la cúrcuma, el jengibre o el extracto de boswellia se han ganado un lugar en la lucha contra los síntomas de esta enfermedad. Y de esto nos va a hablar Roberto San Antonio-Abad, presidente de la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (Cofenat). Pero antes, veamos en qué consiste esta patología y cuáles son los tratamientos farmacológicos que se aplican ya que, mañana día 12 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Artritis.
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el propio sistema inmunológico ataca por error a las células sanas del cuerpo, particularmente a las de las articulaciones. Esto provoca inflamación y puede derivar en la destrucción del cartílago y los huesos, lo que acaba provocando una pérdida importante de la funcionalidad.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el dolor y la rigidez en las articulaciones, especialmente por la mañana, así como la hinchazón y el enrojecimiento. A medida que la enfermedad avanza, las personas pueden experimentar fatiga, pérdida de peso e, incluso, temperatura corporal más alta de lo normal. Sin un tratamiento adecuado, la inflamación puede llevar a una deformidad articular significativa.
Cómo afecta la artritis reumatoide a la vida de las personas
La artritis reumatoide no solo afecta físicamente, sino que también tiene un gran impacto emocional y social. Al tratarse de una enfermedad crónica que afecta a personas en plena edad laboral, muchas veces se asocia con pérdidas en la productividad y bajas laborales prolongadas. De hecho, el Dr. Marcos Paulino, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), destaca que “el diagnóstico precoz es esencial para comenzar el tratamiento lo antes posible y así mantener la calidad de vida de los pacientes”.
En este sentido, y tal como expuso el Dr. Jesús Babío, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Cabueñes, en el XIII Simposio de Artritis Reumatoide organizado por la SER, “los tratamientos biológicos han sido un gran avance, ya que permiten una mayor individualización en la terapia, reduciendo así la discapacidad en muchos pacientes”. Estos actúan bloqueando la actividad de un mensajero químico clave implicado en la inflamación que provoca inflamación de las articulaciones y otros síntomas.
Remedios naturales para aliviar el dolor de la artritis reumatoide
Aunque los tratamientos médicos avanzados, como los fármacos biológicos, han mejorado el pronóstico de muchas personas con artritis reumatoide, el uso de plantas medicinales también ha servido de ayuda, ya que, como decíamos, muchas personas recurren a ellos para complementar la terapia indicada por el médico. Estos remedios naturales se centran en reducir la inflamación, eso sí, siempre hay que consultar con el médico para saber si hay alguna contraindicación para su toma.
Sustancias clave para reducir la inflamación y el dolor
Roberto San Antonio-Abad nos recuerda que todas estas plantas y remedios naturales. Y nos menciona algunas:
- Cúrcuma: esta especia, popular en la cocina india, contiene un compuesto llamado curcumina, que ha demostrado tener fuertes propiedades antiinflamatorias. Un estudio publicado en The Journal of Clinical Immunology mostró que la curcumina inhibe varias moléculas que juegan un papel en la inflamación, lo que puede ayudar a reducir los síntomas en las personas con artritis reumatoide.
- Jengibre: al igual que la cúrcuma, el jengibre también tiene efectos antiinflamatorios. Según un estudio de la Arthritis Foundation, el jengibre puede reducir la inflamación y el dolor en las articulaciones, gracias a sus compuestos activos llamados gingeroles y shogaoles.
- Boswellia: también conocida como incienso indio, la boswellia es una resina que se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional ayurvédica. Tiene propiedades antiinflamatorias y se ha demostrado que reduce el dolor y la rigidez en personas con artritis.
- Corteza de sauce blanco: a menudo llamada la aspirina natural, la corteza de sauce contiene salicina, un compuesto que se convierte en ácido salicílico en el cuerpo, ayudando a reducir la inflamación y el dolor articular. Es una opción eficaz para quienes prefieren evitar los antiinflamatorios convencionales.
Alimentos antiinflamatorios para la artritis
Roberto García Abad también aboga por la alimentación como remedio natural contra la artritis reumatoide y la inflamación. "Además de las plantas medicinales, una dieta rica en ciertos alimentos puede ayudar a combatir la inflamación y mejorar los síntomas de la artritis reumatoide", indica. Y afirma que el consumo regular de alimentos con propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad. Además, una dieta saludable ayuda a mantener el peso corporal, vital para la artritis reumatoide.
