En España, se estima que, sólo en 2024, cerca de 22.000 personas recibirán un diagnóstico de cáncer oncohematológico, una cifra que se prevé que para el próximo año aumente en más de 3.000 casos, con 25.770 nuevos diagnósticos, entre los que se encuentran, mayoritariamente, las leucemias, linfomas o mielomas múltiples.
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Los expertos son conscientes de este aumento y saben que tienen que ponerse manos a la obra. “Según datos estadísticos, se espera un aumento de casos de leucemia, linfoma, y mieloma. Los cánceres sanguíneos supondrán, según los investigadores un 10% del total de los nuevos diagnósticos para el 2025, siendo el quinto tumor más frecuente según las estadísticas”, nos comenta el doctor J. Javier González Cervantes, director del Máster Universitario en Enfermería Oncológica de la Universidad Europea de Valencia, quien destaca, además, que un porcentaje importante de tumores hematológicos, como las leucemias, aparece en edad infantil.
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¿Cuáles son las causas de este aumento?
Ante estos datos, nos preguntamos cuáles son las causas que pueden producir ese incremento en las cifras. “Los cánceres hematológicos se derivan del sistema hematopoyético. Este tipo de tumores está relacionado con la edad, la exposición a agentes químicos, la exposición a la radiación, síndromes mielodisplásicos, y la genética”, nos cuenta el especialista. La mayor esperanza de vida y el envejecimiento de la población son, por lo tanto, un factor a tener en cuenta. “Evidentemente a pesar que hemos aumentado la supervivencia debido a las alternativas terapéuticas actuales, el envejecimiento es un factor de riesgo porque a medida que aumenta la edad, es más frecuente desarrollar un cáncer”, confirma el doctor.
El envejecimiento es un factor de riesgo porque a medida que aumenta la edad, es más frecuente desarrollar un cáncer
Distintos tipos de cáncer hematológico
Los datos, sin duda, llaman a la reflexión. Pero lo cierto es que a pesar de su alta incidencia en la población -los tumores hematológicos son los 5º más frecuentes en nuestro país- la existencia de diferentes tipos y subtipos de estos cánceres de la sangre hacen que, muchas veces, sean difíciles de reconocer y diferenciar para la población general.
“La oncohematología es una rama de la Oncología que puede resultar compleja de entender para la amplia mayoría de la población, pues existen diferentes aspectos concretos de estos tumores que necesitan de una explicación y conocimiento previo. Conceptos tan básicos como la diferencia entre las plaquetas y los glóbulos blancos o la función de la médula ósea, pueden arrojar luz a la hora de comprender y diferenciar entre una leucemia, un linfoma o un mieloma múltiple, una información crucial para la sociedad y, especialmente, para los pacientes y sus familiares”, explicaba Dra. María Jesús Blanchard, médico adjunto del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), en el marco del seminario informativo ‘Oncohematología: adentrándonos en el conocimiento de la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple’ organizado por Pfizer.
Por su parte, la Dra. Raquel de Paz, médico adjunto del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de La Paz (Madrid), incide en que “es necesario que los ciudadanos cuenten con información de rigor que les ayude a entender qué son este tipo de tumores pues, como señalan los datos, son unos de los grupos con más alta incidencia en nuestro país y a nivel mundial. Según datos del observatorio oncológico de la Organización Mundial de la Salud, se diagnostica un caso cada dos minutos en todo el mundo. Por ese motivo, los profesionales de la salud tenemos esta responsabilidad de trasladar la información necesaria a los ciudadanos para que tengan todas las herramientas posibles a su alcance, ya que aportar conocimiento sobre estas distintas patologías juega un papel fundamental a la hora de concienciar sobre los distintos tumores oncohematológicos”.
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La sangre: el origen de estos tumores
Lo cierto es que para hablar de estos tipos de cánceres, primero debemos acercarnos a comprender qué es la sangre: es un tipo de tejido líquido que circula por todo el organismo transportando el oxígeno y los nutrientes, y eliminando los deshechos. La sangre está constituida por un líquido denominado plasma y distintos tipos de células que cumplen una función determinada: los glóbulos rojos, también conocidos como hematíes o eritrocitos, son los que transportan el oxígeno y el dióxido de carbono, los glóbulos blancos o leucocitos son los responsables de actuar frente a las infecciones y otras sustancias extrañas -siendo los linfocitos y las células plasmáticas subtipos de glóbulos blancos4- y las plaquetas, o trombocitos, son las responsables de la coagulación de la sangre cuando hay alguna rotura de un vaso sanguíneo.
El cáncer hematológico se produce cuando alguno de estos componentes se altera, desarrollándose de manera incontrolada. Según el componente se vea alterado, se desarrollará un tipo de cáncer u otro.
