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Hace pocos días, Virginia Troconis, la mujer de Manuel Díaz "El Cordobés", compartió en sus redes sociales una visita al dermatólogo que preocupó a muchos de sus seguidores. Troconis, siempre sincera y cercana, explicó que se encontraba en la consulta médica para realizarse una biopsia debido a unas manchas en la piel que había notado desde hace tiempo. “Sabía que en verano iba a estar expuesta al sol y era complicado”, comentó, dejando claro que la acumulación de sol durante años parecía ser la causa principal de estas lesiones. Aunque aclaró que "en principio no hay de qué preocuparse", la biopsia era necesaria para descartar cualquier riesgo mayor.
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Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de prestar atención a cualquier alteración que veamos en nuestra piel, sean manchas o lunares, así como cualquier cambio en ellas. Muchas veces las vemos como una simple cuestión estética, pero pueden ser indicadoras de problemas de salud más graves. Es aquí donde entra en juego la visita regular al dermatólogo para evitar posibles complicaciones. Y otoño es un momento perfecto para revisar nuestra piel de la mano de un especialista. así nos lo recuerdan los expertos de Cigna Healthcare, ya que la alta y constante exposición solar que se produce durante el verano tiene efectos perjudiciales para la piel.
- Leer: Cáncer de piel: la importancia de la prevención frente al sol
¿Qué son las manchas solares?
Las manchas solares, también conocidas como hiperpigmentaciones, son áreas de la piel donde se ha acumulado melanina, el pigmento que da color a nuestra piel. Esta acumulación puede deberse a varios factores, siendo el más común la exposición prolongada y sin protección al sol. La melanina es indispensable para protegernos de los rayos ultravioleta (UV), pero cuando estamos constantemente expuestos a estos rayos, los melanocitos (células productoras de melanina) se sobrecargan, lo que resulta en manchas de diferentes tonos de marrón en zonas expuestas como el rostro, los brazos o el escote.
Suelen aparecer a medida que envejecemos, ya que la producción y distribución de melanina se vuelve menos precisa con el tiempo. Aunque también hay otros factores que pueden acelerar su aparición, como los cambios hormonales, la predisposición genética, y las lesiones o inflamaciones cutáneas previas.
¿Las manchas solares pueden volverse malignas?
La alta exposición a los rayos UV tiene como consecuencia la aparición o reaparición de manchas en la piel. De hecho, muchas personas desarrollan léntigos solares, comúnmente conocidos como manchas de la edad, o melasmas (manchas irregulares y de tonos más claros), ambos signos de fotoenvejecimiento de la piel. Suelen aparecer en las zonas más expuestas del cuerpo al sol, como manos, brazos, cara u hombros.
Es importante también vigilar cualquier cambio en el tamaño, forma, color o textura de los lunares y las pecas, ya que podrían ser indicativos de problemas de salud, como el melanoma u otro tipo de cáncer de piel.
Por eso, ante la aparición de estas manchas en la piel y los cambios de los lunares o pecas, la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) recomienda hacer revisiones periódicas y acudir al dermatólogo para descartar otras patologías derivadas de una sobreexposición solar. En este sentido, la tecnología de imágenes digitales de alta resolución permite tomar fotografías de lunares y manchas en la piel para un seguimiento más preciso. De esta forma, facilita la comparación de imágenes antes y después del verano para revelar cambios en el tamaño, forma, color o bordes de los lunares, así como detectar nuevas manchas que puedan haber aparecido con el tiempo.
Tratamientos y prevención de las manchas solares
La mejor forma de lidiar con las manchas solares es, sin duda, la prevención. El uso de protector solar con factor de protección alto (SPF 50 o más) es esencial, no solo durante los meses de verano, sino durante todo el año. La radiación UV está presente incluso en invierno, y puede afectar áreas como la frente, la nariz y las mejillas, aunque estén parcialmente cubiertas por mascarillas u otros accesorios.
Además, es fundamental seguir una rutina de cuidado facial adecuada. La doctora María Agustina Segurado, dermatóloga de SClinic, explica que "los productos específicos despigmentantes, tanto cosméticos como recetados, son claves para prevenir y tratar las manchas ya existentes". Estos productos ayudan a regular la producción de melanina y a aclarar las manchas, uniformando el tono de la piel.
Para manchas más resistentes, existen tratamientos más avanzados que solo pueden ser aplicados por dermatólogos. Los peelings despigmentantes y los láseres de última generación son técnicas muy efectivas para las manchas más profundas, pero si se realizan incorrectamente, pueden empeorar el problema. Es por eso que siempre es recomendable acudir a un especialista para estos procedimientos.
- Leer: Cirugía de Mohs: la técnica definitiva para el cáncer de piel
La importancia de acudir al dermatólogo
En el caso de Virginia Troconis, la visita al dermatólogo fue clave para mantener la tranquilidad y la salud de su piel. Aunque tal como ella misma indicó, las manchas no parecen preocupantes, la biopsia permitirá tener un diagnóstico más preciso y, si es necesario, actuar a tiempo.
Como nos recuerda la doctora Segurado, “cuando se detecta una alteración en la piel, lo más recomendable es consultar con un especialista. Ante la duda, lo mejor es evitar los riesgos de que una pequeña mancha sea algo más grave”. Esta sencilla acción puede marcar la diferencia entre una piel sana y un problema mayor. Además, solo los dermatólogos pueden recomendar y aplicar tratamientos específicos que realmente funcionen, sin causar daños adicionales.
Por último, acudir al dermatólogo en esta época del año, como ha hecho la pareja de 'El Cordobés', ayuda a mejorar la salud de nuestra piel. Y es que la exposición prolongada al sol puede dejar la piel deshidratada y dañada. "Ante la llegada del otoño, es importante proporcionar a la piel la hidratación y los cuidados necesarios para ayudar a reparar cualquier daño causado por el sol. Esto puede incluir el uso de cremas hidratantes, exfoliación suave y productos específicos para cuidar y regenerar la piel. En este punto, la consulta a un dermatólogo es clave para asegurar que los productos empleados en la recuperación de la piel son los adecuados. Además, gracias a herramientas tecnológicas, como el corneómetro, se puede evaluar fácilmente el nivel de hidratación de la piel y determinar si es necesario tomar medidas adicionales para restaurar la barrera cutánea y la humedad de la piel", concluyen desde Cigna Healthcare.