- Pescados grasos como el salmón, las sardinas y la caballa son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por sus efectos antiinflamatorios.
- Frutas y verduras ricas en antioxidantes, como las bayas, espinacas y brócoli, ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres
- Nueces y semillas (especialmente las nueces y las semillas de chía y lino) también son excelentes fuentes de omega-3.
- Té verde, por su contenido en polifenoles, es otro potente antioxidante con efectos antiinflamatorios.
- Especias como el jengibre y la cúrcuma pueden incorporarse en la dieta diaria a través de infusiones o como condimentos en las comidas.
Suplementos naturales buenos para las articulaciones
Diversos suplementos también pueden ser útiles para las personas que sufren de artritis reumatoide. Entre los más recomendados por los expertos se encuentran:
- Glucosamina y condroitina, que ayudan a mantener la salud del cartílago.Omega-3, presente en el aceite de pescado, es un potente antiinflamatorio.
- Vitamina D y calcio, esenciales para mantener huesos fuertes y prevenir el daño articular.
- MSM (metilsulfonilmetano), un compuesto que puede reducir el dolor y la inflamación.
El alivio con calor y frío
Tampoco se puede menospreciar el uso de terapias de calor y frío ya que pueden proporcionar alivio. El calor, aplicado mediante compresas calientes o baños, relaja los músculos y mejora el flujo sanguíneo, mientras que el frío reduce la inflamación y adormece las zonas doloridas, siendo especialmente útil durante los brotes agudos de dolor.
La importancia del ejercicio moderado
El ejercicio moderado también juega un papel fundamental en la mejora de los síntomas de la artritis reumatoide. Actividades como caminar, nadar, practicar yoga o pilates pueden mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular, sin sobrecargar las articulaciones. El ejercicio no solo reduce el dolor, sino que también fortalece los músculos que rodean las articulaciones, ayudando a protegerlas.
Además, como señala la Arthritis Foundation, el ejercicio regular mejora la circulación sanguínea, lo que contribuye a la recuperación de los tejidos y reduce la inflamación.
Evitar la obesidad, clave para el manejo de la artritis reumatoide
La obesidad se ha convertido en un problema creciente de salud pública en los últimos años, vinculada no solo al riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas y cardiovasculares, sino también a patologías inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide (AR). Según la Dra. Marta Novella, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, "numerosos estudios concluyen que la obesidad y el sobrepeso suponen un factor de riesgo en el desarrollo de la AR".
Los pacientes con obesidad suelen experimentar más dolor articular, mayor inflamación y una actividad de la enfermedad más severa, lo que contribuye a un peor control de la artritis y a una disminución significativa de la calidad de vida.
De hecho, en el XIII Simposio de Artritis Reumatoide de la Sociedad Española de Reumatología (SER), la Dra. Novella explicó que la acumulación de grasa en las personas con obesidad favorece la liberación de citoquinas inflamatorias desde el tejido adiposo, lo que incrementa la carga inflamatoria en estos pacientes. Esta liberación de sustancias proinflamatorias, sumada a la inflamación articular propia de la AR, contribuye a agravar la enfermedad y, en algunos casos, podría incluso inducir su aparición. Además, la obesidad no solo afecta la evolución de la enfermedad, sino que también disminuye la eficacia de algunos tratamientos, como los biológicos, lo que supone un reto en el manejo de la artritis reumatoide en personas con sobrepeso.
La obesidad también aumenta el riesgo de desarrollar comorbilidades, especialmente enfermedades cardiovasculares, que son una de las principales causas de morbimortalidad en personas con AR. La Dra. Roxana González, del Servicio de Reumatología del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, también subraya que la inflamación sistémica contribuye al desarrollo de aterosclerosis, agravando los factores de riesgo como la hipertensión y la dislipidemia.
Para controlar este riesgo, es fundamental mantener la inflamación bajo control y adoptar hábitos de vida saludables, como seguir una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico regular y reducir el estrés. Todos estos factores no solo mejoran la salud articular, sino que también reducen las probabilidades de complicaciones cardiovasculares a largo plazo.Día Mundial de la Artitis