Los tres tipos más habituales los la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple
Leucemia, el cáncer más frecuente en niños
- ¿Qué es? Es uno de los más conocidos por la población general y se trata del cáncer más frecuente en población infantil, estimándose que en 2025 se puedan diagnosticar 287 nuevos casos en menores de entre 0 y 14 años. Su desarrollo se debe al aumento descontrolado del número de glóbulos blancos en la sangre, lo que impide que se puedan formar correctamente el resto de las células sanguíneas.
- ¿Por qué se produce? Lo cierto es que no existe una causa concreta en su desarrollo, pero la exposición a altas dosis de radiación, los tratamientos previos con quimioterapia o radioterapia o los antecedentes familiares pueden ser factores de riesgo.
- ¿Cuáles son sus síntomas? Los expertos aclaran que estos varían, pero los más comunes son el sangrado y la formación de hematomas con facilidad, la sudoración nocturna, la inflamación de los ganglios, la fatiga, la fiebre y las infecciones frecuentes, entre otros.
- Sobre los distintos tipos que existen, estos se clasifican de dos formas: En función del desarrollo de la enfermedad: leucemias agudas (se produce con rapidez) y leucemia crónica (se desarrolla más lentamente). En función de las células afectadas: leucemia mieloide o leucemia linfoide.
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Linfoma, el tumor de la sangre con más nuevos diagnosticados
- ¿Qué es? El linfoma es el tumor de la sangre con un número mayor diagnósticos durante 2024, en concreto, se estiman que hay más de 12.300 nuevos casos. Se produce en el sistema linfático1 por la proliferación o alteración de los linfocitos, células de la sangre que juegan un papel fundamental en el funcionamiento correcto del sistema inmune.
- ¿Por qué se produce? Del mismo modo que en la leucemia, no se conocen las causas, pero se señalan como factores de riesgo: la edad (dependiendo del tipo, más frecuentes en adultos jóvenes o en mayores de 55), más incidente en el sexo masculino, con el sistema inmunitario afectado o que hayan contraído el virus de Epstein Barr o Helicobacter pylori.
- ¿Cuáles son sus síntomas? Hay que tener en cuenta también como se manifiesta. Y en relación a sus síntomas, estos van desde la fiebre, los sudores nocturnos, la pérdida de peso repentina, la dificultad para respirar, la fatiga persistente a la hinchazón en los ganglios linfáticos del cuello, axilas o ingle.
- Respecto a los tipos, se clasifican en linfoma de Hodgkin o linfoma no Hodgkin dependiendo del linfocito específico al que afecte.
Mieloma múltiple, el segundo cáncer de la sangre más frecuente
- ¿Qué es? El mieloma múltiple (MM) es el segundo cáncer de la sangre más frecuente y se desarrolla en la médula ósea, tejido del interior de algunos huesos donde se forma la sangre. Es ahí donde las células plasmáticas crecen de manera descontrolada, convirtiéndose en células cancerosas. Estas pueden formar múltiples tumores de células plasmáticas, motivo por el que se denomina mieloma múltiple.
- ¿Cuáles son sus causas? De nuevo, no se conocen sus causas, pero la edad avanzada, el sexo masculino, la ascendencia africana y los antecedentes familiares o de otras patologías previas, son algunos factores que podrían aumentar el riesgo de padecer un mieloma múltiple.
- ¿Cuáles son sus síntomas? Entre los más frecuentes, se encuentran: el dolor de espalda u óseo, el cansancio persistente, la dificultad para respirar, la hinchazón en las extremidades, los cambios de sensibilidad o fuerza, entre otros.
Los tumores hematopoyéticos se pueden detectar de forma temprana con un análisis rutinario, con un hemograma completo.
La importancia de la detección precoz
Una vez más, hay que ganarle tiempo al cáncer. Por eso, la detección temprana es un factor clave para poder actuar contra este tipo de tumores relacionados con la sangre. “Los tumores hematopoyéticos se pueden detectar de forma temprana con un análisis rutinario, con un hemograma completo. En caso de detectar alteraciones hematológicas, se confirmará con una punción lumbar”, añade el doctor González Cervantes.
Principales avances
Ante esta situación nos planteamos si se ha avanzado mucho en el diagnóstico y el tratamiento de estos tumores. ¿Se puede vislumbrar un horizonte esperanzador, pese a ese aumento de los casos? En opinión del doctor González Cervantes, en la actualidad, debido a la investigación y nuevos métodos diagnósticos se ha avanzado de forma notable por una parte en el diagnóstico y en el tratamiento de los distintos tumores hematológicos. “Pese a la incidencia de estos tumores, un porcentaje elevado de estos se logra cronificar, manteniendo una calidad de vida aceptable que dependerá del estadio clínico fundamentalmente y del tipo de tumor. Las posibilidades de supervivencia en los tumores hematológicos son esperanzadoras y la supervivencia de los mismos sigue aumentado”, concluye el experto.