¿Has recargado las pilas estas vacaciones? Sin duda, los periodos de descanso, muy especialmente el de verano, nos permiten desconectar del estrés y del ritmo diario que, a veces, es demasiado acelerado. “El tiempo libre es una oportunidad para que nuestra mente y nuestro cuerpo descansen de las exigencias y las presiones de la vida diaria. Además, el tiempo libre nos permite reconectar con actividades que disfrutamos, como pasar tiempo con seres queridos o dedicarnos a hobbies. Este proceso de desconexión de la rutina y de reconexión con nosotros mismos, nos ayuda a reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés), mejorando nuestro estado de ánimo y nuestro bienestar general”, nos explica Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y psicóloga sanitaria, directora de Tribeca Psicólogos.
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Cómo recargar nuestra batería mental
Hemos aprovechado para preguntarte a la experta cuáles son, en su opinión, esos factores que pueden ayudarnos a recargar nuestra batería mental de cara al nuevo curso. “En los últimos años, cada vez más personas optan por tomarse unos días de vacaciones para dedicarlos a sí mismos, lo que se ha convertido en una tendencia en crecimiento. Este tiempo les permite hacer una pausa y reflexionar sobre lo que han logrado durante el año, dónde se encuentran en la vida y hacia dónde quieren dirigirse. Ven este período como una oportunidad para diseñar conscientemente el nuevo curso, alineando sus metas y prioridades con su bienestar personal. Es un momento clave para tomar decisiones importantes, especialmente aquellas relacionadas con aspectos que ya no les satisfacen o que sienten que no vale la pena continuar”, explica.
Y nos cuenta que muchas personas eligen viajar solas para profundizar en esta introspección, mientras que otras optan por retiros guiados o simplemente se quedan en casa en un ambiente tranquilo para reflexionar. “Sea cual sea la opción elegida, este proceso de reflexión y evaluación ayuda a recargar nuestra batería mental porque nos da claridad, dirección y un sentido renovado de propósito. Además, al tomar decisiones conscientes sobre qué queremos mantener y qué queremos cambiar, eliminamos aquello que nos drena y nos enfocamos en lo que verdaderamente nos nutre, preparándonos mejor para afrontar el nuevo curso de manera más equilibrada y motivada”, apunta.
Personas que nos dan energía
Le preguntamos si existen también personas que nos ayudan a recargar dicha batería y la psicóloga lo tiene claro: “Sí, sin duda. Hay personas que suponen una carga de energía a nivel emocional y mental. Estas personas son aquellas que nos apoyan, con las que nos reímos, pasamos un buen rato y vibramos en la misma frecuencia. Su presencia nos genera bienestar”.
Ladrones de energía
Y en el otro extremo, ¿qué factores pueden ejercer el efecto contrario y nos descargan la energía en estas primeras semanas de septiembre? Para Rebeca Cáceres, existen varios factores que pueden agotar nuestra energía incluso antes de que nos reincorporemos plenamente a las exigencias del día a día.
- “En mi experiencia como psicóloga, uno de los más determinantes es volver a una vida que no nos satisface, donde nos sentimos atrapados, tristes y sin un propósito claro. Esta desconexión entre lo que vivimos y lo que realmente deseamos puede ser profundamente agotadora, ya que nos lleva a enfrentar cada día con un sentimiento de insatisfacción y vacío emocional”, nos cuenta.
- Además, hace mención a la sobrecarga de tareas y la presión constante por cumplir con plazos, lo que puede incrementar significativamente nuestros niveles de estrés, llegando a manifestarse en síntomas claros de ansiedad.
- El entorno en el que nos desenvolvemos también juega un papel crucial; estar rodeados de personas negativas o permanecer en círculos donde no nos sentimos bien puede descargar nuestra batería enseguida.
- Por último, nuestros hábitos diarios también influyen considerablemente en nuestro nivel de energía. El sedentarismo, la falta de sueño reparador y una alimentación inadecuada no solo afectan nuestra salud física, sino que también nos dejan vulnerables al agotamiento mental.
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Alargar las vacaciones
Para muchas personas, de hecho, las vacaciones son un estado de ánimo. Todo es mejor para ellas en esos días de descanso. Por eso, no queremos perder la oportunidad de preguntarle a la experta qué nos recomienda para mantener ese estado en estos días que pueden hacerse cuesta arriba para muchas personas. “Es cierto que las vacaciones pueden generar un estado de ánimo especial, pero lo más importante no es intentar replicar constantemente ese estado, sino asegurarnos de que nuestra vida diaria nos guste y esté alineada con nuestro propósito, valores, identidad... Si sentimos que nuestra vida no nos satisface o que nos genera sufrimiento, es crucial hacer cambios. La clave está en construir una vida que nos enamore, que nos entusiasme. La clave es vivir con propósito”, sugiere.
Y hace una reflexión interesante: es igualmente importante aceptar que la vida no puede ser unas eternas vacaciones; no es realista pretender que nuestro día a día sea como ese tiempo de descanso. “Dicho esto, podemos adoptar hábitos que nos ayuden a mantener ese estado de bienestar que experimentamos durante las vacaciones. Incorporar pequeños momentos de placer y relajación en nuestra rutina, como dedicar tiempo a nuestros hobbies, socializar con amigos o realizar actividades que nos entusiasmen”, concluye.