Estos primeros días de septiembre suponen, para muchas personas, una vuelta a la rutina y una apuesta firme por recuperar buenos hábitos en lo que a nuestra alimentación se refiere. No es fácil no caer en algunos excesos en los meses de verano, cuando los compromisos se multiplican y tendemos a comer fuera, a quedar para el aperitivo, a disfrutar de los chiringuitos en nuestros lugares de vacaciones. No es extraño que ahora toque intentar revertir los efectos de dichos excesos. Lo saben bien los expertos en Nutrición, que ven cómo aumentan sus consultas tras estas semanas de descanso.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Las consultas a los nutricionistas aumentan en septiembre
Nos lo confirma Salena Sainz, nutricionista de Naturae Nutrición, que apunta que septiembre y enero son los meses en los que más se incrementa el número de pacientes. “Existen distintos periodos en los que el número de consultas se incrementa considerablemente, como en septiembre y enero. En el primer caso, por personas que durante el verano descuidan su alimentación y ritmo de vida, regresando tras haber realizado dietas estrictas y restrictivas en primavera con un potente efecto rebote. En el segundo caso, son pacientes que incluyen dentro de sus propósitos del año venidero el cuidarse y realizar un cambio de hábitos nutricionales”, nos explica.
Preocupados por la pérdida de peso
Una de las consultas que más escuchan los expertos en estas semanas está relacionada, claro está, con la pérdida de peso, vinculada en ocasiones a otros problemas digestivos. “Mi trabajo se basa en la alimentación clínica, por lo que la mayor parte de los casos va acompañada de alteraciones digestivas u hormonales, así como de una mala relación con la comida (ansiedad, atracón…). Sin embargo, podemos confirmar que la pérdida de peso y grasa es uno de los propósitos principales de los pacientes que se citan para comenzar después del verano”, nos puntualiza la nutricionista.
¿Cuántos kilos se suelen ganar de media en los meses de verano?
La báscula se convierte en la gran enemiga de muchas personas, que afrontan esta vuelta a la rutina con más peso. “Si no se es un paciente activo, encontramos una media de 4-5 kilos de ganancia. En el caso de ser paciente, conseguimos una pérdida aproximada de 1-2 kilogramos de peso en materia grasa. Especifico "grasa" ya que, en el caso de un aumento de 2-3 kilos de peso, en muchos casos llegan a ser 4-5 de materia grasa. Esto se refleja en un mayor volumen de grasa acumulada, celulitis y flacidez. La cifra que marca el peso no lo es todo”, matiza la experta.
¿Qué podemos hacer para perder los kilos de más?
Toca, por lo tanto, ponerse manos a la obra. ¿Cuáles son las recomendaciones desde el punto de vista de un nutricionista para intentar perder esos kilos que hemos ganado en verano? “Lo primero es huir de dietas extremas o de ‘cajón basadas en calorías’. Es recomendable ponerse en manos de un profesional que pueda crear una pauta nutricional personalizada que se ajuste a las necesidades de cada paciente para poder lograr un equilibrio entre cuerpo y mente”, sugiere la experta.
E insiste también en no tener prisa, en ser constantes y pacientes para conseguir mejorar nuestros hábitos y perder peso de forma saludable.
“Una pérdida rápida será reflejo de pérdida de masa muscular y agua, pero no de materia grasa. Establecer una meta realista es clave para evitar la frustración y no generar ansiedad. Si realizamos un cambio más lento, pero menos restrictivo, además de conseguir resultados eficientes sin efecto rebote, lograremos una pérdida de volumen, celulitis y mantendremos una piel sana y sin flacidez. Debemos pensar, además de adelgazar, en la salud de nuestras articulaciones, sistema óseo y salud mental. ¿Alguien puede disfrutar de un cuerpo si está dañando sus emociones?”, nos cuenta.
Cambiar de hábitos
Los nutricionistas siempre nos insisten en que lo más importante realmente es conseguir un cambio de hábitos más que seguir una dieta. Salena Sainz va más allá, pues para ella, disfrutar del cambio es el auténtico secreto. “Encontrar satisfacción en lo que comemos o en la actividad deportiva que realizamos. No existen dos pacientes iguales, y conseguir una motivación para cuidarse es lo más importante. Una ‘pauta nutricional’ en mi consulta va mucho más allá de lo que encontramos en el plato; es una forma de vida”, nos cuenta. Y eso hace que todo deba ser personalizado. “No hay dos vidas iguales. El tipo de trabajo (activo, sedentario), si tenemos obligaciones familiares (niños o mayores a nuestro cargo), si existe estrés, ansiedad, depresión o alguna patología, todo ello influirá a la hora de crear nuestros objetivos y la metodología para alcanzarlos”, indica.
Alimentos de la cesta de la compra tras el verano
Teniendo todo esto en cuenta, le preguntamos cuáles deben ser, en su opinión, los alimentos imprescindibles en nuestra cesta de la compra post-verano. “Lo tengo claro: un 60 % de la cesta se basará en verdura (incluir distintos colores será importante para la obtención de la máxima cantidad de micronutrientes) y algo de fruta de temporada. A continuación, incluiremos legumbres, huevos de corral, pescado azul, carnes magras (incluyendo porciones rojas de pastoreo), lácteos de proximidad y grasas saludables (aceite de oliva virgen extra y frutos secos, por ejemplo) junto con cereales de grano completo (trigo sarraceno, arroz de origen nacional, quinoa, mijo…) y tubérculos como la patata”, nos sugiere.
Y hace hincapié en un factor que es muy importante y que no siempre tenemos en cuenta, como son las técnicas de cocinado. “Es fundamental recalcar que las técnicas de cocinado determinan qué nutrientes obtiene nuestro organismo. Existen cocciones que eliminan las vitaminas termosensibles, por lo tanto, debemos combinar verduras cocinadas con raciones crudas, por ejemplo. También podemos cuidar nuestra flora intestinal cociendo los almidones y refrigerándolos 24 horas, obteniendo almidón resistente, un alimento ideal para nuestras bacterias”, recomienda la experta.
Filtrar la información nutricional
Lo que los expertos tienen claro es que conviene buscar ayuda profesional para conseguir mejorar los resultados y adquirir hábitos duraderos. Hay que filtrar toda la información nutricional que tenemos a nuestro alcance. “Actualmente, tenemos un exceso de información en redes sociales sin filtro, lo que provoca malas decisiones. Las dietas extremas, mitos y hábitos poco saludables se extienden como la pólvora. Acudir a un profesional colegiado y con experiencia será la clave para alcanzar nuestra meta de una forma saludable. La alimentación funcional puede conseguir una figura deseada, pero nutriendo nuestro organismo para evitar enfermedades, y además nos aportará el equilibrio entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Debemos disfrutar de cuidarnos, de lo contrario, todo pierde el sentido”, concluye la experta.